Se necesita un valor.

Puedes Buscar por: Año, Número, Autor, Artículo.

Menú Principal

Redes Sociales

Contador

Número de visitas: 97537 desde Febrero 2012

Sitios de Interés

Revista Xictli
Revista Xictli Nueva Época

Comentarios sobre el artículo

Comentarios (0)

Artículo

Estas viendo el artículo número: 49

Imprime el artículo

Año: 2013 Mes: OCTUBRE-DICIEMBRE Número: 70
Sección: INVESTIGACIÓN Apartado: Pedagogía
Ver más artículos de esta sección

ALGUNOS ARGUMENTOS PARA CONSIDERAR A LA PEDAGOGÍA COMO CIENCIA
Ped. Estephanie Michelle Garduño Guzmán

Presentación

El Panfleto antipedagógico, es un documento crítico, realizado por Ricardo Moreno Castillo, maestro de matemáticas en España en educación media, sin formación que pudiéramos llamar normalista o pedagógica. Su escrito que ha circulado en versión libre por Internet desde su publicación, pretende convencer, conseguir adeptos, sobre la educación en España, pero en su paso descalifica a los pedagogos como sujetos que contribuyen a la educación. Es una crítica a la educación, pero al mismo tiempo a los teóricos de la misma, los pedagogos, menciona de manera directa que son una especie nefasta que daña a la educación, una buena educación debe de prescindir de ellos. Argumenta que la Pedagogía, es una pseudociencia o quizá una ciencia oculta, un ejemplo de la metafísica y del disparate llevado al extremo por un grupo de pseudo científicos, que atentan contra la buena educación En este escrito, buscamos dar dos visiones, la del escrito y la crítica al mismo, en defensa de la pedagogía.

 

El Panfleto antipedagógico, una síntesis

El panfleto antipedagógico, se titula así porque en nombre de la pedagogía, según el autor, se dicen cosas a cual más delirantes, y en una jerga pretensiosa. El escrito reflexiona sobre la enseñanza, y las innovaciones educativas, tachándolas de no razonables, pero eso sí, novedosas. Cambios que se hacen sin argumentos que se puedan cotejar con la realidad, para confirmarlas o desmentirlas, sin ponerlas a prueba utilizando el método. Todo esto, que es obvio para un investigador en química o en biología, se les escapa a los pedagogos, que no ponen a prueba sus hipótesis, se preocupan más en manifestar opiniones llenas de sofismas, que en elaborar sugerencias concretas, prácticas y probadas  para resolver problemas educativos.

Para argumentar al respecto, divide su panfleto en apartados los cuales toca la médula de la pedagogía en la educación, será los que revisemos, en cada uno de ellos crítica las pretendidas innovaciones educativas que bajo el influjo de la pedagogía se realizan, desechándolas con argumentos, al parecer convincentes. Si bien lo ubica en la renovación educativa llevada a cabo en España (LOCSE), sus comentarios sobre la teoría de la educación son extensivos.

En el Capítulo I, La defensa de la memoria y los contenidos. Nos plantea sobre el papel de la memoria en el aprendizaje, su importancia y lo crucial de los contenidos conceptuales en las propuestas educativas, no se puede enseñar en vacío. “Esta falta de aprecio por los saberes y los contenidos es un error pedagógico, pero también un síntoma muy revelador del nivel intelectual de quienes hicieron la reforma. Se diría que los que la crearon son unos ignorantes que desprecian el saber y que, como creo que podré demostrar más adelante, envidian a los que saben” (p. 32).

En el Capítulo 2, la mentira de la motivación. Señala de forma contundente que, aquel que enseña jugando acaba por jugar a enseñar, eso hace la motivación. “Por supuesto que se le hará más llevadero el esfuerzo si procura trabajar con alegría e interesarse por lo que hace, pero lo mismo le sucede a un albañil, quien se lo pasará mejor si sube al andamio cantando de contento que si lo hace blasfemando de rabia, y no por eso pensamos que sea obligación del capataz motivar a los obreros” (p. 34). Es indudable que se ha exagerado y hablado en exceso sobre la necesidad y deber del profesor/a de “motivar” a los alumnos como si fuera este punto la piedra filosofal de la didáctica.

En el Capítulo 3, “La falacia de la igualdad”, se aborda la idea homogeneizadora de que todos los alumnos parten de una base igual, hace énfasis en esas diferencias de condiciones, como un aspecto fundamental del rendimiento escolar del alumno. “Por otro parte, no es lo mismo el ambiente intelectual que el ambiente de estudio, y más ambiente de estudio tiene quien es hijo de una persona iletrada pero serena que quien lo es de un sabio neurótico. Un muchacho de familia labradora puede no tener mucha ayuda en casa, pero ha vivido más al aire libre que uno de la ciudad, y eso también es bueno para el trabajo mental” (p. 43).

En el Capítulo IV, la falsedad de la enseñanza obligatoria, el autor nos dice sobre la injusticia de que, personas que no quieren estudiar, ocupen lugares que pueden ser mejor aprovechados por personas con mayor hambre de conocimiento, el que quiere estudiar que estudie, el que no que no se le obligue. Obligar y llenar los salones de personas sin deseos de aprender hace bajar el nivel del trabajo del docente y el propio de los alumnos. “Y en cuanto los contenidos del conocimiento, tan solo señalaré que muy pocos de los alumnos que acaban hoy la enseñanza obligatoria a los dieciséis años aprobarían el examen de ingreso que pasamos a los diez las personas de mi generación, y ninguno el de la reválida de los catorce años” (p. 59).

En el Capítulo V, las buenas intenciones, se habla de que no basta con desear, hay que esforzarse y disciplinarse para cumplir con las tareas encomendadas, sacar buenas calificaciones al principio, no dice que se han de conservar durante todo el curso, eso se debe de fomentar, que al deseo viene la disciplina. “Al evaluar a un alumno de COU vi que aprobaba todas las asignaturas (eso sí, muy justitas) menos la mía, una asignatura, ya desaparecida, llamada “lenguaje matemático”. La asignatura era común, de dos horas a la semana, y no parecía que el chico la fuera a necesitar en el futuro. Con todo, lo suspendí. En septiembre, repitió el suspenso. Aprobó, eso sí, el próximo curso con sobresaliente, pero aprendió. ¿Qué aprendió? Que no era tonto, (sic) como él mismo y su familia imaginaban” (pp. 62-63)

En el Capítulo VI, la buena educación, refiere  que la educación (ética) es cuestión de la familia, en la escuela se va a aprender cosas, conceptos, pero no civismo. ”Nadie un poco avispado iría a una entrevista de trabajo o solicitar un crédito a un banco con la gorra puesta, con una camiseta que dejase ver todos los pelos del sobaco, mascando chicle y con una lata de coca-cola en la mano” (pp. 71-72).

En el Capítulo 7, por qué se debe de enseñar filosofía. La filosofía es una disciplina que aporta en la forma de pensar del alumno, es necesaria su enseñanza para evitar que sean sorprendidos por lenguajes pedantes y pseudocientíficos de los pedagogos, baste con tomar los argumentos del Popper de La miseria del historicismo, para llegar a ello. “Si una reforma depende de cambiar la mentalidad de los que la han de lleva a cabo, los resultados de esta reforma son invulnerables a toda crítica científica” (p. 112).

En el Capítulo 8, por qué no se debe de enseñar religión en las escuelas públicas, esto es relevante  porque la escuela es para el ejercicio de la razón, no de la fe, es necesario dejar de lado los ejercicios espirituales para concentrarse en los conceptuales.

Faltan dos capítulos más, el referido a la enseñanza participativa y el de la formación del profesorado, el primero alude a cómo debe de involucrarse a la comunidad en la educación y cuál sería su papel, más que nada como validador, en tanto que la formación del profesorado apunta que la preparación de los profesionales, deben de hacerlo aquellos que saben sobre lo que se ha de enseñar y no los pedagogos con sus teorías inútiles.

Contra argumentando el Panfleto

 La pedagogía es una ciencia, ya que cuenta con todas las características que para esta se requieren, ya que a pesar de la controversia que existe actualmente sobre la pedagogía y las discusiones de que si esta se puede ver como una ciencia o no, tomando como base el libro Panfleto Antipedagógico de Moreno Castillo argumento por qué la pedagogía es una ciencia y debe ser vista como tal.

Defensa de la memoria y los contenidos. Castillo Moreno en su libro nos habla de que la memoria es algo indispensable para adquirir el aprendizaje, ya que con esta podemos almacenar la información nueva y nos dice que la educación, no solo consiste en aprender a fomentar la espontaneidad creadora del alumno.

La educación es un proceso sumamente complejo y depende de muchos aspectos no solo del aprendizaje escolar, la palabra educación nos remite a la formación de una persona para su desarrollo en la sociedad, implica valores, cualidades, aptitudes y por supuesto no podemos decir que una persona esta educada hasta que tenga una personalidad definida y forjada, el proceso del aprendizaje se debe realizar de manera metodológica y científica, pues el aprendizaje es algo que no se puede enseñar en la escuela como un concepto, debe ser captado y descubierto por cada individuo y este proceso va a depender de sus capacidades y el desarrollo de sus habilidades del pensamiento, para que el alumno no solo memorice, si no que sea capaz de comprender y asociar el conocimiento, para que este se convierta en aprendizaje significativo y el alumno pueda aplicarlo después, no solo en la escuela si no en su vida diaria.

La mentira de la motivación. Nos dice que la motivación es algo que los pedagogos utilizan solo como un pretexto. El niño tiene que ir al aula aunque no esté motivado y además él tiene que interesarse en lo que hace y tener una buena actitud.

La motivación es algo indispensable para lograr una buena actitud en el alumno y que este tenga la disposición de aprender y superarse como persona, que sin la motivación no queda esperanza, y sin la esperanza no queda nada, la motivación debe de darse como un proceso, no estamos hablando de un premio por portarse bien o por sacar un diez de calificación, hablamos de la motivación como algo más, se trata de fijarnos una meta comenzando por algo a corto plazo, después del proceso que tuvimos que realizar, y al darnos cuenta que pudimos lograrlo esto se irá convirtiendo en un hábito, y de este hábito nace la motivación mediante el deseo de lograr las metas que nos proponemos en la vida.

La falacia de la igualdad. Si los que no tienen ambiente intelectual en su casa tampoco lo encuentran en el instituto están perdidos para siempre, y por muy listo y trabajador que sea un hijo de padres sin instrucción, nunca quedara arriba de un niño con instrucción.

La misma capacidad de aprendizaje tiene una persona cuyos padres no son instruidos como otra cuyos padres sí  son instruidos ,el destino de cada uno no está marcado por eso ,depende más del tamaño de las metas que cada uno se proponga y la disposición por cumplirlas,  y el ser una persona exitosa no depende de si nuestros padres están instruidos o no, la pedagogía no distingue, sino que cuenta con métodos diseñados para desarrollar habilidades de aprendizaje en todas las personas para que estas puedan desarrollarse de la mejor manera en el mundo, busca  aportar una educación útil para el medio en el que nos desarrollamos hoy en día, y da todas las herramientas necesarias para que una persona pueda desarrollar al máximo sus capacidades.

La falsedad de la enseñanza obligatoria. La educación no es obligatoria, no es un delito faltar a la escuela ya que este acto no se castiga ni se premia.

Se habla de una educación obligatoria desde el sentido de un nivel, el cual necesita tener la población en general para su desarrollo en el país, no se trata de obligar a la gente a ir a la escuela a sentarse en un pupitre para aprender, se trata de enseñanza, de la adquisición de conocimiento y esta se da mediante la pedagogía como ciencia y los sistemas que esta ha desarrollado para la adquisición del aprendizaje no solo como información almacenada si no como comprensión de conceptos y el impulso de desarrollo de habilidades del pensamiento mediante herramientas de aprendizaje, así se puede crear un nivel de educación necesario que se podría llamar obligatorio de alguna forma ya que son los conocimientos básicos e indispensables que necesita el ser humano para su mínimo desarrollo en estos días.

Las buenas intenciones. Las buenas intenciones solo se quedan en intentos, lo que se necesita es objetividad y resultados.

Las intenciones son la base de cualquier acción, son el principio de lograr un objetivo, se necesita de las buenas intenciones para determinar qué es lo que queremos lograr y los medios que utilizaremos en el proceso, son el principio de la objetividad y los resultados, para que estos sean intencionados favorablemente. ¿No ha habido en nombre de esta consideración o similares barbaridades contra algunos alumnos que se han esforzado y mucho, pero por las razones que fueran han tenido notas insuficientes en determinadas asignaturas? ¿No conoce ningún estudiante que haya suspendido las matemáticas, el latín, la filosofía o en inglés con un 4.5, a pesar de su esfuerzo, y que luego haya abandonado estudios hasta momentos posteriores, si los hubo, por no poder pasar curso en su momento por ese suspenso “tan merecido”? ¿No ha oído hablar el autor de alumnos expulsados del sistema educativo enormemente inteligentes?

La buena educación. La educación solo puede ser o buena o mala, no hay intermedios, los fracasos y sufrimientos no se buscan por sí mismos, hay que saber aceptar sin dramatizar demasiado, lo que de todos modos nos va a imponer la vida.

La educación es un proceso que tiene que ir construyendo día a día en cada ser humano ya que nunca se termina, pues siempre aprendemos algo nuevo y depende de nuestra educación la manera en que utilicemos este aprendizaje, el proceso de educar busca crear personas con valores, una buena conciencia y un buen razonamiento para poder utilizar todo lo que sabemos para controlar y templar nuestras emociones e instintos y no dejarnos llevar por lo que queremos hacer si no hacer lo que debemos hacer, no se trata de que sea buena o mala si no del nivel de desarrollo de conciencia que tiene cada persona, entre más conocimiento tenga más contara con desarrollo de conciencia y habilidades que le permitirán encontrar la manera de salir de sus problemas o alguna situación que lo incomode de manera eficaz ,correcta y responsable, de eso se trata la educación.

Por qué se debe estudiar filosofía. La filosofía busca la verdad y el bien de las cosas basándose en la estética. Estudiar filosofía es como una medicina contra la pedantería, esta se pasa con el tiempo pero también merece ser tomada en cuenta.

Se ha incrementado el programa FILOSOFÍA 3/18 a la educación en México para reforzar las habilidades del pensamiento en la escuela y así formar ciudadanos que piensen y hablen razonablemente, se utiliza la filosofía no solo como una herramienta contra la pedantería sino como herramienta para colaborar en el desarrollo de la capacidad de pensar ya que lleva a los estudiantes a reflexionar sobre conceptos como: justicia, bondad, belleza, mundo, amistad, amor, muerte y ley, ya que la Filosofía no está cerrada en ideas, permite polemizar y dialogar y da las posibilidades de ejercitar todas las destrezas mentales.

Porque no se debe estudiar religión en la escuela pública. Al ser la educación laica, se dio paso a la educación abierta para la educación científica y la creatividad artística. Debería dársele a conocer las diferentes religiones al niño, para que este pueda decidir y no imponerle una idea. La religión llega a manipular a los niños ya que a corta edad no tienen pensamiento ni criterio propio.

Todo ser humano independientemente de la edad, tenemos la necesidad de creer en algo superior que nos de seguridad y esperanza, y que nos ayude a diferenciar el bien del mal, la religión sensibiliza al ser humano y lo ayuda a ser consciente de la asertividad y error que tienen sus actos, independientemente de la religión que se escoja todas llegan al mismo objetivo que es el bien común y la ayuda al prójimo en sociedad y esto es parte del proceso de educación integral de la persona, no se trata de imponerle una religión al niño y que esté obligado a seguirla el resto de su vida, aquí lo importante es inculcarle al niño los valores de la religiosidad, como son la ayuda al prójimo, la buena conducta, la conciencia, y a diferenciar el bien del mal, hasta que llegue a la edad en donde gracias a su criterio propio, conocimientos y el proceso de forjamiento de su personalidad, sea capaz de elegir la religión que a él más le parezca o incluso optar por ser laico.

El objetivo no es  imponer una materia de religión en cada escuela, sino una que hable de formación de la persona y valores, en donde la religiosidad no esté peleada con la ciencia ni con la creatividad artística, si no que ayude a la persona a sensibilizarse del medio ambiente que la rodea, y así desde pequeño pueda adquirir una buena formación como persona para poder desarrollarse de manera correcta en la sociedad, y esta vaya cambiando poco a poco hasta convertirse en una sociedad mejor, que es la solución a muchos de nuestros problemas hoy en día.

 

Comentarios finales

La Pedagogía es la ciencia que tiene por objeto el Proceso de Formación, es decir, la que estudia la formación, en general, de la personalidad y el aprendizaje de los hombres. El estudio de la Pedagogía nos permite dirigir científicamente la formación de los ciudadanos de una sociedad para alcanzar altos niveles de calidad y excelencia. Para ello, se fundamenta el carácter de ciencia de la Pedagogía y su rama más sistémica, la Didáctica, mediante una lógica científica.

La pedagogía es una ciencia, que se basa en diversos métodos y sistemas para lograr su objetivo, se trata de una ciencia social que estudia a la sociedad y se enfoca en ella, es humanista ya que su principal objetivo son las personas y su conocimiento;  busca el desarrollo de la persona como ser pleno, responsable de sus actos y con un grado de conciencia que le permita tomar sus propias decisiones bajo su propio criterio, es una ciencia cuyo objeto es la educación buscando métodos de aprendizaje y tomando como rama principal para lograrlo a la didáctica.

No es válido, epistemológicamente, atacar un paradigma desde otro, se debe de hacer desde adentro, ya que son inconmensurables por definición.

 

Referencias

Moreno, R. (s/a) El panfleto antipedagógico. Disponible en: https://www.google.com.mx/search?q=el+panfleto+antipedag%C3%B3gico+ricardo+moreno+castillo&rlz=1C1CHVZ_esMX551MX551&oq=el+panfleto+ant&aqs=chrome.2.69i57j0l3.12915j0j8&sourceid=chrome&espv=210&es_sm=93&ie=UTF-8  Acceso, 12/11/2013.


Artículo publicado en la Revista Xictli de la Unidad UPN 094 Ciudad de México, Centro, México. Se permite el uso citando la fuente u094.upnvirtual.edu.mx

Imprime el artículo

Volver al Inicio