Los círculos de calidad, un método de trabajo

Oscar Priego Hernández
Asesor de la UPN 094

Círculos de calidad

El pasado mes de octubre participé en el I Coloquio de matemáticas del Colegio de Bachilleres, y en él hubo una participación que el ponente denominó como “La globalización de la economía mundial y la educación”. Lo traigo a cuento aquí porque - en mi opinión- todos los cambios en los que nos estamos viendo envueltos, se deben a esta circunstancia, es decir, los conceptos de gestión educativa, calidad de la educación, transformación de los centros educativos etcétera, son aspectos en los que están entretenidos todos los países debido a las necesidades que la economía globalizada exige y en los que América Latina – y México, en particular– entraron tarde y con desventajas; en el caso de México, con una estructura política sumamente rígida y poco propicia hacia el tipo de cambios que al Sistema Educativo se le demandan y que ahora se dan muy lentamente, porque, estos cambios – entre muchos otros - exigen una estructura de las organizaciones educativas, que no sea piramidal sino horizontal. Por ejemplo, en lo que se refiere al manual de funciones del director no tenemos noticia de que éste haya sido cambiado. Por lo que creo que las experiencias en la elaboración del proyecto educativo se ha caracterizado por ser desconocido por la mayoría de los directores, lo que ha provocado que se tengan – por parte de ellos – actitudes de temor y de imposición de las ideas. Las experiencias están mas bien orientadas hacia repetir los procedimientos como tradicionalmente se han hecho, en el que los profesores han tenido poca o ninguna participación y por lo tanto ningún compromiso con los proyectos que se están presentando.

Los cambios que estamos presenciando y que protagonizan los países desarrollados, se caracterizan por la rapidez con que se dan. Estos cambios se refieren al orden de lo social, las comunicaciones y lo económico. Los conceptos de soberanía se encuentran de nueva cuenta en el tapete de la discusión. Todo esto impacta las formas de interacción que se tienen actualmente entre las personas y las organizaciones; las instituciones públicas – como el sistema educativo mexicano – se ven sometidos a un cuestionamiento respecto a su estructura y a sus aspectos normativos. Lo que hace más complejo el entorno en el que han de desempeñarse las personas y los organismos públicos.

Hablemos de calidad

En mi opinión, este tema de la calidad ha adquirido relevancia con los conceptos de la Administración japonesa y con el nuevo orden económico mundial, con el fin de la llamada guerra fría y la desaparición de la URSS. La circunstancia de competencia entre las grandes empresas del mundo, nos ha llevado a crear nuevos conceptos, como el de Calidad Total. Una de las características de ella, y que me parece importante, es la participación de todos los miembros de la organización en el nivel de calidad. La parte esencial de esta filosofía se encuentra en la participación de los trabajadores en la evaluación, análisis y diseño del proceso de trabajo; se considera que todos los miembros de la organización asuman el compromiso de conducir e instrumentar los cambios para el logro de los objetivos de la institución.

Trasladado lo anterior a las organizaciones escolares, lo que debemos esperar, para que haya una real transformación, es la participación de todos los miembros, en el que el director no es el único responsable, ni quien decide de cómo se deben hacer las cosas. Esto significa que debe haber un cambio en la cultura de las escuelas, en la forma como se planean las actividades y, sobre todo, de cómo se elabora el proyecto académico.

Hablando de calidad he encontrado que hay un gran escepticismo respecto de ella y de que se alcance. En este sentido creo que la idea de calidad –referida al plano de lo educativo – es un ideal, es un fin a alcanzar; es como el concepto de perfección, nadie llega a ser perfecto, pero todos buscamos ser cada vez mejores.

Hablar de calidad en las instituciones, es hablar de la calidad de vida de las personas que las constituimos. Por eso creo que es importante la participación de todos en la toma de decisiones en las escuelas. Hablar de calidad no significa hablar de calificaciones y de mejores promedios. Creo que es necesario que las instituciones educativas, se detengan a reflexionar respecto de lo que ellos entenderán por educación.

En mi opinión es importante considerar el desarrollo de las personas, entendido éste como el establecimiento de las condiciones apropiadas para que los sujetos puedan desarrollar su estructura intelectual de manera armónica con su estructura emocional y su estructura física. En este sentido encontramos en el Libro Blanco sobre educación y formación de la Unión Europea, que «Considerar1 la educación y la formación en relación con la cuestión del empleo no quiere decir que la educación y la formación se reduzcan a una oferta de calificaciones. La educación y la formación tienen por función esencial la integración social y el desarrollo personal, mediante la asunción de valores comunes, la transmisión de un patrimonio cultural y el aprendizaje de la autonomía» (pág. 4)

¿Pero cómo se puede elaborar el proyecto educativo?

¿Cómo organizarse? ¿Todos reunidos en el consejo técnico? ¿Cómo elaborar el proyecto Escolar? ¿Cuál es el concepto de gestión? Dar respuesta a estas preguntas ha sido sumamente difícil y ha sido causa de muchos problemas.

Mi propuesta como método de trabajo está en que estos se hagan de acuerdo a las ideas de Círculos de Calidad.

¿Qué son los Círculos de Calidad?

Son grupos pequeños de trabajo, con una tarea común y coordinados por una misma persona y que se reúnen periódicamente de manera voluntaria.
Esto es, los profesores se pueden reunir en pequeños equipos de trabajo y que se den a la tarea de resolver un tipo de problema específico. Por ejemplo, un equipo que se encargará de lo relativo a la lecto – escritura. Si es que hay un determinado número de profesores interesados en el tema; de hecho, los equipos de trabajo se organizarán en función de los intereses de los profesores y se integrarán a él quien así lo desee. Es recomendable que no sean muy grandes los equipos.

Cada equipo se encargará de identificar, analizar y seleccionar problemas relacionados con el tema que el equipo ha decidido tratar y con la finalidad de recomendar soluciones y presentarlas a quienes estén responsabilizados en la toma de decisiones.

¿Cómo utilizarlos?

1. Cada institución educativa los organizará dependiendo de sus necesidades y al tamaño de la escuela. En escuelas pequeñas lo recomendable es que se constituyan en grupos de cuatro a seis personas; si se trata de una escuela de tamaño mediano, la experiencia recomienda que se organicen grupos de seis a ocho miembros. En cambio cuando las escuelas son grandes podría ser recomendable que se organicen en grupos de ocho a doce personas. Todo esto dependiendo del tamaño de la academia y de las necesidades que sean detectadas. Más aun deben experimentarse diferentes formas de organización - en cuanto al tamaño de los círculos – y decidirse por la que mejor ofrezca resultados en los trabajos y las características culturales de la escuela.

2. La tarea de los círculos deberá ser una misma para todos los miembros del equipo o grupo, todos deberán compartir los mismos intereses en la tarea ha resolver

3. Cada círculo deberá tener un coordinador de las actividades del grupo de trabajo, quien deberá mantener comunicación entre el grupo de trabajo y el coordinador de los diferentes círculos. Promoverá la resolución de los diferentes problemas, monitorear los resultados y su modificación para su transformación y mejora. La búsqueda de alternativas que lleven a una nueva problematización de los diferentes aspectos que tengan a su cargo, para su transformación, que mejoren la calidad de lo obtenido y aplicado. Para ello es necesario que se reúnan periódicamente con este propósito, así como replantear los objetivos que dieron origen al círculo de calidad.

Finalmente

Es importante la evaluación y monitorear la propuesta que generen los equipos de trabajo.

Es conveniente que tengan conciencia de la necesidad de capacitarse, no sólo en lo que se refiere a los conceptos de los círculos de estudio, sino además en todos los aspectos inherentes al concepto de gestión y al tipo de problema que están analizando; por ejemplo, si el interés del círculo es lo relativo a la problemática de la enseñanza de matemáticas, deben valorar sus limitaciones y alcances en el tema.

Los Círculos deben recibir el apoyo de un Asesor (interno o externo), que asistirá a todas las reuniones, pero que no es miembro del Círculo.
Los Círculos deberán preparar exposiciones para la Dirección para que se tomen decisiones acerca de la viabilidad de la propuesta.
La Dirección deberá efectuar evaluaciones periódicas para comprobar si se proporciona lo necesario para la operación de los Círculos de Calidad, así como para la ejecución de las propuestas que de éstos se deriven.

Los Círculos de Calidad no son para sostenerlos durante un tiempo y luego abandonarlos, sino que hay que mantenerlos permanentemente en operación, procurando siempre su mejoramiento.

Finalmente, los logros de los Círculos de Calidad deben publicarse de alguna manera o fijarse en los tableros, de tal manera que los participantes reciban reconocimiento por sus esfuerzos, tanto de la Dirección como de sus compañeros de trabajo, y a la vez conozcan los avances e impacto de las propuestas desarrolladas.

Los centros educativos deben tener claro de la complejidad de su circunstancia: la escuela es un lugar de conflictos. Existen conflictos entre los padres de familia y los profesores, conflictos entre los profesores con los profesores, entre los profesores y la dirección ¡la escuela es un lugar de conflictos!

Nota:
1 - CEE (1995) - Libro Blanco sobre educación y formación en la Unión Europea. CEE, Luxemburgo.