EL MALESTAR EN LA MORAL: FREUD Y LA CRISIS DE LA ETICA
Andrea Sánchez Hernández.
Profra. investigadora, colabora en la coordinación de Actualización, miembro del Colegio de Filosofía de la DGEMAM DF.
Uno de los problemas a los que la filosofía se enfrenta actualmente es, sin duda, el de la crisis ética. Profundizar en éste, implica no sólo cuestionarse en el plano teórico del fundamento de la Ética, sino también abrirse al plano de la práctica del hombre como sujeto moral.
La reflexión acerca del comportamiento o conducta del hombre como ser social, no es un acontecimiento nuevo o contemporáneo, basta retomar la historia de la filosofía para encontrar un amplio contenido sobre el tema, no así de la crisis ética que tomó auge a partir de la época moderna.
La función del filósofo ha sido determinante para la comprensión del problema, se han cuestionado los orígenes de esta crisis y sacado a la luz las implicaciones que afectan contundentemente a la humanidad. Pero ante todo, la investigación filosófica ha planteado el problema para poder coadyuvar a la construcción de la nueva ética, que esté más acorde a la naturaleza humana y a los momentos sociales de nuestro tiempo.
En la obra de Juliana González podemos encontrar, en todo su esplendor, la preocupación por la crisis ética desde la reflexión filosófica. Juliana se ha caracterizado desde sus primeros escritos por su gran inclinación por las cuestiones éticas y esta obra no es la excepción.
Lo que nos presenta es un análisis acerca de las implicaciones ético-ontológicas del psicoanálisis y la forma en que ha contribuido a la crisis ética.
Aunque para Freud la filosofía fue una etapa superada en su vida y a pesar de que sus escritos son de carácter psicológico, Juliana pone al descubierto los aspectos ético-antológicos que están inmersos en sus obras y que son de interés filosófico.
La relación entre psicoanálisis y ética es la tesis central que vamos a ver desarrollada en su obra, relación que no significa el sometimiento de una esfera a la otra, sino el reconocimiento de la interdependencia entre ambas.
La autora parte del hecho de la existencia de una crisis ética contemporánea que tiene doble sentido es: teórica (Ética) y práctica (moral).
Esto significa que, a diferencia de otras crisis, que se daban sólo en uno de los planos, la actual pone en riesgo los valores, los ideales y las normas, así como el fundamento de la ética.
Lo que se enuncia con esto, es que no sólo hay un agravamiento de los males de la moral como son el odio, la violencia, etc. Sino también hay una pérdida del sentido de la vida, con la cual, la moralidad en general no tiene ni siquiera aseguradas sus condiciones de posibilidad.
Es evidente la gravedad del problema cuando se refiere al sentido ético de la vida: es la crisis del sentido de la condición del hombre mismo y de la dirección de su vida.
La pregunta que podríamos hacernos es: cuál es la relación entre esta crisis y el pensamiento de Freud. La respuesta, según lo que plantea Juliana, es que existen varios elementos que han contribuido al derrumbe de los elementos éticos. Por un lado se encuentran los males sociales como la tecnología, los inventos atómicos y todo tipo de instrumento de destrucción y, por el otro, el surgimiento de teorías modernas como las de Freud, Marx y Nietzche que han venido a poner en tela de juicio el orden teórico de la ética.
Freud es presentado como uno de los autores que más ha contribuido a la crisis ética, debido a que su pensamiento pone en cuestión los fundamentos mismos de toda moral posible y de toda proyección ética de la vida humana. Sin embargo, como dice la autora al final de su libro, la teoría de Freud deja el camino abierto para la construcción de la nueva ética. El psicoanálisis, podría sugerir la renovación de la moral enmascarada y represiva por una moral más sincera y libre que contemple la verdadera condición humana; pero para ello, la ética tendría que superar los planteamientos que deja el psicoanálisis.
En siete capítulos, Juliana González, hace un riguroso análisis del pensamiento de Freud y pone a la vista los elementos éticos que configuran una comprensión del ser y devenir del hombre en su condición moral.
La moral para Freud sólo es concebida a partir de la represión de los instintos y el deseo sexual por la vida normal o consiente del hombre.
La búsqueda de los aspectos éticos del psicoanálisis, lleva necesariamente a retomar conceptos pertenecientes a la psicología, tales como: consciente e inconsciente.
La represión puede concebirse sólo por la combinación de dos partes: una reprimida y otra represora. La primera, según el psicoanálisis, está representada por el inconsciente y está integrada por los instintos sexuales que permanecen ocultos al surgimiento de la edad adulta del sujeto. El consciente es la parte que aparece como represora y se desarrolla durante la vida adulta; Por el contrario, la parte consciente está integrada por el orden de la realidad, la sociedad, la vigilia, las instituciones, la moral y la cultura.
En la parte reprimida es donde están ubicados la pulsión, el instinto, lo latente, y el deseo sexual o la libido; estos se caracterizan por ser inmorales, autocomplacientes y narcisistas.
Como señala la autora, el descubrimiento del consciente y del inconsciente fue un acontecimiento anterior al psicoanálisis, pero lo innovador de la teoría de Freud es el reconocimiento de la relación inevitable entre ambos y la permanencia, e incluso la supremacía, del inconsciente sobre el consciente.
La relación contradictoria entre el consciente y el inconsciente no sólo se torna necesaria para el reconocimiento del mundo irracional, sino también para mostrarnos que la moral sólo puede ser posible gracias a la represión que ejerce sobre los instintos y pulsiones de nuestra naturaleza humana. En esta dualidad hay una barrera que nos permite distinguir la vida normal de la patológica, pero lo que formula Freud es que el inconsciente perdura y determina la vida normal o consiente ya que el instinto está reprimido pero no ausente.
Además, es precisamente en la niñez -que es cuando el hombre vive a plenitud sus instintos- donde se origina el carácter moral.
Hay dos aspectos fundamentales que sostiene la tesis freudiana de la moral como represión: la interpretación del sueño y el complejo edípico.
El sueño es una forma de comunicación entre el consciente y el inconsciente; es donde se manifiestan las renuncias o posibilidades desechadas que realizamos en la vida real, pero éstas se mantienen no se destruyen y salen a flote durante el sueño casi sin censura; se manifiestan abiertamente los deseos sexuales inmorales que la mayor parte de la vida permanecen reprimidos y ocultos. De tal forma que el sueño para Freud, es una manifestación del mundo interior y, por lo tanto, la comprobación de su existencia.
La interpretación de los sueños también significa que hay una antítesis entre moral y vida, porque, como se reconoce, la satisfacción del deseo que el sueño representa es esencialmente egoísta, es decir, se busca ante todo la satisfacción propia, mientras que la moral nos impulsa hacia otros, hacia el deber. Sueño y moral se presentan como antagónicos; el sueño es testimonio de que el mal no se elimina sino que sigue viviendo en el hombre buscando su realización.
La mayor parte de la obra de Juliana González gira alrededor del sueño y del símbolo edípico, este último representa el acontecimiento crucial en la evolución psicológica del sujeto que se encuentra en la base de todo psiquismo singular y, representa la experiencia histórica de la humanidad.
El Edipo que plantea el psicoanálisis, nos muestra cuál es el origen de la moral en el hombre, ya que representa, según Freud, lo deseado y lo prohibido; asimismo, la evolución psíquica del sujeto de la edad pre-moral donde se anuncia su final, el paso esencial por el que se accede al orden de la moralidad.
La obra de Juliana González, nos permite conocer cómo el psicoanálisis formula cuestiones éticas para comprender, desde la evolución individual hasta la evolución social, los problemas a los que actualmente se enfrenta la Ética y sus fundamentos.
* Juliana González: El Malestar En La Moral. Freud y la crisis de la ética. México, UNAM.