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Año: 2014 Mes: ENERO-MARZO Número: 71
Sección: INVESTIGACIÓN Apartado: Pedagogía
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LOS PADRES DE FAMILIA EN LA ESCUELA... ¿POR QUÉ? Y ¿PARA QUÉ?
Laura Monserrath Carmona Tello

Laura Monserrath Carmona Tello

Licenciada en educación secundaria con especialidad en Geografía. Estudiante de posgrado

  

En la actualidad un tema importante para todos los docentes es establecer relaciones de diálogo con las familias para que éstas se integren y comprometan a trabajar en sintonía con la escuela, debido a que es bastante común que los docentes detectamos diferencias entre los valores que se promueven en la escuela y los que desenvuelven las familias. Si partimos con la idea de que los alumnos deberían ingresar a la vida escolar con valores fuertemente cimentados, como el respeto, la tolerancia y la aceptación, entre algunos otros para una convivencia sana y agradable, notamos que actualmente recibimos alumnos que en su comportamiento, vocabulario y actitud, dejan notarla falta de practicidad de dichos valores, que si bien lo notamos en los salones de clases, sabemos es consecuencia de la educación y forma de vida que cada uno recibe.

 

La educación es la mejor herencia que podemos dejar a nuestros hijos

Es por eso que la familia, la escuela y el docente poseen un rol clave a la hora de desarrollar valores que a futuro influyan en la convivencia escolar y también en el proceso enseñanza- aprendizaje.

Hablar de la familia y la escuela es hablar, en primer lugar, de la responsabilidad de los padres en la educación de sus hijos  y en segundo lugar, de la necesidad de una colaboración estrecha entre ellos y los docentes, como actualmente lo establece el Programa de Educación Básica 2011, en sus 12 principios pedagógicos para lograr una educación de calidad: Renovar el pacto entre el estudiante, el docente, la familia y la escuela.

 La participación de los padres en la educación de los hijos debe ser considerada esencial y fundamental, pues son ellos los que ponen la primera piedra de ese importante edificio que marcará el futuro de cada ser humano. Un comienzo temprano en la educación preescolar y la continua participación de los padres hasta la educación secundaria, son fundamentales para el desarrollo y la educación de todos los alumnos.

Es importante que los padres participen y se involucren en la educación de sus hijos ya que   ayuda a las instituciones educativas a llegar a sus metas para mejorar el aprovechamiento del estudiante y crear una buena relación entre los padres de familia, miembros de la comunidad y las escuelas.

En muchas ocasiones los profesores nos damos a la tarea de solicitar la presencia y apoyo de los padres para tratar asuntos relacionados con el aprovechamiento y/o conducta de los alumnos,  sin obtener ninguna respuesta por parte de ellos, generando en los alumnos menor interés en las actividades  y un descontrol emocional ya que no logran percibir la importancia que tiene la educación y la escuela. Los padres pueden aportar mucho a la educación de sus hijos, especialmente en los campos de:


Apoyo emocional: Brindarle  al alumno confianza fortalecer la comunicación para conocer sus gustos y angustias, así mismo, motivarlo y apoyarlo para brindarle un ambiente familiar sano y agradable, que lo ayude a desenvolverse adecuadamente en otros espacios.

• Educación moral: Orientar al alumno para una vida cordial en sociedad, fomentando en él valores que se vean ejemplificados en su entorno familiar.

•Apoyo escolar: Buscar un acompañamiento en su trayecto escolar, apoyo en sus trabajos, tareas, revisar periódicamente sus cuadernos etc. El objetivo es hacer sentir al alumno lo importante que es cumplir con las tareas.

 

La educación de los demás comienza por la educación de uno mismo. No hay excepción a esta regla

Considero importante y benéfico que los padres de familia  reflexionen sobre  la necesidad de prepararse debidamente para ejercer la difícil profesión de ser padres, pues tanto el padre como la madre proyectan sobre sus hijos sus virtudes y sus defectos. Para ello es necesario comenzar  por conocer y reconocer nuestras fortalezas y debilidades como personas.

 El psicólogo francés, Pierre Daco (2006) dice: “La educación de los demás comienza por la educación de uno mismo. No hay excepción a esta regla”. Si cada uno de nosotros comenzamos por pensar en nuestros valores, rescatarlos, comunicarlos y a la vez educar en dignidad, mejoraremos los ambientes en los salones de clases generando así condiciones adecuadas para desarrollar con éxito el proceso de enseñanza-aprendizaje. Un ambiente de confianza y de apoyo mutuo donde cada uno de los alumnos participe de acuerdo a sus posibilidades y la experiencia escolar sea más agradable para todos los que intervenimos en ella, alumnos, docentes y padres de familia.

La convivencia muchas veces se ve modificada negativamente ya que en nuestro actuar diario inconscientemente  comunicamos violencia tanto en gestos como en palabras que incrementan su fuerza, deteriorando la armonía escolar y perjudicando el logro de los aprendizajes. Por ese motivo es necesario saber que si fomentamos la comunicación entre la familia, docente y escuela, podremos conocer mejor la realidad de convivencia del alumno e intervenir para mejorar la calidad de aprendizaje y crear estrategias en conjunto, con el único propósito de beneficiar la educación de sus hijos.

 

Renovar el pacto entre el estudiante, el docente, la familia y la escuela”

Es por eso que hoy te invito a ti padre y madre de familia, que pese a todas esas demandas de tiempo, por empleo, ocupaciones de casa o cualquier otro motivo, te unas con nosotros los profesores de tus hijos para que juntos logremos construir para nuestro país ciudadanos competentes, capaces y reflexivos, para desenvolverse en este mundo lleno de obstáculos y dificultades, démosles las herramientas necesarias para lograrlo y recuerda que  “la educación es la mejor herencia que podemos dejar a nuestros hijos”.

Referencias

PIERRE  D. (1960). Psicología de las victorias. Francia.

SEP (2011) Plan de estudios  Educación Básica 2011.México: SEP.


Artículo publicado en la Revista Xictli de la Unidad UPN 094 Ciudad de México, Centro, México. Se permite el uso citando la fuente u094.upnvirtual.edu.mx

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