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Año: 2020 Mes: MAYO-AGOSTO Número: 87
Sección: INVESTIGACIÓN Apartado: Investigación Educativa
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NEUROEDUCACIÓN EN EL PROCESO DE ENSEÑANZA Y SU IMPLICACIÓN DIDÁCTICA EN LA EDUCACIÓN BÁSICA
Mtro. Roberto I. Ramírez Ávila

Resumen

De acuerdo a recientes investigaciones en el campo de las neurociencias cognitivas del aprendizaje, surge un campo de aplicación en el ámbito de la educación, cuya referencia indica su pertinencia para el fortalecimiento de la práctica pedagógica en los docentes que laboran especialmente en los niveles escolares de preescolar, primaria y secundaria. El presente artículo, describe y argumenta las implicaciones didácticas, los alcances y retos que tendrán que tomarse en cuenta, si están dispuestas las autoridades educativas en transformar el sistema educativo, con base en el enfoque del aprendizaje del cerebro; en su lado incierto da ocasión para crear neuromitos en la práctica de los docentes, un riesgo a ser considerado para que exista la necesidad de construir puentes disciplinarios que puedan identificar y consolidar el campo de la Neuroeducación, como herramienta de esta era de los conocimientos y la digitalización. Se agrega y describe una experiencia de redes sociales (Facebook y Whatsapp), sobre el interés en estos campos de estudio.

 

Palabras clave: enseñanza, didáctica, aprendizaje, educación básica, neuroeducación, redes sociales

Summary

According to recent research in the field of cognitive neuroscience of learning, a field of application arises in the field of education, the reference of which indicates its relevance for the strengthening of pedagogical practice in teachers who work especially at the school levels of preschool, primary and secondary. This article describes and argues the teaching implications, scopes and challenges that will have to be taken into account, if educational authorities are willing to transform the education system, based on the approach of brain learning, also identified by experts such as Neuroeducation. It adds and describes a social networking experience (Facebook and Whatsapp), about the interest in these fields of study.

Keywords: teaching, didactics, learning, basic education, neuroeducation, social networks

 

 

ANTECEDENTES

La década de los años noventa (s. XX), fue un periodo importante y significativo en los descubrimientos y avances que desarrolló de manera particular los estudios sobre el cerebro humano. Especialmente, lo concerniente a estudios en el campo de las neurociencias cognitivas, cuyas aportaciones a la psicología, psiquiatría y psicopedagogía, dio elementos suficientes para comprender el fascinante escenario que se abría paso para su adecuación y adaptación en el ámbito educativo.

 

 El hecho contundente de los resultados obtenidos experimentales, que no sólo revelaban la actividad cerebral en sus distintas y múltiples funciones y actividades interconectadas que ya podían dar una explicación de las millonésimas conexiones entre las redes neuronales, podría fundamentar y dar sustento científico de por qué aprendemos y cómo lo hacemos, fue parte de lo que inició la OCDE (1999), a través del proyecto “Ciencias del Aprendizaje e Investigación sobre el Cerebro, creado por el Centro para la Investigación y la Innovación Educativas (CERI).

 

En el texto titulado, “La comprensión del cerebro. Hacia una nueva ciencia del aprendizaje, se planteó la necesidad de establecer un diálogo para encontrar aplicaciones derivadas del campo de la investigación del cerebro hacia el aprendizaje, derivados de dicha investigación. Abrieron paso fértil para dar inicio a las ciencias del aprendizaje, lo cual implicaba lograr un consenso respecto a las posibles y potenciales aplicaciones de estas investigaciones en el entorno educativo, especialmente en la escuela de nivel básico.

 

Entre sus objetivos planteados se indicaba: informar sobre un diálogo creativo entre distintas disciplinas e intereses, entre ellos, las aportaciones de la neurociencia cognitiva, la psicología, la educación, la salud y el diseño de políticas; descubrir las perspectivas que podría ofrecer, en ese entonces, la neurociencia cognoscitiva a la educación y a la política educativa; y, la de identificar aspectos e interrogantes para la comprensión del aprendizaje humano en las áreas en las cuales la educación necesita ayuda de otras disciplinas; es decir, como lo desarrolló por su parte Howard Gardner (2000), las aportaciones que se derivaron de la llamada revolución cognitiva desde la década de los años 50s, del siglo pasado, trajeron consigo campos de estudio y experimentación en los que contribuyeron a la existencia de aportaciones particulares de las ciencias de la información y comunicación, la cibernética, la lingüística, la filosofía y antropología. Fueron puentes en construcción que dio origen a distintos enfoques mentalistas que contribuyeron no sólo a importantes debates académicos y científicos, adquirió una nueva faceta en la comprensión compleja de la conducta vista desde sus aproximaciones biológicas, neurofisiológicas y sin dejar de lado las significativas contribuciones que realizó el campo del psicoanálisis a la psiquiatría clínica.

 

Cabe mencionar que antes de esta revolución científica cognitiva, las reflexiones filosóficas de René Descartes (1649) sobre la idea del dualismo (cuerpo-alma), hacía mención sobre la glándula pineal donde se supone se podría localizar esa estructura y que aun en tiempos actuales persiste su debate.

 

Posteriormente, le siguieron en ese camino de estudio, Le Roy (1755) con su terapia basada en electroconvulsiones aplicada a ciertas enfermedades de tipo mental; Frans A. Mesmer (1774) y su propuesta sobre el magnetismo animal (mesmerismo); L. Galvani (1791) y sus aportaciones sobre la aplicación de las estimulaciones eléctricas en ranas a los centros nerviosos que rigen los movimientos musculares; F. J. Gall (1808) que se enfocó en tratar de explicar cómo los procesos mentales son de origen biológico y provienen directamente del cerebro, aunque con su propuesta de explicar a través de la frenología, o teoría de la localización para determinar por ejemplo, los instintos, propensiones y talentos, o también sobre las disposiciones morales e intelectuales de los hombres y de los animales; J. Parkinson (1817) que hace mención en una publicación sobre la parálisis trepidante; Marie-Jean-Pierre Flourence (1824) que desarrolló anestesia para localizar funciones en el cerebro; T. Schwann (1838) que logró describir las células que forman las vainas de mielina en el sistema nervioso periférico; H.V. Helmholtz (1849) que continuó las investigaciones de Galvani y descubrió que la electricidad es el medio para que las células nerviosas transmiten señales y midió la velocidad de conducción eléctrica; G. Hutington (1872) describe los síntomas de una enfermedad mental localizada en la corea hereditaria (Corea de Hutington); C. Golgi (1873) publica sus trabajos sobre el método de tintura de nitrato de plata para localizar células nerviosas, que junto a S. Ramón y Cajal (1906), logran obtener el premio Nobel éste último, por su contribución a describir y explicar lo que son las células nerviosas (neuronas) su comunicación, la especificidad de las conexiones y el principio de la polarización dinámica para describir cómo la corriente eléctrica va desde las dendritas (origen) hasta el axón (salida); C. Wernicke (1874) aborda el estudio sobre las lesiones cerebrales que provocan alteraciones en la comprensión del lenguaje; J. M. Charcot (1877) se especializa sobre las enfermedades nerviosas y viene a ser el precursor de la llamada psicopatología y es considerado como fundador de la neurología moderna; G.G. de la Tourette (1884), discípulo de Charcot, describe la enfermedad de los tics; H. Ebbinghaus (1885) es el primer científico que aborda el estudio sobre la memoria y su relación con el aprendizaje; E. Kraeplein (1896) en su estudio distingue lo que es la demencia precoz (esquizofrenia) y la psicosis maniaco depresiva (desorden bipolar); E. L. Thorndike (1898) alumno de W. James, comienza a describir la ley del efecto, principio de la conducta operante o instrumental; S. Freud (1900), inicia sus estudios sobre psicoanálisis y publica su libro: “La interpretación de los sueños”; J. Bernstein (1902) discípulo de Helmholtz, propone la teoría de la membrana porosa para establecer la diferencia potencial interior y exterior de la célula nerviosa; I. Pavlov (1904) descubre el origen que dio origen al condicionamiento clásico, la habituación y la sensibilización; A. Alzheimer (1906) describe en su estudio lo que vendría a ser la enfermedad de la degeneración presenil; E.D. Adrian y Charles S. Sherrington (1932) reciben el premio Nobel por sus contribuciones y aportaciones a la neurociencia al explicar la inhibición y excitación de las neuronas que determina la acción del sistema nervioso y se acuña el término de sinapsis y propiocepción; N. Chomsky (1957) cuya importante contribución al campo de la lingüística vino a orientar la comprensión sobre su vínculo con los procesos cognitivos.

 

No queremos agotar la infinidad de aportaciones y contribuciones que anteriormente han enriquecido el campo de estudio multidisciplinario de las neurociencias cognitivas del aprendizaje que actualmente se realiza a nivel mundial, sólo quisimos dar un vistazo general histórico de estas aportaciones e importantes estudios que vienen a darle sustento a lo que ya en el siglo XXI, comienza a dar fruto e interés hacia los posibles puentes de enlace entre las neurociencias cognitivas del aprendizaje aplicados al ámbito educativo. A continuación haremos mención sobre algunos elementos y aspectos que se relacionan directamente con dicha aplicación y que, en países como España, Francia y en América Latina Argentina, Chile y Colombia, comienzan a divulgar experiencias relacionadas con la llamada Neuroeducación.

 

Cabe aclarar que los estudios y proyectos relacionados con el cerebro, fue lo que se desarrolló hace un par de años atrás en 2014, con un proyecto costosísimo que, comenzó con un apoyo financiero de 3 millones de dólares y posteriormente se incrementó a 4,500 millones de dólares, apoyado durante el gobierno de Obama, el BRAIN (Brain Research for Advancing Innovative Neurotechnologies), con el cual se pretendía que se realizaran estudios entre el Instituto Nacional de Salud y la Agencia de Investigación de Proyectos Avanzados de Defensa (DARPA), desarrollaran investigaciones peculiares que dieron impulso considerable a la integración entre la neurociencia y la ingeniería biomédica, que dio origen a la llamada neuroprostética, con el objetivo de desarrollar prototipos neurales asistidos por computadora que podrían ser utilizados con soldados que regresaban de la guerra de Afganistán e Irak, con problemas motrices debido a daños cerebrales o con daños mentales, pero también la defensa estadounidense estaba interesado en usar dispositivos que les permitía a los soldados y marines aumentar la percepción de un analista de inteligencia militar al intentar la interpretación de fotografías aéreas (Rose & Rose, 2016).

 

¿Qué es la Neuroeducación?

 De las recientes aportaciones para delimitar este nuevo campo de la educación que está basada en el enfoque del aprendizaje del cerebro, término acuñado por Francisco Mora (2013), el cual indica que la neuroeducación vendría a ser “una nueva visión de la enseñanza basada en el cerebro”, y lo que se estableció como referente, en una publicación de la OCDE (2017), Pedagogical Knowledge and the Changing Nature of the Teaching Profession, en la tercer parte del texto (“21st Century demands on teacher Knowledge”), inicia preguntando por qué no, la neurociencia les informa a los docentes sobre el conocimiento pedagógico que se requiere en la educación del presente siglo basado en la sociedad de la información y de los conocimientos. De acuerdo a este documento, se argumenta que las investigaciones del cerebro adquieren nueva información con el potencial de transformar la educación. Ello significa que dicha transformación puede tener un impacto particular en la formación de los docentes que podría beneficiar la integración y la conceptualización que tienen respecto a sus alumnos. Mediante las evidencias que registran las investigaciones de las neurociencias cognitivas puede ser considerada como valiosa fuente de pruebas que pueden influir en la forma como los (as) profesores (as).

 

De estas evidencias derivadas de las neurociencias cognitivas, tenemos lo que sustenta el reconocido neurocientífico francés Stanislas Dehaene (2015), en sus diversas investigaciones y estudio publicados, que por ejemplo, describe cómo es que el cerebro aprende a leer y se pregunta: ¿Qué es leer y cómo es que logramos hacerlo?, de acuerdo a la investigación experimental registrada durante veinte años devela que el registro de las imágenes del cerebro indican que el cerebro puede identificar patrones de reconocimiento de la escritura y esta se llega a modificar en el transcurso de la adquisición de este aprendizaje.

 

Es entonces, cuando surgen las siguientes preguntas: ¿Cuáles son los circuitos cerebrales que evolucionan a lo largo del aprendizaje?, ¿Qué dificultades debe enfrentar el cerebro del niño?, ¿Qué diferencias existen entre un buen lector y uno no tan bueno?, ¿En qué orden se deben introducir las nuevas ideas en el educando?, ¿cómo elegir ejercicios adecuados? Esto nos lleva directamente a los métodos empleados por la didáctica para aprender a leer y escribir desde la fase inicial de pre-alfabetización al proceso de alfabetización concreta a lo largo de la vida, incluyendo el lenguaje de los medios de comunicación y el derivado de la cultura digital.

 

Y lo mismo sucede en el caso de las otras áreas disciplinarias del conocimiento integradas en la curricula de educación básica, que centradas por el modelo de competencias se identifican como áreas de dominio o campos formativos. Por ejemplo, en el desarrollo del pensamiento matemático que está ahora ya integrado al pensamiento computacional[1], según estudios y experiencias de Jeannete M. Wing (2006), los docentes tendrían que plantearse las siguientes preguntas según Dehaene (2016) a ser investigadas y evidenciadas a través de las aportaciones de las neurociencias cognitivas: ¿Por qué nuestro conocimiento matemático es tan frágil que una pequeña lesión cerebral es suficiente para eliminar nuestra capacidad de cálculo?, ¿Cómo es que un bebé de cinco meses puede saber que 1 más 1 es igual a 2?, ¿Podemos comenzar a comprender las restricciones que nuestra arquitectura neuronal impone a nuestras actividades matemáticas? Si tal como expone Dehaene, existen evidencias que hay algunos animales que pueden calcular y realizar operaciones aritméticas simples, con mayor razón cuando se trata de humanos, especialmente niños que aún no han estado en la escuela y sólo lo aprenden en casa.

 

Es otro indicador significativo de tomar en cuenta como lo expone Gardner (1993), lo que este experto observó en la educación de EU, que al parecer, cuando publicó su libro: “La mente no escolarizada”, y se planteó ¿por qué los estudiantes no dominan aquello que debieran haber aprendido?, y argumentaba que aún que el sistema de la educación establecida no había logado comprender sobre el aprendizaje escolar sobre los errores de conceptualización que en cada estudiante existe un niño de cinco años con una mentalidad no escolarizada que lucha por salir y expresarse pero no lo logra realizar.

 

Esto significa, que las instituciones educativas están muy lejos de lograr que la formación y el desarrollo integral de las personas se cumpla  en su totalidad, que tal como se enseña y se intenta promover el aprendizaje, dista mucho de las concepciones, creencias y percepciones cognitivas donde exista una comprensión completa, es decir, que exista un entorno que sea lo suficientemente favorable para que los niños de educación básica logren desarrollar sus potencialidades y capacidades (sus inteligencias). Sobre todo cuando hay alumnos que reflejan limitaciones neurobiológicas considerables y de desarrollo, limitaciones que les impide aprender, dominar y desarrollar habilidades relacionadas con su entorno inmediato y con las exigencias y requerimientos del mundo contemporáneo, con mucha mayor razón, cuando se trata de situaciones de crisis y contingencias sanitarias (pandemia), sociales y culturales.

 

Existen diferencias y rezagos, desigualdad e inequidad en el acceso a los servicios de una educación básica obligatoria universal, especialmente la situación de las niñas que provienen de núcleos familiares vulnerables. No se puede hablar con buenos motivos e intenciones discursivas oficiales, ni tampoco proponer que puedan formarse de manera armónica, porque sus problemas provienen de su situación socioeconómica y nutricional que impactan de manera considerable en su estructura y madurez cerebral, no menos feliz es la situación de niños que presentan estas mismas carencias.

 

Si queremos que realmente se inserte y fortalezca el proceso de enseñanza y aprendizaje basado en el cerebro en las escuelas de nivel básico, se formen a los docentes en este enfoque, tenemos que revisar la trayectoria experiencial pedagógica de cada docente integrado a una comunidad de práctica que permita vincular el conocimiento de las neurociencias cognitivas como base y consulta, se impulse la creación de espacios donde se pueda pensar desde la planeación didáctica e implementación de estrategias que fomenten por ejemplo, actividades colaborativas para entrenar la memoria, la atención y el desarrollo de las habilidades socio-emocionales.

 

Es parte de lo que a continuación se describe como parte de una experiencia realizada en dos redes sociales: Facebook y WhatsApp, donde hemos podido observar y registrar el interés de parte de docentes, psicólogos, psiquiatras, terapeutas y pedagogos que están frente a grupo y desean cultivarse y aprender sobre este apasionante campo de estudio, sobre todo, que como hemos podido constatar, siguen pensando que a través de la neurociencias cognitivas del aprendizaje, van a poder obtener “recetas para enseñar y fomentar la disciplina y el aprendizaje en el aula”. Son lo que algunos expertos han denominado como neuromitos, los cuales existen y persisten en los docentes.

 

Los neuromitos se pueden presentar cuando los docentes han querido experimentar con actividades para intentar fomentar el desarrollo de la memoria a través del aprendizaje escolar (Grospietsch & Mayer, 2019), o también han intentado representar de manera social las ideas preconcebidas relacionadas con el funcionamiento del cerebro, es decir, ver al cerebro como parte de una objetivación (transformación simbólica e imagen), que se reconstruye acorde a un sistema de valores, en este caso, valores propios de la práctica docente, cuando se piensa que el cerebro sólo consta de dos partes (hemisferios), o de cómo es posible que utilicemos el 10% del cerebro, porque se piensa que esto siempre ha sido así por una imagen natural de este órgano; o con relación al denominado anclaje que permite insertar lo desconocido en un entramado de esquemas conocidos y preexistentes, lo cual permite instrumentalizar el objeto de estudio, en este caso, el cerebro. Y por otro lado, gracias a los sistemas de divulgación propagados por los medios de comunicación, donde se generan comparaciones y metáforas que tratan de difundir la idea de que las neuronas llegan a morir en una determinada edad, o que de las dos partes del cerebro, están divididas sus principales funciones: razonamiento, intuición y creatividad (Forés, y otros, 2015).

 

Neurociencias, neuroeducación y neurodidáctica: Descripción de una experiencia en redes sociales

La experiencia que se describe inicia en el mes de Febrero 2020, año de la pandemia, cuando se me invita a participar, inicialmente, en tres grupos que había creado el Dr. Gonzalo Guerrero (Coatzacoalcos, Ver.), en Facebook: Neurociencia una Nueva Forma de Aprendizaje, NEURODIDÁCTICA, Neurociencia en la Nube, y por último Neurociencia, Música y Aprendizaje, de los cuales posteriormente por los meses de Mayo y Junio, se me vuelve a invitar, pero ahora como administrador de dos de los grupos creados: Neurociencia una Nueva forma de Aprendizaje y NEURODIDÁCTICA, y por iniciativa propia, sigo participando ocasionalmente en el grupo de Neurociencia, Música y Aprendizaje. Esto llevó a crear entre los meses de Abril y Mayo, tres grupos en WhatsApp: Neuroaprendizaje, Neurociencia y Música y Neuroliderazgo, de estos se ha participado más en el primero.

En los grupos de Facebook, ha sido interesante como se ha podido observar y registrar, la cantidad de personas interesadas que solicitan integrarse en Neurociencia la Nueva Forma de Aprender y NEURODIDÁCTICA, esto se ha podido comprobar diariamente a la fecha, sea en la mañana, la tarde, en la noche y todavía en la madrugada, se visualizan personas con esta misma solicitud.

 

La mayoría de los solicitantes, en el caso de Neurociencias la Nueva Forma de Aprender, son psicólogos, terapeutas, psiquiatras, docentes de nivel básico (algunos), o de nivel superior de carreras afines a los temas que ahí se exponen durante la semana. Las temáticas en este grupo, se relacionan más hacia el campo de la investigación neurocientífica en lo general, por eso se optó por reorganizar las temáticas del grupo: neurociencias cognitivas con 198 publicaciones, neurociencias del aprendizaje con 71 publicaciones, fronteras de las neurociencias con 61 publicaciones y tecnología neurocientífica con 43 publicaciones. A la fecha se contabiliza un total de 6.6 mil participantes. Se agrega la siguiente Tabla, donde se muestra la trayectoria temporal de los participantes del grupo y el tipo de actividad, las solicitudes de miembros rechazados, solicitudes de miembros aprobados, los miembros que aún están pendientes y la totalidad de miembros que participan en el grupo.

 

(Imagen-1)

 

En el grupo de NEURODIDÁCTICA, a la fecha se cuenta con un total de 4.6 mil participantes. En este grupo, las temáticas se dividen y se organizan por el número de publicaciones realizadas: neurociencia aprendizaje de ciencias con 63 publicaciones, neurociencia aprendizaje y artes con 47 publicaciones, neuroeducación inclusiva, con 34 publicaciones, neurociencia aprendizaje y emociones con 28 publicaciones, neurociencia lenguaje y memoria con 18 publicaciones, neurociencia y aprendizaje de matemática con 16 publicaciones, Inteligencia Artificial con 12 publicaciones, y Neuroeducación y funciones ejecutivas con 7 publicaciones. Estos datos son significativos al compararlos con el grupo anterior, porque se ha encontrado que existen, en el caso de este grupo, pocas publicaciones, tanto en español como en inglés. Eso revela que aún es incipiente el campo de investigación. Otro aspecto es que sólo se han podido localizar dos revistas especializadas en el campo de la neuroeducación, una en español y otra en francés. En la siguiente Tabla, se puede apreciar también su trayectoria temporal a la fecha, junto con el tipo de actividad y participación, personas rechazadas, pendientes y totalidad de miembros del grupo.

 

(Imagen-2) 

 

Es de llamar la atención de que los participantes, que son en su mayoría docentes frente a grupo, piensan que van a poder obtener alguna receta o estrategia didáctica basada en el aprendizaje del cerebro para poder implementarla con sus grupos, lo cual hace pensar en la necesidad, a partir de lo que se ha logrado observar, de la creación de cursos de formación continua para actualizar los conocimientos pedagógicos y didácticos de estos docentes en los temas de las neurociencias cognitivas del aprendizaje y sus posibles puentes epistemológicos experimentales y de aplicación concreta en el aula o en entornos virtuales de aprendizaje. Cabe mencionar que actualmente ya se cuenta con un curso elaborado dirigido a docentes de educación básica y media superior relacionado con la neurociencia y la enseñanza con una duración  de 50hrs, completamente en línea a través de CCLAB (Consultoría y Competencia Laboral), se puede obtener mayor información al correo: consultoria.cclab@gmail.com

 

Otro punto importante para aclarar, es que todavía se carece de datos suficientes para saber sobre el tipo de actividad profesional que se dedican las personas que están registradas en los grupos mencionados, aunque en el caso del grupo de neurodidáctica, la mayoría son docentes frente a grupo (desde nivel básico a nivel superior y otros que tal vez, su actividad está relacionado con la capacitación de recursos humanos), pero de vista general, podemos asegurar que las personas registradas son provenientes de Centroamérica (El Salvador, Guatemala, Panamá), y de América del Sur sus participantes provienen del Perú, Argentina, Colombia, Chile, donde se ha observado que existe mayor interés en estos campos de estudio.

 

Inclusive existen casos aislados de personas que pertenecen a asociaciones o grupos especializados en terapéutica, relacionadas con problemas de aprendizaje (TDAH, Asperger) o conducta, han aportado materiales diversos (libros, artículos, videos, webseminarios y hasta congresos internacionales).

 

Pero también, parte de la experiencia de administrar este tipo de grupos en esta red social, es que nos hemos topado con personas que quieren promocionar pláticas y pequeños webseminarios de un solo día en Zoom, herramienta digital que ya se puso de moda con la pandemia este año, pero también como administrador hemos tenido que borrar materiales que quieren promover otro tipo de contenidos y temáticas que no se relacionan con el tema central del grupo, pero con un aviso que se dispone en grupos de Facebook, permite establecer ciertas reglas y normas de participación, hasta el momento, sólo en una ocasión casi al principio, se tuvo que sacar a una persona porque el tipo de material videográfico que quiso divulgar estaba asociado más a temas políticos de su país, esto se ha observado principalmente con personas de Colombia y Perú.

 

Cabe señalar que para que las personas solicitantes puedan ser aceptadas en estos grupos, tienen que contestar tres preguntas, con las cuales se puede detectar si tienen o no el conocimiento básica por ejemplo, en el caso del grupo de NEURODIDÁCTICA, las preguntas son: “¿por qué es importante comprender los fundamentos teóricos de las neurociencias?, con cuatro opciones de respuesta; ¿de qué manera se podrían implementar estrategias didácticas basadas en las neurociencias del aprendizaje?, con cuatro opciones de respuesta; y, ¿Qué espera obtener de los conocimientos de las neurociencias aplicadas al ámbito educativo?, aquí la respuesta es abierta. Se ha rechazado a personas que no tienen idea de los contenidos y se asoman para incrementar la cantidad de grupos inscritos, pero son personas que no presentan actividad académica, se ha registrado entre los solicitantes, personas que realizan actividades de comercio, son empleados de oficinas e instituciones públicas de sus gobiernos, o también son amas de casa que quieren conocer y aprender como cultura general. Se ha optado por seleccionar a personas que si presenten y describan su actividad profesional relacionada con las neurociencias y carreras afines.

 

En el grupo de Neurociencia la Nueva Forma de Aprender, las preguntas que los solicitantes tienen que contestar como filtro son dos preguntas abiertas: ¿Por qué quieres formar parte de éste grupo? Este es un grupo de investigación ¿cuál será tu aportación?   

De los grupos señalados de WhatsApp, lo más peculiar y relevante, es que entre los participantes se encuentran académicos que se dedican en su práctica profesional al estudio o cátedra de temas relacionados con la neurociencia cognitiva, psicología cognitiva o psicopedagogía, provenientes de diferentes países: México, Honduras, Argentina, España, Perú, Guatemala, Chile principalmente. En estos grupos se ha caracterizado por una actividad permanente de intercambio y aportaciones compartidas de libros en formato electrónico (Pdf), por lo que con estos intercambios nos ha permitido obtener un crecimiento considerable de la biblioteca personal, pero también se ha compartido anuncios e invitaciones a la realización de webseminarios y congresos internacionales relacionados con la temática de las neurociencias cognitivas del aprendizaje y del campo propio de las neurociencias. Inclusive, ya hubo una docente de Uruguay que ha extendido una invitación para que el 2021, podamos participar en un congreso internacional sobre estas temáticas.

 

De ahí surgió la idea de presentar la experiencia colaborativa de este grupo, con el propósito a mediano y largo plazo de poder intercambiar experiencias y proyectos académicos, es decir, la creación de una red académica latinoamericana de Neuroaprendizaje, pero sólo está en fase de lluvia de ideas de manera general, se espera avanzar sobre esta propuesta para concretarla y comenzar la planificación y la estrategia logística de manera colaborativa a través de este entorno de red social como parte de una experiencia significativa que puede ser evidenciada y compartida en otras comunidades de práctica educativa.

 

CONCLUSIÓNES

En este artículo que abordó el tema de las neurociencias cognitivas y su posible vinculación al ámbito educativo y que de acuerdo a una opinión argumentada y reflexión personal, se encuentra actualmente en una fase de construcción teórica y metodológica como campo emergente, significa que aún falta por explorar e investigar mediante estudios experimentales comprobables que la llamada neuroeducación, puede realmente ofrecer suficientes elementos que permitan establecer esos andamiajes psicopedagógicos con el campo multidisciplinario de las neurociencias cognitivas del aprendizaje, a partir de experiencias y evidencias palpables que puedan explicar los alcances de su implementación en el espacio del aula escolar a nivel de educación básica, y que se atienda en ese sentido, la formación continua de los docentes frente a grupo, de modo que también se revisen sus limitaciones y posibles errores de aplicación, si dichas experiencias didácticas de enseñanza no pueden ser verificadas y comprobadas que describan y hagan planteamientos sobre la forma como se enseña y aprende basados en el cerebro.

 

Afortunadamente existen algunas experiencias en EU, Europa y otras en América Latina, enfocadas para la educación básica y media superior, aunque en esta última región, se carece de registros y evidencias claras, porque si bien se han logrado crear asociaciones y grupos  con direcciones electrónicas de neuroeducación y neurodidáctica, aún prevalece la duda de sus efectividad y calidad, sobre todo, la inexistencia de parámetros cuantitativos y cualitativos que puedan demostrar, por un lado, las dificultades de aprendizaje que se presentan en las actividades del aula, y de cómo los docentes que hayan adquirido el conocimiento y las herramientas didácticas y metodológicas de enseñanza y aprendizaje basadas en el cerebro, puedan fortalecer y activar formas creativas e innovadoras aplicadas a la memoria, la atención y desarrollo de las habilidades socio-emocionales entre otras que puedan estar integradas de manera interdisciplinaria por ejemplo, para el aprendizaje de las matemáticas, ciencias con el arte, etc.

 

Si como lo anota la OCDE (2017), el conocimiento pedagógico que se requiere, desarrollen y lleven a la práctica los docentes, tiene ahora que estar fundamentado en las neurociencias cognitivas, queda un reto importante para las instituciones de formadores y para los sistemas educativos. Queda entonces, abierta la invitación para los que quieran sumarse en la realización de estos proyectos educativos que se orientan hacia una nueva normalidad líquida diría Zygmunt Bauman en nuestra sociedad y civilización humana.

 

FUENTES DE CONSULTA

 

 

Dehaene S. (2015). Aprender a leer: De las ciencias cognitivas al aula. Argentina, Siglo XXI

Dehaene, S. (2016). El cerebro matemático. Cómo nacen, viven y mueren los números en nuestra mente. Argentina, Siglo XXI

Forés, A., Gamo, J., C. Guillén, J., Hernández, T., Ligioiz, M., Pardo, F., & Trinidad, C. (2015). Neuromitos en educación. El aprendizaje desde la neurociencia. Barcelona: Plataforma Editorial.

Gardner, H. (1993). La mente no escolarizada. Cómo piensan los niños y cómo deberían enseñar en las escuelas. España, Paidós

Gardner, H. (2000). La nueva ciencia de la mente. Historia de la revolución cognitiva. México, Paidós

Grospietsch, F., & Mayer, J. (2019). Pre-service Science Teachers´ Neuroscience Literacy: Neuromyths and Professional Understanding of Learning and Memory. Frontiers in Human Neuroscience, 1-16. doi:doi: 10.3389/fnhum.2019.00020

Gluck, M.A., Mercado, E., Myers, C. E. (2009). Aprendizaje y memoria. Del cerebro al comportamiento. México, McGrawHill

Mora. F. (2013). Neuroeducación. Madrid, Alianza

OCDE (2017). Pedagogical Knowledge and the Changing Nature of the Teaching Profession. Paris, OCDE

Ortiz Ocaña, A. (2015). Neuroeducación. ¿Cómo aprende el cerebro humano y cómo deberían enseñar los docentes? Colombia, Ediciones de la U

Rose, H., & Rose, S. (2016). ¿Puede la Neurociencia cambiar nuestras mentes? Madrid: Morata.

Tokuhama-Espinoza, T. (2011). Mind, Brain, and Education Science. A Comprehensive Guide to the New Brain-Based Teaching. New York, London, W.W. Norton and Company

 

 

[1] https://www.um.es/ead/red/46/zapata.pdf


Artículo publicado en la Revista Xictli de la Unidad UPN 094 Ciudad de México, Centro, México. Se permite el uso citando la fuente u094.upnvirtual.edu.mx

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