Las lenguas clásicas vivientes en todas las ciencias

Tarsicio Herrera Zapién
Censor de la Academia Mexicana de la Lengua

¿Por qué se necesita la etimología latina o la griega en carreras experimentales como las de biología o química, física o matemáticas? ¿O en carreras humanas como el derecho, la historia, la filosofía o la literatura?

Pues nada más porque no se pueden aprender todos los tecnicismos de uno en uno, ya que día a día se crean nuevos. Y, si buscamos un diccionario de tecnicismos, puede estar rezagado en diez o en cincuenta años ante la avalancha de los descubrimientos y sus neologismos.

Mas hay una solución. Es la que propone el licenciado Gerardo Dehesa Dávila en su flamante volumen ETIMOLOGÍA JURÍDICA, editado por la Suprema Corte de Justicia, México, 2001.

El autor esgrime un argumento irrefutable: la clave del manejo del vocabulario especializado radica no tanto en memorizar los términos, sino en relacionarlos.

Y una clave para relacionar los vocablos consiste en asimilarlos de raíz, o sea, buscar las raíces griegas y latinas de las que se derivan casi todos los tecnicismos humanísticos y científicos, y luego analizar cómo se combinan en los vocablos para poder entenderlos.

En eso insisten trabajos como mi libro La doble perspicacia etimológica (ENP), y como mi Latín en frases célebres (Porrúa), y los manuales de Etimología grecolatina de Julio Pimentel y el suscrito.

Por eso hablo de las lenguas clásicas como de lentes de doble aumento. ¿Queremos ver de lejos? Enfocamos el griego, fuente de tantos tecnicismos. ¿Queremos ver más cerca? Aquí está el latín, nuestra lengua madre.

Arguye atinado Gerardo Dehesa que los símbolos químicos se nos olvidan si no los relacionamos con su fuente clásica. Así, Hg indica al Hydrargyrum, que se remite a las raíces griegas hydor, agua, y árgyros, plata. ¡Eso es! Hg indica «agua de plata», metáfora por el Mercurio.

Así puede seguirse con Au, que indica al Aurum, el oro; con Ag, que indica al Argentum,la plata; con Na, que es Natrium, o sea el sodio; con Ka, que es el Kalium, el potasio; o con Sn, que es el Stannum, el estaño.


El latín clásico

Dehesa proclama con conocimiento de causa, que el latín clásico amplía nuestra capacidad mental y nos da acceso a las ciencias más importantes como el derecho, pues «perfecciona e ilustra la inteligencia del abogado, da precisión y tacto al juzgador, elocuencia al jurisconsulto y facundia al litigante» (p. 64).

El (o la) Internet ha dado nueva lozanía a la lengua latina. En efecto, en la red abundan las páginas sobre la lengua y la cultura latina, además de la griega.

Allí encontramos el Circulus latinus Matritensis, de Madrid. Y el SALVI, Septentrionale Americanum Latinitatis Vivae Institutum, de Los Ángeles, California. Y la AANLS, American Association for Neo-Latin Studies, de Winston, Salem, EU. Y la Familia Sancti Hieronimi, de Austria se trasladó hasta Clearwater, Florida.

Un usuario de la red que escribe desde América, sólo se pudo entender con otro usuario de la lejana Asia, por medio de un latín simplificado.

En efecto, el latín es la lengua universal de la cultura. El inglés ha sido lengua universal en el siglo XX, pero el latín lo ha sido no por uno, sino por veinte siglos. Se universalizó al paso triunfal de los ejércitos de Augusto en el siglo I, p. C.


Una etimología umbilical

El latín es una lengua del todo viva en la cultura. Por algo Alfonso Reyes proclamaba que tenemos la suerte de que «cada palabra de Virgilio excita como en su centro y por el cordón umbilical cada una de las palabras nuestras» (Discurso por Virgilio, 1931. Obras completas, Tomo XI).

A su vez, las ciencias y la tecnología basan su vocabulario en el griego y el latín.

Y proclama el licenciado Dehesa: «El latín fue el vehículo que empleó el Derecho Romano para llegar a su óptimo desarrollo e influir, sobre todos los sistemas jurídicos de Occidente» (p. 91).

El Corpus Iuris Civilis, está constituido por el Codex, los Instituta, el Digestum y las Novellae (p. 93 – 94). Y de él deriva el Codex Iuris Canonici. único código vigente todavía hoy en su texto latino original.


Urgencia de la etimología clásica

No basta saber más o menos los vocablos cultos. Sólo los firmes asideros del vocabulario latino nos evitarán tropezones que nos pueden ocasionar encarcelamientos o multas, operaciones quirúrgicas sacadas de la manga, o tratamientos aberrantes.

Ejemplifiquemos, ante todo, los PARÓNIMOS.

1. No es lo mismo infligir que infringir. Infligir viene del latín fligere, chocar, infligere, imponer; mientras que infringir viene de frangere, romper. Por ello, se inflige un castigo a quien infringe una ley.

2. Dice un joven a su abogado: -Licenciado. Estoy libre. En este oficio rectifican mi condena. – No, muchacho. La ratifican. Rectificar viene de rectus, correcto; mientras que ratificar viene de ratus, confirmado.

3. No hay que confundir coalición con colisión.
Coalición viene de coalescere, unirse; mientras que colisión viene de collidere, collisum, chocar. Por eso una coalición (o confederación) puede evitar una colisión (o choque).

4. Intimar es hacerse amigo íntimo (intimus) de alguien; mientras que intimidar viene de in y de timidus. Por eso no debes intimar con quien te pretenda intimidar.

5. Y no hay que confundir un epígrafe con un epigrama, con un epitafio ni con un epinicio. Los distinguen las raíces griegas epí, sobre; graphé y gramma, inscripción; niké, victoria. No es lo mismo lo encomiástico, lo satírico y lo sarcástico.


Los parónimos homófono dígrafos

Sólo las raíces clásicas nos ayudan a entender que se trata de palabras parecida (parónimos) que suenan igual (homófonos) pero que se escriben de dos maneras diversas (dígrafos).

6. Comparemos «vacante» (de vacare, estar ocioso) y «bacante» (de bacchare, beber vino). Lo digo en un epigrama:
Tengo un empleo vacante. / Lo pide una señorita.
Mas no acepto a la damita / por su aspecto de bacante.

—Igual pasa con voces como «vasto» con V chica (del latín vastus, extenso) y «basto» con B grande (de bastum, garrote). De ahí mi epigrama:

Yo he buscado un profesor / con una cultura vasta.
Uno el puesto me pidió, / mas tomó actitud tan basta,
que a mi oferta no bastó, / pues mi escuela la devasta.

Casos similares los encierro en otros epigramas:
Un viejo amigo acá vino
y dijo: -Gabino, ¡ven!,
no es igual que -¡Venga vino!

Un avaro amo de casa, / tras la partida de caza,
Llora por su bolsa escasa, / Ahora que su hija se casa.


Significados equívocos

Veamos ahora voces cuya fuente latina invita a dos muy diversos significados.

8. Cuando se ha elegido a un candidato inadecuado, él protestará su cargo, o sea, será testis, (testigo) de su propia eficiencia. Mas los súbditos afectados «protestarán» contra su elección, o sea, reclamarán (de protestari, declarar en voz alta) porque no creen en dicha promesa.

9. El adjetivo «deshonesto» se aplica tanto a un impúdico como a un fraudulento (la raíz latina inhonestus tiene los dos sentidos). Entonces, cuando sale un edicto: «Serán castigados los funcionarios deshonestos», no faltará quien piensa: -¡Ah! Cuando vean a un diputado en bikini. ¡Vamos! A la cárcel por deshonesto.

10. El término «amortizar» (derivado de mors, mortis) se usa con denotación positiva cuando se habla de «ir amortizando una deuda», o sea, irla pagando. Mas, por lo contrario, «amortizar un latifundio» es dejarlo improductivo.

Sentidos metafóricos

Una nueva serie de confusiones se debe al sentido figurado, o sea metafórico, de muchas palabras de origen latino.

11. Un preparatoriano protesta: -¿Cómo que debemos venir a la Preparatoria con enciclopedia, si a mí me gusta venirme a pie? Kyklos es rueda, (de allí bibicleta y triciclo) pero, metafóricamente, es estudio universal.

12. «Distraer la atención» es la metáfora léxica que significa hacer pensar en otra cosa. Pero un mal administrador puede distraer la atención de sus clientes para él, en sentido literal, ‘distraer fondos’ (o sea, distrahere, arrastrar lejos), esto es, hacerlos caer en «manos vivas».

13. Es similar el verbo «divertir», que hoy día significa regocijar, pero en siglos pasados era «alejar» (de divertere, llevar por varios lados), como donde Sor Juana canta:

Y si otro amor del tuyo me divierte,
Tú, que me diste vida, me des muerte.

14. Se dice, con sentido metafórico que un rey fue defenestrado (de de, desde lo alto; fenestra, ventana) para indicar que fue expulsado de su alto cargo, no «arrojado por la ventana». No es un asesinato, sino un derrocamiento.

15. Una verdad «inconcusa», no quiere decir físicamente que alguien no la haya golpeado (de in, no; concutere, golpear), sino que las objeciones no la han modificado. Y se llama «concusión» al acto de saquear el erario, como si alguien destrozara un cofre.

16. Si alguien actúa «tentativamente», no se indica que lo hizo «palpando», sino «haciendo una prueba» (de tento o tempto, intentar).


En ciencias experimentales

Y no existe ningún profesionista técnico que pueda manejar cómodamente los miles de tecnicismos de las ciencias experimentales y de las sociales, si no conoce las respectivas raíces griegas y latinas.

Veámoslo con algunos ejemplos.

El verbo griego gennáo indica «dar origen, engendrar», mas puede tener denotación activa o pasiva. Así, una sustancia «patógena», es la que origina enfermedades. Similar es el caso del «hidrógeno», de un «colágeno» o de un «antígeno»

Mas, por el contrario, una enfermedad o alteración «iatrogénica» de un paciente, no hace nacer a los médicos, sino que es causada por ellos.

Demos algunos términos compuestos con el prefijo inseparable griego DYS, con sentido de «mal, difícilmente»:

«Disfasia» es dificultad para hablar (del griego phásis, el habla).
«Disfagia» es dificultad para deglutir (de phaguéo, comer).
«Disfonía» es un trastorno de la fonación (de phoné, sonido).
«Dismnesia» es dificultad para recordar (de mnésis, memoria).
«Disnea» es dificultad para respirar (de pnéo, respirar).
«Dispepsia» es lentitud para digerir (de pépto, digerir).
«Distocia» es parto difícil (de tókos, parto).
«Distrofia» es un escaso crecimiento por mala alimentación (de trépho, alimentar).
«Disuria» es dificultad en la orina (de oúron,orina).
Y no se confundan los compuestos de DYS (mal), con los de A, AN (no), como: anuria, afasia y apepsia.
Y has otros que comienzan con EU (bien): Eufonía, euforia, eupepsia y eufrasia.
Y HEMI aparece en tecnicismos como: hemistiquio, hemiplejia, hemíptero y hemiopía.


Avalancha de pseudodesinencias

Las pseudodesinencias son raíces propias, pero con tantos compuestos, que parecen simples terminaciones. Véanse algunas.

—CRACIA indica «gobierno» en voces como autocracia, teocracia, plutocracia (como en Bill Gates), ginecocracia (como en las lideresas), gerontocracia (como en más de un Fidel). Recuérdese el célebre epigrama de Campos y Sánchez:
Del obrerismo en la lid / es don Fidel tan experto,
Que aún espera, como el Cid, / ser líder después de muerto.

—ALGIA indica «dolor» en palabras como: mialgia, cefalalgia y otalgia.
—FAGO se refiere a «comer», como en ictiófago (de ijthys, pescado) y galactófago (de gála, gálaktos, leche),
—FONO y FONÍA, como en: homófono y megáfono.
—GRAFÍA (de grápho, escribir o describir), como en: botanografía y topografía.
—LATRÍA (de latréo, venerar) como en: ofiolatría y necrolatría.
—MANÍA (de manía, locura), como en: ninfomanía.
—NOMO, NOMÍA (de nomos, ley), como en: eunomía, metrónomo.
—OIDE (de éidos, forma), como en hidroide, esteroide.


Tecnicismos desafiantes

Por lo demás, una serie de tecnicismos ponen a prueba el conocimiento de las raíces clásicas –sobre todo griegas- del científico.

Aquí transcribo algunos de la Etimología médica de Herrera y Pimentel. Los buceamos en el vasto Diccionario terminológico de ciencias médicas, original de «Cardenal» (editorial Salvat, Barcelona).

Un buen amigo médico me pidió una vez que le preguntara algunos tecnicismos grecolatinos. Le enumeré varios de éstos; lealmente me contestó que no podía resolver ninguno.

Sólo quien maneja hábilmente los diccionarios griego y latino puede descifrar esos ferrocarriles de tecnicismos clásicos.

Y a menudo surgen neologismos como «ortorexia», apetencia de los alimentos más dietéticamente «correctos». Y como «neuroteología», estudio de las experiencias sagradas reflejadas en las neuronas.


Actualidades culturales

—Dos términos de plena circulación.

¿Qué tan inteligible es el término «anatocismo»? Viene de aná, por encima, y de tókos, parto, derivación. Si este parto es económico, se refiere a interés. O sea, anatocismo es un interés sobre el interés.

¿Qué es la «enfiteusis? Viene del griego emphyteúo, implantar, enraizar. Es una metáfora que indica una cesión perpetua (Desde luego, no se confunda «cesión», del verbo latino cédere (ceder), con «sesión», del verbo sedére, (sentarse).

El licenciado Gerardo Dehesa se refiere doctamente a la «globalización», fenómeno económico y político, que se extiende a la necesidad de que todos podamos entendernos en una sola lengua.

Muchos textos de diversas ciencias están en inglés, y de ahí la necesidad de buenas traducciones. Nada como saber latín, para poder traducir bien. A ello alude el dicho italiano traduttore, traditore:»Traductor, traidor». (No derivan los dos parónimos del mismo verbo. Traduttore viene de traducere, trasladar; y traditore deriva de tradere, entregar, traicionar).

¿A quién se le ocurriría usar en inglés el verbo to capture para indicar la transcripción en computadora? Señala bien Gerardo Dehesa que se «captura» a los delincuentes, no a los documentos (p. 118). Pero no es un error, sino una metáfora novedosa.

Su magnífico volumen de Etimología jurídica incluye la explicación, en capítulo especial, de 57 locuciones latinas usuales en el derecho. Pero el cuerpo mayor del libro son casi doscientas páginas de vocabulario jurídico explicado.

Naturalmente, los latinismos son los que fluyen a raudales. He analizado el Diccionario de la Real Academia edición XXII, 2001. Y sólo de la letra A he encontrado 42 giros latinos: ab aeterno, ab initio, ab intestato, ab irato, ab ovo, absit, ab aeterno, ad cautelam, ad calendas graecas, ad hoc, ad hóminem, ad honorem, a divinis, ad libitum, ad limina, ad valorem, a fortiori, agibílibus, agnus o agnusdei, agripalma, alátere, álbum, alma mater, a nativitate, ángelus, ánima, antedata, ante diem, ante meridiem, antivirus, a posteriori, a priori, apud, a quo, arate cavate, aréola, armonium, a símili, asperges, atrabilis, audio, axis.

Y como la letra A ocupa 266 páginas, un 10% del total del diccionario, éste incluirá unas 400 expresiones latinas. Así que un idioma que aparece con esta frecuencia en el DRAE no está muerto más que para quienes son malos lectores.

La Etimología jurídica de Gerardo Dehesa es un magnífico antecedente del texto de Latín jurídico que los cuatro juristas de nuestro Centro de Estudios Clásicos tiene ya en prensa. Esto es lo que se llama un reflorecimiento de la latinidad jurídica entre nuestros círculos intelectuales.


Propuestas científicas

He encontrado necesario ayudar a los estudiantes a que en química distingan el significado de los nombres de los elementos anfóteros y de los quelantes; que en zoología distingan los quirópteros, los proboscidios y los coleópteros; que en botánica diferencien las plantas gimnospermas de las angiospermas; que en geometría distingan las líneas secantes y las figuras excéntricas. No deben confundir una «gastrenteritis coleriforme» con un gato enterito con uniforme.

Además, veo necesario comenzar a estudiar la Etimología distinguiendo el ya citado sentido metafórico, del natural. Y deben distinguirse los lexemas equívocos por su significado. Así, los prefijos: In-, dentro, e in-, no; re-, dos veces, y re-, contra; a-, sin, y a-,hacia.

Y hay que distinguir los lexemas equívocos por su raíz. Así, «metrópoli» viene de pólis, ciudad; en cambio, «polímero» viene de polyus, muchos; pero luego, «poliomielitis» viene de poliós, gris; y, en cuarto lugar, «monopolio» deriva de poléo, vender.

¿Son muchas, cuatro raíces equívocas para un solo lexema «poli-»? Pues encontré otro lexema con cinco posibles raíces. Se trata del lexema «fil-»: «necrófilo»incluye el griego philos, amigo; pero, «endecáfilo» incluye phyllon, planta; y, además, «filogenética» viene de phylon, especie; hay una cuarta raíz similar, y ya latina: «filicidio» viene de filius,hijo; y hay una quinta raíz equívoca: filum, hilo, que da las palabras «filo», «filiforme».

Por estos motivos, aporto a la redacción de un programa de Etimología de nivel medio superior, este esbozo de


PROGRAMA DE ETIMOLOGÍA GRECOLATINA DE LAS CIENCIAS

I UNIDAD: Concepto de etimología.
1.1 El sentido natural y el metafórico.
1.2 Los equívocos (por su significado; por su raíz).
1.3 Los parónimos, los homófonos.

II UNIDAD: Etimología de las ciencias físico matemáticas:
2.1 En las Matemáticas
2.2 En la Geometría.
2.3 En la física clásica y en la moderna

III UNIDAD: Etimología de las ciencias químico biológicas
3.1 En la Biología
3.2 En la Botánica
3.3 En la Química
3.4 En la Medicina

IV UNIDAD: Etimología de las ciencias económico administrativas
4.1 En el Derecho
4.2 En la Economía
4.3 En la Cibernética

V UNIDAD: Etimología de las ciencias humanísticas
5.1 En la Filosofía
5.2 En la Historia
5.3 En la Lingüística y en la Filología
5.4 En las Bellas Artes: literatura, plástica, musicología.

APÉNDICE LATINAE SALUTATIONES (T Herrera Z)

1. Bona tibi dies! 2. Bona tibi sit.
1. Crástina erit mélior. 2. Spero semper sic.
(1. Que tenguas buen día. 2. Bueno para ti.
(1. Sea mejor mañana. 2. Siempre espero así).
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1. Vehículum habes? 2. Emi nuper id.
1. Quod est ejus nomen? 2. «Currus pópuli» (Volkswagen)
 
(1. ¿Tienes un vehículo? 2. Poco ha lo compré.
(1. ¿Y cuál es su nombre? 2. Pues Volkswagen es).
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1. Tantum scis quod mémoras 2. At quómodo id fit?
1. Répete constanter. 2- Qui repetit, scit.
   
(1. Sabes si recuerdas. 2 - ¿Y eso cómo es?
(1. Repite constante. 2 – Si repito, sé).
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1. Multos libros habes? 2 - Socius dives est.
1. Estné id bonum tibi? 2 - Peto ut libros det.
   
(1. ¿Tienes muchos libros? 2 – Rico un amigo es.
(1. ¿Y eso en qué te ayuda?

2 – Pido me los dé).