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Un acercamiento a la estructura familiar a través de la producción cinematográfica de Ismael Rodríguez
Nosotros los pobres y Ustedes los ricos

Elvia Lucina Pacheco Mora

Asesora de la UPN 094

Introducción

El presente trabajo es una mirada al interior de las familias mexicanas y su proyección en la sociedad mexicana de los años 40 y 50, utilizando como recurso el análisis histórico del cine mexicano que se desarrolla durante 1946 a 1952, particularmente de las películas Nosotros los pobres y Ustedes los ricos, producción cinematográfica de Ismael Rodríguez

Considero que estas cintas inauguran de manera formal el cine urbano cuyas historias desarrollan temas de la vida cotidiana en la ciudad. A partir de la conformación de las ciudades podemos estudiar a los sujetos de la historia en este contexto, su dinámica interna caracterizada por distinguir los cambios y permanencias presentes en todo este proceso histórico; Además a la compleja convivencia humana en donde cada uno construye su propia historia y delimita el espacio vital público o privado de su propio desarrollo.

En ese momento la vanguardia cinematográfica en Italia y Estados Unidos consistía en hacer películas sobre la ciudad. En México tal influencia no se hace esperar y las producciones cinematográficas que anteceden a Nosotros los pobres y Ustedes los ricos son entre otros, Mientras México duerme de Alejandro Galindo (1938), El Señor alcalde de Gilberto Martínez Solares (1938), Los millones de Chaflán de Rolando Aguilar (1938) y Del rancho a la ciudad de Raúl de Anda (1941).

El cine mexicano en esa etapa era el resultado de la iniciativa de algunos hombres que invertían su capacidad y su dinero para producir películas, tal es el caso de Ismael Rodríguez, quien para 1947 y 1948, años en que produce las cintas objeto de nuestro análisis ya tenía un gran número de producciones en su carrera como director cinematográfico. Se había unido a sus hermanos Joselito, Roberto, Consuelo y Enrique para conformar la compañía cinematográfica Producciones Rodríguez Hermanos, teniendo como grandes estrellas a los famosos actores Pedro Infante y a Blanca Estela Pavón.

Este artículo se centra en cinco partes específicas: en la primera destaca la importancia del cine como fuente de estudio para el historiador, ya que dicho recurso enriquece significativamente el conocimiento del pasado y del presente de las sociedades actuales.

En el segundo apartado destacó la importancia de las vecindades como espacios de convivencia social, a partir de los cuales se estructuran las familias citadinas durante el periodo alemanista.

En una tercera parte analizó las estructuras familiares que se dan en las dos situaciones económicas extremas que vive la sociedad mexicana: la riqueza y la pobreza, sus características y compleja relación.

En otra parte de este artículo resalto los roles y la sociedad funciones que le asigna a hombres y mujeres, como estos influyen y determinan las relaciones familiares y como se asumen al interior y se proyectan al exterior de la propia sociedad.

Por último me interesa resaltar la importancia de otros personajes que reflejan en su complejidad las relaciones humanas que se dan en la gran urbe y que se caracterizan básicamente por la interacción dialéctica entre los sujetos y la sociedad y la sociedad y los sujetos.

I. El cine como fuente de estudio para el historiador

Este tema hace referencia a un aspecto sobre el cual no ha reflexionado sistemáticamente el historiador. «El cine no entra en el universo mental del historiador»1 (Marc Ferro 1978), tan acostumbrado a las fuentes escritas pero el conocimiento histórico puede ser difundido e investigado a través de múltiples formas -y las manifestaciones artísticas no son la excepción- y los libros no son el único medio de transmisión y preservación del patrimonio cultural de la humanidad.

A partir de la incorporación del cine como fuente de estudio para la comprensión histórica se abre un abanico de posibilidades que nos permiten percibir al pasado como un proceso vivo y al presente como un elemento actuante en el desarrollo social al recrear y mostrar gestos, costumbres, ambientes, valores, deseos, temores, angustias, sentimientos, emociones, anhelos e ideales del ser humano que permiten que el relato histórico sobre una época determinada resulte más fresco y gozoso de lo que suelen registrar muchos tratados tradicionales sobre el tema. Los hechos históricos son vividos por hombres particulares inmersos en la cotidianidad de la cual los historiadores no permanecen al margen y pueden ser los portavoces de una historia cercana, más popular sin que ello signifique falta de seriedad, rigor y compromiso en el estudio histórico.

En una época donde la informática, la información y el mundo de las imágenes invaden nuestro espacio, el cine ocupa un lugar esencial como medio audiovisual que logra atraer a grandes audiencias y por lo tanto requiere por parte de los historiadores, de un tratamiento distinto al momento en el que le planteamos una serie de interrogantes sobre una sociedad determinada, ya que las películas nos permiten alcanzar una zona de la historia oculta, incaptable, no visible2 (Marc Ferro 1978)

El cine es el resultado de una acción colectiva en donde intervienen guionistas, fotógrafos, escritores, directores, actores, equipo de rodaje y en algunos casos especialistas del área literaria o histórica, el resultado producto de ese trabajo colectivo influye en el espectador en el momento de interpretar las imágenes que se les presentan en una sala cinematográfica transformando o influyendo sus gustos y puntos de vista permitiendo que actúen como seres activos o pasivos en la presentación de una imagen real o ficticia de la realidad. El séptimo arte se constituye en uno de los medios más eficaces para que la sociedad en su conjunto y para el historiador en particular, de acercarse al pasado de una manera más crítica apelando al razonamiento, sin dejar de lado la sensibilidad y emotividad que se puede reflejar a través de una película.

Sólo a partir de que consideremos a la historia como un proceso dinámico y cambiante, el cine resulta la vía más eficaz para acercarse a la vida interior de las sociedades, espacio donde se gestan los cambios sociales que le inyectan dinamismo al desarrollo social y que le dan sentido a nuestra labor como historiadores. Finalmente, el hecho de que las películas nos permiten contemplar paisajes, oír ruidos, sentir emociones a través de los semblantes de los personajes o asistir a conflictos individuales y colectivos3 provoca que cada vez un número mayor de historiadores recuperen el cine como una fuente de estudio que les permite enriquecer con elementos novedosos el conocimiento de épocas pretéritas y percibir a la historia como una ciencia útil, atractiva, vinculada con el presente y significativa para los receptores del discurso histórico. A través de él se refleja la realidad como en un espejo que nos devuelve la imagen de nosotros mismos y nos muestra el contexto social, las estructuras familiares las políticas y la cultura de una sociedad en un periodo histórico determinado. Se abre al historiador y al espectador una amplia gama de posibilidades de elección y participación social.

II. Las vecindades vistas como una gran familia

El tema de la familia parecería ser un asunto ideal para que lo trabajen sociólogos, antropólogos, psicólogos, pero también es una función que nos atañe a los historiadores por lo que analizar las estructuras familiares cuyo funcionamiento se refleja en el contexto social y político en el cual se desarrollan las sociedades humanas resulta ser un elemento medular de cualquier análisis histórico.

El director de cine Ismael Rodríguez en sus producciones cinematográficas Nosotros los pobres y Ustedes los ricos filmadas en 1947 y 1948 respectivamente establece como escenario principal la vecindad, espacio donde conviven personajes del arrabal existentes en toda la gran urbe y cuyo principal heroísmo es sobreposar en la pobreza. A partir de la convivencia diaria entre sus miembros se generan sentimientos de unión, solidaridad, fraternidad y amistad, que los transforma en una gran familia no unida necesariamente por lazos consanguíneos, así lo demuestra en éste melodrama popular, en especial cuando Pepe el Toro (Pedro Infante) y la palomilla van y le reclaman a don Manuel de la Colina y Barcena (Miguel Manzano) el que se haya llevado a Chachita (Evita Muñoz) quien a pesar de los lujos considera como su verdadera familia a todos los integrantes de la vecindad. No importa lo que les pase, ellos permanecerán unidos siempre y Dios los acompaña pues su existencia no se cuestiona, a pesar de que el muralista Diego Rivera había plasmado la frase: «Dios no existe» en el recién creado Hotel del Prado, que tantas controversias causó.

Cada uno de integrantes del vecindario refleja la estructura de una sociedad desigual con un marcado tinte urbano que crece desmesuradamente como efecto del proceso de industrialización que caracteriza al gobierno de Miguel Alemán y que sólo beneficio a algunos grupos, en éste caso se presenta dicho sector denominándolos ricos. La familia es enmarcada en la vecindad, en cuyos espacios y paredes se ocultan y desarrollan los rostros e historias de hombres y mujeres, cuyas vidas se desenvuelven diariamente en la gran ciudad de México y que acaban por coincidir y entrelazarse precisamente en la vecindad.

En las producciones cinematográficas analizadas se muestran tanto a los pobres como a los ricos con un apodo que alude a una historia particular dentro del núcleo familiar y social al que pertenecen salvo en dos casos Pepe el Toro, Chachita y Don Pilar. Como lo destaca Octavio Paz en El laberinto de la soledad, «Viejo o adolescente, criollo o mestizo, general, obrero o licenciado, el mexicano se me aparece como un ser que se encierra y se preserva: máscara el rostro y máscara la sonrisa. Plantado en su arisca soledad, espinoso y cortés a un tiempo, todo le sirve para defenderse: el silencio y la palabra, la cortesía y el desprecio, la ironía y la resignación»4. (O. Paz 19) El sobrenombre constituye en este caso la máscara mediante la cual los personajes ocultan su verdadera personalidad y sus ideales, para defenderse y protegerse de los otros.

Los pobres muestran hacia los ricos y los ricos hacia los pobres, ironía ante su pobreza o ante la «soledad» que implica su riqueza y resignación ante el destino y su vida miserable.

Todos se identifican entre sí no sólo por su pobreza, sino por roles específicos que representan determinadas situaciones de vida, la violencia intra familiar encarnada en la Portera matratada por don Pilar, la moral relajada en el Planillas y el Topillos que visitan la cárcel constantemente pero sobre todo se identifican por el sufrimiento que los redime y por la esperanza que nunca desaparece.

La forma en que director de cine Ismael Rodríguez nos involucra con el mundo de la vecindad es a través de dos niños harapientos que sacan del bote de la basura dos libros de estampas que atrapan al espectador en un melodrama popular de marcada denuncia social, donde la ciudad es el macro escenario en el que se reflejan los cambios sociales y donde se concentra un porcentaje de la población rural que llega a la gran urbe atraída por el espejismo del progreso. Los temas urbanos adquieran gran importancia en las producciones cinematográficas de ese momento, destacando principalmente los trabajos de Alejandro Galindo y Roberto Gavaldón en la década de los cuarenta.

III. Estructuras familiares presentes en las películas

a) Nosotros los pobres y b) Ustedes los ricos

Las familias que se presentan en ambas producciones cinematográficas son de carácter disfuncional. Así, el espacio familiar se constituye en una comunidad doméstica regida por normas y expectativas muy diferentes entre sí de las familias pobres y ricas que hoy conocemos. Las principales características de los dos niveles familiares que cada una de las cintas de referencia presentan son:

Nosotros los pobres. La familia principal está encabezada por Pepe el Toro quien aparentemente es viudo, pero los demás desconocen como era su esposa por lo que se especula que la pudo haber matado. Tiene a su cargo a su hija, Chachita quien es en verdad su sobrina y a una madre paralítica (María Gentil Arcos) que sólo se comunica a través de los ojos y de las expresiones faciales. La figura materna está ausente aunque le mencione Pedro a la niña que su madre tenía: «una mirada limpia, bondadosa y con harta dulzura», la califica como santa pero no logra consolar la soledad ocasionada por la pérdida física del ser querido y ella se pregunta ¿por qué se mueren las mamás buenas? Su presencia sólo adquiere sentido para la niña a partir de la muerte de La Tísica (Carmen Montejo) que representa la figura materna por excelencia y al final Chachita alude que no existen engaños porque ahora si tiene una tumba a quien llorar.

En esta familia, el trabajo y el hogar son parte de la misma producción social en la que no se disocia el ámbito público del privado. La carpintería es el elemento que une a los otros personajes de la historia que habitan en la vecindad con Pepe el Toro y Chachita, quien es a su vez, administradora de los gastos, ama de casa y cuidadora de la abuela materna, funciones excesivas para una niña de su edad. En algunas ocasiones aporta dinero al sustento familiar aunque trata de hacerlo a escondidas de su supuesto padre, quien le argumenta que no puede permitir dicha situación pues al hacerlo, la gente consideraría que como proveedor del hogar no puede mantenerlo y en el fondo cuestionarían su autoridad de padre y la figura del macho. En tal caso la familia es una forma de organización económica que se refleja al interior y exterior de la misma sociedad.

Otro ejemplo de estructura familiar lo representa La Romántica (Blanca Estela Pavón), La Portera (Lidia Franco) y don Pilar (Miguel Inclán) quienes viven una situación de violencia intra familiar, donde la madre está supeditada a los caprichos de su esposo quien representa la figura del padrastro. Celia, la hija se rebela constantemente por el maltrato físico de don Pilar, pero comprende que el amor que siente su madre hacia él implica cualquier sacrificio.

En la película Nosotros los pobres también se muestra una visión maníquea en donde los malos son miembros de una familia unida por diversos delitos como es el caso de Jorge Arriaga (El Tuerto) que representa al asesino, golpeador de mujeres y «padrote», y junto a él se encuentra su hermano (José Muñoz) incondicional que recurre a cualquier medio con tal de cumplir con sus propósitos. Ellos son las figuras centrales que mantienen al espectador en zozobra constante y le otorgan un sentido trágico y de crueldad a la historia.

Ustedes los ricos. La familia rica de dicha cinta está representada por Don Manuel de la Colina y Bárcena el verdadero padre de Chachita quien representa la ausencia de responsabilidad, la desunión familiar y la baja autoestima. A diferencia de Pepe el Toro, quien se constituye en la figura central y rectora del núcleo familiar, el padre de Chachita es una figura masculina dependiente emocional y económicamente de su madre, sin carácter, indeciso y que casi se diluye en la trama. Frente a la figura del hombre que lucha y defiende lo que merece (Pepe el Toro), está la de quien ha recibido un patrimonio sin valorarlo ni trabajarlo (Don Manuel).

La figura materna a la cual el director Ismael Rodríguez denomina La Millonaria (Mimí Derba) es autoritaria, carente de dulzura y bondad, considera que el cariño y los sentimientos se compran y que las mujeres se entregan por placer o por interés pero jamás por amor. En éste caso esta figura materna representada en dicha producción cinematográfica rompe con el estereotipo de la clásica madre mexicana proyectada a través del cine, que llega a dar la vida por sus hijos y donde la abnegación y el sufrimiento resultan ser sus principales cualidades. Aquella madre es mala por rica y éstos son buenos por pobres.

Otro integrante de la familia es La Ambiciosa (Nelly Morntiel) esposa de Don Manuel de Colina y Bárcena. Ella ve al matrimonio como un contrato de compra y venta donde la infidelidad no afecta la relación conyugal pues carece de amor; por eso cuando La Millonaria le señala que la compró para su hijo, ella le contesta: que ella no se hubiera casado con él sin venderse.

El tercer integrante es El Cínico (Juan Pulido) tío materno de Don Manuel de la Colina y Barcena, en él se reflejan las ambiciones y los valores de los ricos en un mundo donde a diferencia de los pobres, la pobreza es un defecto. Además éste personaje representa de los ricos la crisis que se vive al interior ese tipo de familia.

Las familias representadas en las películas: Nosotros los pobres y Ustedes los ricos filmadas en 1947 y 1948 respectivamente representan la descomposición que se está dando al interior de la política y las injusticias sociales a que se ve sometida la población de la ciudad de México, que vive ambos extremos de la realidad social: la pobreza y la riqueza. Mientras que los pobres usan overol y andan a pie, el rico viste traje de casimir y viaja en Cadillac y Lincoln, uno vive en residencias y otro en vecindades. Mientras las mujeres pobres se entregan por amor, las ricas lo hacen por ambición. Los pobres son felices, alegres, dicharacheros, dignos, trabajadores, cumplidos, generosos, amables y devotos. Los ricos son egoístas, hipócritas, tristes y solitarios.

Se identifica a lo largo de la cinta en una visión maniquea, lo bueno del lado pobre y lo malo del lado de los ricos. Por lo tanto nos obliga a pensar que ser rico no necesariamente es deseable.

A partir de ello se trata de establecer un mensaje moral concluyendo el director Ismael Rodríguez que los ricos y los pobres no se aman porque no se conocen. Debido a éste planteamiento de vernos reflejado a través de un film constituye un acierto pues las producciones cinematográficas, motivo de dicho análisis van a alcanzar un éxito inusitado desde su estreno en los cines: el Colonial y el Palacio Chino.

Actualmente son las películas que más transmisiones han tenido por televisión y han incrementado la fama de artistas como: Blanca Estela Pavón, Evita Muñoz Chachita, Pedro Infante, Alfredo Fernández «El Pichi», Mimí Derba, Katy Jurado, Fernando Soto Mantequilla, Carmen Montejo, Delia Magaña, Miguel Manzano entre otros. Además se han creado personajes que sirven como modelo a otras producciones cinematográfica como por ejemplo: La Guayaba y la Tostada, o bien personajes que se han quedado en nuestra memoria como La Chorreada y el Torito.

IV. La presencia de las figuras femeninas y masculinas en las películas

Nosotros los pobres y Ustedes los ricos

La mujer como madre, hija y esposa

En el caso de ambas producciones los papeles que asumen las mujeres es de total sumisión salvo en el caso de Mimí Derba que rompe con la idea de que la mujer tiene un carácter débil, y tiene como principales virtudes el ser amorosa, comprensiva, abnegada, sumisa, dulce y generosa. Para poder analizar con mayor precisión éstos puntos desglosaré cada uno de ellos:

a) La mujer madre. En ambas películas Nosotros los pobres y Ustedes los ricos se presentan tres ejemplos específicos, el primero es el de La Tísica (Carmen Montejo) quien fuera burlada por Manuel De la Colina y Bárcena y de esas relaciones nace Chachita. La madre de Chachita representa en palabras de Octavio de Paz a la Chingada, la mujer abierta, violada, burlada. «En efecto, toda mujer, aun la que se da voluntariamente es desgarrada, chingada por el hombre»5 y relegada por su familia y en éste caso por Pepe el Toro pues él no perdona y sólo acepta a la hija bastarda. Su hermana debía ser decente y al no cumplir con dicho precepto se le rechaza y se le trata con indiferencia situaciones estas que lastiman más que el maltrato físico. Herencia histórica la situación que viven las mujeres dentro del ámbito familiar y social, éstas no han cambiado sustancialmente Las mujeres ocupan una posición poco envidiable, objeto de abusos, de desfloración antes del matrimonio, las madres solteras y abandonadas, las viudas seducidas y embarazadas por un vecino son víctimas propiciatorias para los chismes del entorno, o sencillamente engañadas por el marido, no pueden contar con otro apoyo mientras las autoridades civiles y a menudo los parientes se muestren indiferentes a su suerte.6 La condena eterna es una constante y sólo puede tener contacto con su hija cuando agoniza y por el sólo hecho de morir adquiere la categoría de buena madre y el perdón social. La Tísica era quien padece más dolor y dudas, quien es más susceptible al miedo y al rechazo. La redención llega a cambio de la vida.

b) La Millonaria (Mimí Derba) representa la riqueza, el poder, la corrupción, la dureza. Anula como madre la personalidad de su hijo y sólo cuando él muere logra comprender el amor maternal y se percata que el peor castigo a sus acciones es la soledad.

c) La Paralítica (María Gentil Arcos) constituye el vínculo de Pepe el Toro con su hermana Yolanda pero también le recuerda la deshonra familiar, pues su estado de salud se origina a partir de tal acto. La única forma de comunicación que establece con los otros es a través de su mirada que Ismael Rodríguez utiliza como recurso para aumentar el dramatismo de la historia.

d) La mujer como hija. En ambas producciones cinematográficas Chachita se presenta como un personaje que anhela cubrir su soledad con la imagen de una madre. «La soledad, fondo de donde brota la angustia empezó el día en que nos desprendimos del ámbito materno y caímos en un mundo extraño y hostil»7. Asimismo representa al hijo no deseado y ante lo cual su madre prefiere deshacerse de ella, cargando con la culpa eternamente. A Chachita la situación le provoca angustia porque en una sociedad como la nuestra, donde la madre juega un papel fundamental el que carezca de ella, implica desamparo frente a los demás. En su papel de hija cumple con varias funciones dentro del hogar que son excesivas para una niña de su edad pues no sólo administra el dinero, cuida a su abuela enferma y realiza labores domésticas, es sólo a partir de la película Ustedes los ricos que se observa que va a la escuela y su función de protectora de su padre, se traslada a su amigo el Atarantado pues « él no tiene quien lo cuide y ella no tiene nadie a quien cuidar».

e) La mujer como esposa. La Romántica (Blanca Estela Pavón) encarna el amor incondicional que siente una mujer por un hombre; por Pepe el Toro soporta los maltratos de su padrastro Don Pilar, los rumores de infidelidad, la prohibición de hablar con la que se levanta tarde (Katy Jurado) y los reclamos de Chachita que no quiere que nadie ocupe el lugar de su madre. Ante el escarceo erótico debe ser decente y ante la adversidad, sufrida. Por amor se puede entregar a otro hombre con tal de salvar a Pepe el Toro, lo cual implica el sacrificio y la tolerancia de ciertas conductas masculinas. Tal situación parte de la doble moral de las familias, «esa manera de proclamar un comportamiento altamente moral y de practicar otro hecho de ambiciones, de egoísmos y de una sexualidad clandestinamente desatada. De ahí la diferente educación de niñas y niños la preservación de las primeras y la tolerancia e incluso el fomento de experiencias prematrimoniales de los segundos»8. Ella cuenta con el amor que aniquila cualquier sufrimiento y en su papel de esposa cumple la función reproductora asignada por la sociedad, al reponer a los hijos muertos; así la abnegación, sufrimiento y sacrificio son sus principales virtudes.

El hombre como padre

Pepe el Toro representa al macho, a ese ser hermético, encerrado en si mismo, capaz de guardar lo que se le confía, usa una máscara de fortaleza ante los demás para ocultar su propia debilidad. A lo largo de la película Nosotros los pobres oculta el secreto de su hermana burlada pues a él lo chingaron, no chingo a nadie y si revela a los otros está situación sería motivo de burla. Además nunca perdona a su hermana pues una aventura en los hombres es triunfo y en las mujeres derrota. Se espera de él que sea reservado, paciente y sufrido ante las adversidades y los sufrimientos y su ser sólo aflora como tal cuando muere su hijo, El Torito y en ese momento no desea compartir su dolor con nadie, ni con la Chorreada, corre a hombres y mujeres e inclusive le pega a Chachita al menos ello se expresa en la película Ustedes los ricos. Con la Chorreada establece un código de comunicación basado en chiflidos que aluden a detalles íntimos de la pareja.

En la vecindad él es el patriarca de ésta gran familia, a su vez dirige el trabajo a través de su carpintería «La Cooperativa» y al interior de la vida doméstica es el policía de las familias; pues vigila, censura y condena cada uno de los actos y acciones de los integrantes del núcleo familiar. Se desarrolla en una sociedad de privilegios masculinos donde es el seductor por excelencia ya que mismo atrae a mujeres ricas y pobres, que canta y baila danzón (ritmo de moda en ese momento) en El Nereidas, espacio público que ejemplifica a la creación de centros nocturnos y salones de baile durante la etapa alemanista.

V. Otros personajes dentro de las historias de Nosotros los pobres y Ustedes los ricos

En las películas Nosotros los pobres y Ustedes los ricos cobran vida un número considerable de personajes que representan al mundo urbano en toda su magnitud; entre ellos encontramos a:

La Guayaba (Amelia Wilhelmy) y la Tostada (Delia Magaña) representan la conciencia crítica de la sociedad alemanista que en aras de un proyecto económico industrializador margina a los pobres, quienes buscan en algunos casos evadir la realidad a través del alcohol. Otros personajes como El Topillos (Pedro de Aguillon) y El Planillas (Ricardo Camacho) manifiestan conductas reprochables como el robo, por ejemplo.

Otro personaje importante El Bracero (Fernando Soto Mantequilla) representa la deportación masiva de inmigrantes que se habían ido a Estados Unidos atraídos por la demanda mano de obra mexicana que se requería durante el periodo de: La Segunda Guerra Mundial. Trata de imitar el idioma inglés pero obtiene como resultado una extraña mezcla de español e inglés que muy difícilmente entienden los otros. También trata de adoptar las costumbres norteamericanas a lo que Pepe el Toro con un marcado sentido nacionalista le indica que: «Santa Claus es una costumbre gringa y que a los niños mexicanos les traen juguetes los Santos Reyes». El Bracero considera como su familia a los habitantes de la vecindad, les pide sea nuevamente aceptado en su núcleo y a cambio pone a su servicio su camión «El Chimengüenchon», fruto de sus esfuerzos en Norteamérica.

La que se levanta tarde (Katy Jurado) es la mujer seductora por excelencia, que vende su cuerpo y que la sociedad la califica como prostituta. A diferencia de la mujer abnegada que es un ser pasivo, ella es un ser dotado de gran actividad, va y viene, busca a los hombres, los tiene, los abandona. Su movilidad la vuelve invulnerable, asimismo es dura, impía e independiente como el macho al que se le ofrece. Quizá por el peligro que representa no es la persona más idónea para ser amiga de la mujer abnegada.

El Licenciado Montes (Rafael Alcayde) utiliza su status social y su dinero para conquistar a las mujeres. Cuando La Romántica (Blanca Estela Pavón) trata de entregarse a él, por salvar a Pepe el Toro, se da cuenta que el amor desinteresado e incondicional existe entre los pobres y que es factor que los une y les permite superar cualquier adversidad y sufrimiento. Al final desdeña esa propuesta pues considera que no merece un amor condicionado por las circunstancias.

El Atarantado (Alfredo Fernández) es un personaje clave dentro de la película Ustedes los ricos ya que simboliza la falta de protección y el desamparo y será una proyección del director Ismael Rodríguez pues: «cuando incursionó en la industria cinematográfica se le llamó el atarantado y el rey del tropezón».9 Además es el confidente de los secretos de Chachita, cómplice en sus travesuras y su admirador más ferviente.

Conclusiones

El cine como parte de la vida cotidiana, representa para mi sólo una forma de entretenimiento en el mejor de los casos, un recurso didáctico que podía utilizarse ocasionalmente en el aula para destacar un aspecto histórico en particular; sin embargo a partir de que cursé el Seminario: «Historia del Siglo XX. Sociedad y cultura. La familia mexicana II» mi percepción sobre esta manifestación artística ha cambiado y ahora se que la relación que se establece entre historia y sociedad se puede estudiar, analizar y comprender no necesariamente a través de fuentes escritas.

Las producciones cinematográficas son medio idóneos que nos permiten llegar al interior de la vida misma presentando entre otros temas el de las estructuras familiares, cimiento sobre el que se construyen y emergen las sociedades, objeto de estudio de la ciencia histórica. La función del cine va más allá de la descripción del contexto, también nos permite conocer las dinámicas del desarrollo social, posibilita replantearnos el presente, hacernos y hacer nuevas preguntas y asumir como personas o historiadores una actitud más crítica y comprometida con esa realidad específica. Dicha labor no resulta una tarea fácil pues acercarse a este tipo de fuentes requiere de una lectura diferente a la habitual. Se necesita contar con otros elementos metodológicos, no sólo con los aportados por los estudiosos del universo histórico, sino también por los que nos pueda aportar los antropólogos, sociólogos, comunicólogos y literatos, entre otros especialistas del campo de las ciencias sociales. Dicha lectura implica abrir a la historia a la interdisciplina.

Cuando realizamos un análisis del cine como fuente histórica, no debemos dejar de lado que el director además de contarnos una historia, también nos trasmite un mensaje específico. El director de cine Ismael Rodríguez no es la excepción.

Las producciones cinematográficas Nosotros los pobres y Ustedes los ricos representan a esa gran urbe que es la ciudad de México con los problemas que conlleva el crecimiento desmesurado de la población y un proyecto político que busca a toda costa alcanzar el tan ansiado progreso , a través de la vía de la industrialización y del crecimiento económico. El director se propone realizar películas de carácter popular que en ese momento demandaba la sociedad, en ellas se vieron reflejados los pobres se manifiesta una crítica a los ricos moralista cuando señala «que nosotros los ricos tienen el estómago repleto, su oído ha perdido su agudeza ante los sufrimientos de los pobres, por lo que se tiene que hablar más fuerte o incluso gritar para que sean escuchados»; a las cintas de referencia hacen una denuncia social a través del melodrama. Como experto conocedor de su oficio, Ismael Rodríguez utiliza un lenguaje que sea de fácil comprensión para el pueblo, para ello escribe el guión cinematográfico junto con Pedro de Urdimalas utilizando un léxico popular y una serie de frases sentadas atrás de los camiones que le dan un tono chusco y ágil a ésta historia. Para enfatizar las escenas dramáticas se basa en el neorrealismo italiano y mezcla una serie de recursos cinematográficos que aumentan el dramatismo en el espectador, ejemplo de ello es la multiplicación de los ojos de La Paralítica (María Gentil Arcos) que evidencian las culpas de don Pilar (Miguel Inclán) o el uso de la risa y el llanto ante la muerte del hijo de Pepe el Toro o los acercamientos de cámara en la escena de la riña de Pepe el Toro y Ledo (Jorge Arriaga) en el Palacio de Lecumberri. Si a ello le sumamos la unión de una pareja que gustaba al público como Blanca Estela Pavón y Pedro Infante que ya habían realizado algunas películas con Ismael Rodríguez, y la presencia de una actriz juvenil con gran aceptación como es el caso de Evita Muñiz Chachita el éxito era inminente, es el caso del filme de 1952 Pepe el Toro.

Finalmente el cine nos permite acercarnos al interior de nuestras familias y de las sociedades de las , en cuya estructura interactúan seres humanos que no aparecen en las historia oficial o en los grandes tratados históricos, cuya presencia permanece olvidada como si ellos no formaran parte del devenir histórico. Si queremos transformar la ciencia histórica en un asunto que concierna a todos, primeramente debemos darle un carácter más popular y ubicar a los personajes de carne y hueso a la vida cotidiana dentro de la investigación, narración e interpretación históricas.

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Notas

1 Marc Ferro, «El cine ¿un contraanálisis de la sociedad?» en Le Goff, Jacques, Pensar en historia, 2 Vols., Barcelona, Laia, 1978, p-41.

2 Ibídem, p-259.

3 Robert Rosenstone, El pasado en imágenes. El desafío del cine a nuestra idea de la historia. Prólogo de Ángel Luis Hueso, Barcelona, Ariel, 2000, 182 p, p-34.

4 Octavio Paz, El laberinto de la soledad, México, Fondo de Cultura Económica, 2000, 351 p, (Colección Popular/471), p-32.

5 Ibídem, p-87 y 88.

6 Burgiere, Historia de la familia, prólogo de Claude Levi Strauss y George Duby, 2 Vols., Madrid, Alianza, 1988, Vol. 2, p- 198.

7 Octavio Paz, op.cit, p-88.

8 Jacques Donzelot, La policía de las familias, Valencia, Pre-Textos, 1979, p-173.

9 Cfr. Perla CiuK, Diccionario de directores del cine mexicano: quinientos treinta realizadores, biografías, testimonios y fotografías, México, CINETECA, 738 p.

Articulo publicado en la Revista Xictli de la Unidad UPN 094 D.F. Centro, México. Se permite su uso citando la fuente. Dirección u094.upnvirtual.edu.mx