ETICA Y POLITICA PARA AMADOR

Ma. Eugenia Espinosa Carbajal

Ex-Profra. Investigadora de Enseñanza Superior, Miembro Honorario del Colegio de Filosofía de la DGENAM DF.

Fernando Savater, vasco de origen, nació en San Sebastián, España, en 1947. Ha sido profesor de Ética por más de veinte años en la Universidad del País Vasco y en los últimos años de la misma materia en la Universidad Complutense de Madrid. Dirige, junto con Javier Pradera, la revista Claves de razón práctica. Es colaborador en varias publicaciones tanto en España como en otros países, destacando su participación en el diario español El País.

Es un autor prolífico, ha escrito más de 40 libros entre ensayos, novelas y obras dramáticas. La Tarea del héroe, ganó en 1982 el Premio Nacional de Literatura en la modalidad de ensayo; fue galardonado con el Premio Anagrama y el Premio Cuco Cerecedo, otorgado por la Asociación de Periodistas Europeos. Su novela El Jardín de las dudas quedó finalista del Premio Planeta. De sus múltiples obras podemos mencionar: Etica como amor propio (1988) Sin contemplaciones y El jardín de las dudas (1993) El contenido de la felicidad (1994) Idea de Nietzche (1995) Misterios gozosos (1995) El arte de vivir (1995) Diccionario filosófico (1995) Despierta y lee (1998) y El valor de educar (1997) éste último publicado por el Instituto de Estudios Educativos y Sindicales de América.

Etica para Amador se publica en 1991, y un año después aparece Política para Amador. Ambos textos están dedicados a su hijo, concebidos y escritos para ser leídos por adolescentes –de ahí su lenguaje coloquial y sencillo- "su objetivo [explícito en la Etica implícito en la Política] es estimular el desarrollo de librepensadores".

La lectura de sendos libros se hace indispensable, ya que uno es el complemento del otro. La Etica nos da una visión parcial del hombre: la que se refiere a su individualidad. La Política, si bien nos brinda también una imagen parcial del hombre: la del ser social y su vida en comunidad, por ser un libro posterior tiene ya como marco la Etica y hace además referencia continua a ese texto.

El mismo Savater nos habla de esta diferenciación entre ética y política. El último capítulo de la Etica y el prólogo de Política para Amador están dedicados a ello:

La ética es el arte de elegir lo que más nos conviene y vivir lo mejor posible; el objetivo de la política es el de organizar lo mejor posible la convivencia social... la ética se ocupa de lo que uno mismo hace de su libertad [...] mientras que la política intenta coordinar de la manera más provechosa para el conjunto lo que muchos hacen con sus libertades. En la ética lo importante es querer bien [...] Para la política, en cambio, lo que cuenta son los resultados de las acciones, se hagan por lo que se hagan, y el político intentará presionar con los medios a su alcance –incluida la fuerza- para obtener ciertos resultados y evitar otros. (Etica 170)

...la ética es ante todo una perspectiva personal... lo que vale es estar de acuerdo con uno mismo... la actitud política busca otro tipo de acuerdo, el acuerdo con los demás, la coordinación, la organización entre muchos de lo que afecta a muchos". (Política 11) En el terreno ético la libertad del individuo se resuelve en puras acciones, mientras que en política se trata de crear instituciones, leyes, formas duraderas de administración... (12)

Pero así como marca las diferencias entre una y otra, señala también sus puntos de encuentro:

...cualquiera que tenga la preocupación ética de vivir bien, no puede desentenderse olímpicamente de la política [...] la ética no puede esperar a la política [...] Ningún orden político es tan malo que en él ya nadie pueda ser medio bueno; por muy adversas que sean las circunstancias, la responsabilidad final de sus propios actos la tiene cada uno y lo demás son coartadas. (Etica: 171)

La Etica para Amador es un sugestivo texto que nos lleva a reflexionar sobre la Etica, no como aquella materia cuyo estudio en el bachillerato o la escuela normal nos parecía aburrida y sin sentido alguno, sino a la Etica como "el saber vivir, o arte de vivir..." (33) como el mismo nos dice. "Lo que a la ética le interesa, lo que constituye su especialidad, es cómo vivir bien la vida humana, la vida que transcurre entre humanos" (126). De tal manera que vista así, la Etica se nos presenta como algo vital e importante para el desarrollo de nuestra vida.

No hay tema que no aborde en este libro: lo mismo la libertad y la responsabilidad que los premios y castigos; la vida, la muerte, la amistad y el amor; las costumbres, la moral, la virtud y el placer, la culpabilidad y el arrepentimiento; la justicia, la igualdad y la dignidad; la política, la ética y la justicia; lo racional e irracional, la conciencia, y la libertad. Todos son tratados de manera sencilla, coloquial, sin por ello carecer de profundidad.

El libro de la Etica está permeado de una idea central: la reflexión ética o moral no es exclusiva de los doctos o especializados, de quienes quieren dedicarse a la filosofía, sino que es "parte esencial de cualquier educación digna de ese nombre" (10).

Los hombres, nos dice Savater, podemos decir si o no, "...nunca tenemos un solo camino a seguir sino varios." Y eso es la libertad, acerca de la cual nos hace dos aclaraciones:

Primera: No somos libres de elegir lo que nos pasa [...] sino libres para responder a lo que nos pasa de tal o cual modo.

Segunda: Ser libres para intentar algo no tiene nada que ver con lograrlo indefectiblemente. (29)

La libertad, esa posibilidad de elegir, de inventar, trae consigo sus ventajas y riesgos: puedo acertar o equivocarme. Y en el segundo caso, tengo también la posibilidad de corregir o volver a equivocarme. "Libertad –nos dice más adelante- es decidir, pero también...darte cuenta de que estás decidiendo. Lo más opuesto a dejarse llevar..." (55) Y esta actitud nos lleva a preguntarnos por qué actúo así, por qué decido esto en lugar de aquello, si el camino que tomo es lo que más me conviene, lo que nos plantea una nueva cuestión, el de la responsabilidad:

Responsabilidad es saber que cada uno de mis actos me va construyendo, me va definiendo, me va inventando. Al elegir lo que quiero hacer voy transformándome poco a poco. Todas mis decisiones dejan huella en mí mismo antes de dejarla en el mundo que me rodea. (117)

Por lo mismo, "De lo que se trata es de tomarse en serio la libertad, o sea de ser responsable. Y lo serio de la libertad es que tiene sus efectos indudables, que no se pueden borrar a conveniencia una vez producidos." (113). El responsable es aquél que es consciente de lo real de su libertad. Y lo real de mi libertad, el decidir, está relacionado con el sentido de nuestra vida, el de saber vivir o vivir lo mejor posible.

Esa buena vida -nos dice nuestro autor- es una buena vida humana, entre seres humanos, en la que seamos tratados como humanos. La humanización es un proceso recíproco "darse la buena vida y dar la buena vida" van de la mano. Son procesos paralelos y simultáneos. Los problemas éticos, son precisamente, problemas de los hombres y entre hombres. Por ello, nos dice Savater que a los hombres hay que tratarlos con cuidado, como se trata a las cosas más delicadas y frágiles, porque ese mismo trato es lo que uno quiere para sí.

Tratar a las personas como tales, se logra tratando de ponerse en su lugar, para comprenderlo desde dentro, adoptando su propio punto de vista, con la mayor objetividad posible, tomando en cuenta sus derechos y si no los hay, comprender sus razones. Si hacemos esto, nos dice Savater, podremos tener, en el mejor de los casos, simpatía o en su defecto compasión. Esta actitud nos permitirá ser justos..

No podía faltar en la Etica la cuestión del placer, del cuerpo "...somos un cuerpo, dice Savater, sin cuya satisfacción y bienestar no hay vida buena que valga" (149) Este placer es propio de los hombres:

los animales ...emplean el sexo para procrear, ... utilizan la comida para alimentarse o el ejercicio físico para conservar la salud; los humanos en cambio hemos inventado el erotismo, la gastronomía y el atletismo. (150)

Sin embargo, el placer puede distraer más de la cuenta, lo importante es "usar" el placer y no "abusar" de él, lo cual puede tener resultados fatales.

Después de tratar en el último capítulo el tema de la política -como mencionamos al principio- en el epílogo, Savater nos dice: "La buena vida no es algo general, fabricado en serie, sino que sólo existe a la medida. Cada cual debe ir inventándosela...la sabiduría o el ejemplo nos pueden ayudar, pero no sustituirnos." (187)

Para terminar, usando una cita de Stendhal y a manera de despedida, recomienda a su lector: "intenta no ocupar tu vida en odiar y tener miedo". Consejo lleno de sabiduría.

Llegamos así a la Política para Amador. En el prólogo, del cual señalamos ya algunas ideas, Savater, tomando como ejemplo a los griegos, nos dice que debemos participar en política:

Los antiguos griegos [...] a quien no se metía en política le llamaron idiotés; una palabra que significaba persona aislada, sin nada que ofrecer a los demás, obsesionada por las pequeñeces de su casa y manipulada a fin de cuentas por todos.

Pero, ¿por qué debemos hacerlo? Muchas razones nos da nuestro comentado: porque somos seres sociales, esa es nuestra naturaleza –lo queramos o no como en el caso de ser libres-; porque "somos producto, productores y además cómplices" de la sociedad; porque la sociedad nos sirve, pero también hay que servirla, porque estamos comprometidos con la sociedad, querámoslo o no. En pocas palabras: no hay forma de evitar ser social, de vivir en sociedad. (24)

Así inicia su obra Savater. Muchos temas abordará en estos sugestivos e interesantes textos: poder y legitimidad; obediencia y rebelión; racionalidad, consenso y democracia; autoritarismo, totalitarismo y racismo; individualismo y Estado; nacionalismo, tolerancia y derechos humanos, entre otros.

En este libro Savater se nos presenta con toda claridad como el hombre de su época: el hombre que vive el proceso de construcción de la Comunidad Europea; donde las naciones, actuando como pares, se sientan a discutir, negociar, acordar y consensar, las políticas que regirán la vida de cada nación y las que normarán a la Comunidad en su conjunto.

Este proceso, y su formación racionalista e ilustrada, lo ubican en el campo de la modernidad, presentándose como un hombre optimista del presente y del futuro de la humanidad, porque ante todo el hombre, nosotros, somos, para Savater, seres racionales. Y eso nos diferencia de los animales. ¡Qué es la razón? se pregunta: "La capacidad de establecer convenciones, o sea, leyes que no nos vengan impuestas por la biología sino que aceptemos voluntariamente." (27)

Y esto nos lleva a la política: "...la política no es más que el conjunto de las razones para obedecer y de las razones para sublevarse..." La rebelión nos dice, no es contra la sociedad, sino contra una sociedad determinada.

Dedica Savater un buen número de páginas a lo que él llama "la gran invención griega": la democracia. Destaca de ella dos aspectos:

1) la creación de la polis "... la comunidad ciudadana en cuyo espacio artificial [...] gobierna la libertad de los hombres, es decir: su capacidad de razonar, de discutir, de elegir y de revocar dirigentes, de crear problemas y de plantear soluciones;" y

2) el principio de isonomía: es decir, "...las mismas leyes regían para todos, pobres o ricos, de buena cuna o hijos de padres humildes, listos o tontos. Sobre todo, las leyes eran inventadas por los mismos que debían someterse a ellas..." (85)

Y nos cuenta como "...la mayoría de las magistraturas y los cargos públicos de la polis se decidían por sorteo! Como todos los ciudadanos eran iguales, como ninguno podía negarse a cumplir sus obligaciones políticas con la comunidad [...] echar a suertes los cargos políticos parecía a los griegos la mejor de las soluciones".1

Para Savater "...los dos grandes protagonistas del torneo político moderno son: el individuo y el Estado. Y la mejor sociedad, nos dice, es aquella que encuentra un justo equilibrio entre estos dos protagonistas. Sin embargo, en la vida real cada uno de ellos acusa al otro de ser el causante de los males sociales: quejándose unos de la opresión y arbitrariedad estatal y el otro de la desobediencia y egoísmo de los individuos. En esta relación, nos dice más adelante: "creo que el Estado es para los individuos, no los individuos para el Estado" (110) Nos señala con toda claridad los peligros cuando este equilibrio dialéctico se inclina hacia uno de los polos:

Cuando predomina excesivamente el individuo, la armonía del conjunto social puede romperse, nadie se preocupa de sostener lo que debe ser común a todos, los individuos mejor dotados se aprovechan de los más débiles y no reconocen ninguna obligación de solidaridad hacia ellos. [...] Pero cuando es el Estado el que se hincha demasiado, los individuos pierden su iniciativa y la capacidad de sentirse responsables de sus propias vidas...(109)

Inmerso en este proceso de conformación de la Comunidad Europea que señalamos antes, nos dice que uno de los fanatismos políticos es el nacionalismo. Este proceso y su propia experiencia personal explican su preocupación:

Yo he tenido la suerte o la desgracia de sufrir dos nacionalismo en el mismo sitio: el nacionalismo imperial del franquismo que intentaba imponer una ridícula homogeneidad prohibiendo hasta los instrumentos musicales vascos o la lengua, y que metía en la cárcel al que no lo aceptara, y luego la reacción nacionalista. En ambos casos se inventa una realidad distinta de la verdadera, es decir, ninguno de dichos nacionalismo puede aceptar la realidad que existe.

En esta nueva relación entre las naciones y los estados, conocido hoy como globalización. nos señala dos aspectos interesantes:

...lo importante es saber si un Estado respeta los derechos humanos y la ciudadanía política de todos los que en él viven, si es capaz de renunciar a parte de su soberanía para colaborar con otros países al afrontar retos mundiales, si ofrece protección razonable contra la miseria y contra la violencia (127)

...la pugna competitiva exige igualdad humana, reconocimiento mutuo, camaradería en la rivalidad... (95)

Savater nuevamente está pensando en el proceso de la Comunidad Europea, proceso que difícilmente puede extrapolarse a otros acuerdos, convenciones o tratados internacionales.

Mucho más habría que decir del libro de Savater y no acabaríamos nunca, pero lo que hemos intentado aquí señalar, tiene como objetivo motivarlos para su lectura. Los dos libros: Etica y Política para Amador, son lecturas indispensables para quienes estamos preocupados por los problemas de hoy, por el futuro nuestro, de nuestros hijos y del conjunto social, pero sobre todo, resulta obligado para quienes tenemos, de una u otra forma, la responsabilidad de formar –o deformar- a las futuras generaciones, sea en el trabajo directo en el aula –de cualquier nivel escolar-, sea a través de pláticas, conferencias, artículos o ponencias. No podemos ser, como el mismo Savater dice al terminar su texto, idiotés a la manera que lo entendían los griegos.

Notas:

1 Aquí Savater nos deja perfectamente claro que estos derechos eran para los ciudadanos atenienses y que en esa categoría no estaban incluidos ni las mujeres, ni los varones menores ni desde luego los esclavos. La igualdad de todos los hombres vendría muchísimo tiempo después.

 2 Juan Arias. Fernando Savater:El arte de vivir. México, Planeta, 1996. 204p. (Documento) p. 30

* Fernando Savater. Etica para Amador. México, Ariel, 1998. 189p. ( Serie Apeiron, Ariel, 101); Política para Amador. México, Ariel, 1993. 237p. (Ariel,112)

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