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Año: 2013 Mes: ABRIL-JUNIO Número: 68
Sección: INVESTIGACIÓN Apartado: Historia de la Educación
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MAESTROS A LA ANTIGUA CAPÍTULO V SENTIR QUE ES UN SOPLO LA VIDA
Vicente Paz Ruiz

Un nuevo modelo para una vieja burocracia

 

Carmen, había nacido en Coxquihui, Veracruz, en el año de 1940, era come años, se veía más joven de lo que realmente era, en 1971, a sus 31 años había sufrido un encarcelamiento y señalada como la “Camarada Carmen”, instigadora de la violencia y ejecutora de la disolución social, como se le había tipificado en la prensa el día de su presentación en los medios. Su hermano Andrecito, había caído en la defensa del Casco de Santo Tomás en septiembre de 1968, antes de cumplir 17 años, Conchis de 25 años se había graduado de la Nacional de Maestros y se había dedicado a la docencia en primaria y a ser madre, ya tenía un hijo que Carmen adoraba. Ella se había dedicado en cuerpo y alma a su vida profesional, la desaparición de su novio Arturo el 2 de octubre la había dejado marcada y se resistía a cualquier atisbo de vida sentimental, su cuerpo delgado que cuidaba con el ejercicio que hacía con 0regularidad, en la compañía de Danza de ex alumnos de la normal, la mantenía con vida social, sus estudios de doctorado los había concluido y ahora estudiaba en la facultad de filosofía y letras de la UNAM, ella era consciente que su doctorado de la ENSM era el equivalente a una maestría.

Era respetada en la comunidad de la ENSM por su activismo político, su capacidad de trabajo y su manejo conceptual de la especialidad en Lengua Nacional, se había dedicado con ahínco a ahondar en los secretos de los métodos de la enseñanza- aprendizaje de la lecto escritura en adultos, por ello era reconocida en el país y en el extranjero. Este año, 1974 era particular, estaba comisionada para apoyar un proyecto de alfabetización basado en el conocimiento de la cultura popular, que a su vez se traduce en una política popular, método creado por un maestro sudamericano, exiliado de un régimen militar, tan de moda en esa época, había sido expulsado y perseguido por sus ideas sobre una pedagogía en contra de la opresión, su pedagogía del oprimido, su pedagogía de la esperanza y por ende revolucionaria, no era bien vista en un régimen castrense, por lo cual fue encarcelado en su país.

Se llamaba Paulo Freire, sólo unos cuantos lo conocían, una de ellas era Carmen; había leído parte de su obra y coincidía con él en lo que se podía entender como pedagogía crítica pero sobre todo humanista, aquella que hace reflexionar a las personas que al ser tratado como ignorante el pueblo se lo cree y entra en una pasividad con la que soporta la esclavitud en que vive, ¿aprender, para qué?,  era la pregunta que se hacía este filósofo libertario, él trabajaba para la UNESCO, en un programa puesto en práctica en Chile para alfabetizar a los adultos, por ello Carmen como experta en lengua fue comisionada para trabajar con el método recién llegado en Morelos.

Morelos tenía la herida de Chinameca y más reciente la de Jaramillo, asesinado con su familia por bestias paramilitares, las grandes haciendas cañeras donde refinaban azúcar y alcohol hacían de este sitio un lugar de contrastes, de riqueza y pobreza; a este lugar llegó Carmen con el método Freire a modificar los planes de alfabetización que desde 1921 habían desarrollado seis campañas, la segunda en 1934 con Cárdenas, la tercera y cuarta promovidas por Torres Bodet en 1943 y 1958, la quinta en 1968 y éste estudio sentaría las bases de una nueva campaña, pero las condiciones del México de la pos revolución y la del ocaso del milagro económico eran diferentes, por ello se promovió un cambio, plan piloto que tomaba a Paulo Freire como modelo de trabajo.

El equipo de trabajo donde participan lingüistas, etnógrafos, maestras especialistas en enseñanza de la lengua gozaba largas tardes de tertulia, debatiendo las ideas del maestro en lances con sus compañeros de aventura; hablaban de Latinoamérica, de los regímenes de bota militar de la literatura latinoamericana, de García Márquez, de Vargas Llosa, de Julio Cortázar, de Juan Rulfo, de Arreola, del arrogante Fuentes, del cooptado Paz, del Joven José Agustín quien más de una vez los acompañó en sus andanzas, éste ya había acudido al llamado de la Revolución Cubana, lo mismo discutían de las drogas y los jóvenes, del nuevo mundo de percepciones que abría y que favorecía la creatividad, discutían de la pobreza, de las causas y sus consecuencias, discurrían cómo hacer algo desde su reducida voz de maestros, cómo hacer realidad la acción revolucionaria de la conciencia crítica, Carmen veía en Freire a un Maestro, lo admiraba por su coherencia en su hacer y decir, no en balde había sido su alumna en Ginebra .

Recorrieron en auto, a lomo de burro, a pie los lugares más pauperizados del estado, donde la letra no es el pan que el hombre necesita, sino alimento para su hijos y para él, cómo darle de comer sopa de letra a un miserable campesino que no tiene que llevarse a la boca, cómo enseñarle a leer a alguien que no tiene que sembrar, es decir, futuro; cómo decirle que la lectura es vital cuando se les sale la vida por los hoyos de la ropa y de la carne, Carmen, impotente veía esa incongruencia de querer alfabetizar a quien todo le faltaba, pero hablaba con ellos y les convencía de acudir a aprender a leer, cierto era que ellos costeaba alimento, que paliaba en algo las carencias de los campesinos; ella ideó preparar a jóvenes adelantados que fuesen listos para que les pagara el estado para enseñar a los miembros de su comunidad, así mientras él enseñaba recibiría un sueldo que a su vez le serviría para que estudiara y preparara a otros jóvenes de condiciones similares, eso no resolvía su problema social de fondo pero les daba una esperanza y la idea de que aprender les daba la oportunidad de una nueva vida.

   -Para qué queremos leer y estudiar, así estamos bien-   le decían una y otra vez los campesinos a Carmen, ella respondía:

  -para ser mejores, sólo para eso para ser mejores cada vez, mejores padres, mejores esposos, mejores hijos, para ser mejores personas.  Ejecutaba las ideas del maestro Freire; ella les llevaba la mano a los jóvenes, a las mujeres que cagando sus hijos acudían a las clases de la noche, revisaba las tareas, los escritos que el maestro diseñaba ella los hacía realidad; ideas como darle significado a lo que leían, a aprender a leer “la mula que carga la carga”, tenía sentido para ellos y no las frases de las cartillas oficiales como “ese oso es de Susy”, la mula lo libraba de hacer un esfuerzo extra, le ayudaba a realizar su trabajo, él dirigía la mula para hacerla productiva, eso era lo que aprendían, a reflexionar sobre lo que leían y no sólo a deletrear mecánicamente.

 

La universidad de los maestros

El método no fue aceptado en México, abortando en 1976 por causas no claras, el reconocimiento de que existían seis millones de analfabetas adultos en México y sus compromisos contraídos internacionalmente promovieron que en 1978 se creara el programa “Educación para todos”, bajo la responsabilidad de la Dirección General para Adultos, Carmen estuvo entre los candidatos para dirigir éste programa, contaba con experiencia, curtida en el campo, con un sentido social amplio, con conocimientos técnicos probados en la realidad, pero de un plumazo de esos que son raros en el sistema educativo mexicano, dejaron fuera a Carmen por sus ideas exóticas, y se nombró como director a un burócrata más que la memoria ha perdido en el olvido, Carmen desilusionada, intentó regresar a su ENSM, a sus actividades cotidianas interrumpidas por su comisión, pero le fue negado, ahora formaría parte de un estudio que la SEP y el SNTE presentaron al presidente para “elevar la calidad de la preparación del magisterio”.

La comisión mixta trabajó arduamente, Carmen, al igual que toda una ala de los miembros de la comisión, creían que fortalecer a la ENSM era la salida, se le debía de fortalecer en su status de excelencia dentro del ámbito de formación magisterial, la Normal Superior siempre había entregado buenas cuentas, preparaba profesionistas de excelente calidad, que ocupaban cargos directivos, técnicos académicos,  jefes de clase e incluso promoviendo investigación, pero su impacto más directo lo tenía con los alumnos de secundaria que contaban con maestros hábiles en didáctica, formados en pedagogía y doctos en la enseñanza especializada de su disciplina, muy superiores a los maestros habilitados que, en la mayoría sin título o con carreras truncas, ejercían la docencia sin vocación ni preparación alguna en ese nivel.

Por otro lado se movía una ala llamada universitaria que veía a la ENSM como un magnífico anacronismo, el cual era necesario dejar en su gloria pasada, ahora era necesario renovar la formación del docente, era necesario que los maestros contaran con el bachillerato antes de ingresar a la normal, darle el nivel de licenciatura a los normalistas y hacerlos universitarios, para ello requerían de una universidad no de una normal, proponían crear una universidad pedagógica para los maestros.

En una reunión de las fuerzas vivas, el SNTE, con Sánchez Vite y Jongitud Barrios a la cabeza, que habían dado su apoyo total con más de 100,000 votos duros al ya presidente José López Portillo, le pidieron que apoyara al magisterio en su justa ambición de contar con una universidad, el proyecto ambiguo normalista – universitario se le entregó y él prometió que una de sus primeras acciones sería apoyar al magisterio en todo lo que su gobierno revolucionario pudiera, “defenderé a los maestros como un perro”, les dijo, corría el año de 1978, nacía la UPN.

 

¿Me acepta como hija?

   -No se preocupe licenciado, el cambio de sexenio no nos afectará, tenemos ganada la elección, no hay registro de candidatos de partidos de oposición, el candidato del PRI será único, si acaso una comparsa de comunistas que no tendrán sino lo que merecen, pero nuestro candidato no tendrá problemas, así que licenciado, seguimos en lo dicho, la SEP le reconoce su esfuerzo de donarle el 25% de los ingresos de sus materiales y ustedes siguen contando con nuestro apoyo para que sean proveedores exclusivos de la federación.-    Luis, escuchaba atento al subsecretario de educación básica, norteño con acento fuerte, quien sin pelos en la lengua le decía que el futuro para ellos era amplio y seguro.

Luis, había pasado de ser un vendedor a ser el gerente de ventas de la empresa que gracias a su empeño había crecido desmesuradamente, ahora no sólo producían las pruebas y materiales como las cartillas alfabetizadoras que la SEP revendía al programa de alfabetización, sino que en sus talleres reproducían parte de los libros de texto gratuito, su sueldo y ganancias extras, como el 15% en todos los contratos que hacía con la SEP, lo habían convertido en un hombre muy rico, tenía casas en Chihuahua donde vivía en la zona más exclusiva, había contribuido a crear albergues para la época de frio en las barrancas donde vivía la familia de A´hui. La madre de Luis vivía en la ciudad de México, en una casa nueva que el hijo pródigo le había regalado un diez de mayo, eso había acercado a su madre con su nuera A´hui, quien con lágrimas en los ojos hincada a sus rodillas le abrazó las piernas en señal de respeto, era su mamá grande, doña Refugio se había conmovido con la sencillez de esa mujer, alta, esbelta, morena, de ojos ámbar, de porte distinguido, que usaba un rebozo en la cintura en toda ocasión, con toda esa dignidad no daba crédito de tanta humildad.

Habían decidido llevarla a vivir a Chihuahua pero ella quería estar en la tierra donde había enterrado a su esposo, quería vivir en su casita, que ahora alegraba A´hui con sus visitas y los hijos de sus hermanos Rarámuris. Los frecuentes viajes de negocios de Luis a la SEP y a sus distribuidores en la zona centro, siempre los hacía acompañado de su hermosa mujer, quien se encargaba de atender a su suegra, por la que sentía un gran respeto.

  -Oiga doña Refugio, ¿usted conoció a Carmen?- le preguntó en una ocasión A´hui a su suegra, ella hizo como que no escuchó y siguió arreglando su florero con un ramo de gladiolas que acaban de comprar en el mercado de Jamaica,

  -Mira hija -   le dijo,   -qué bonitas flores, estas tiene suerte porque las vamos a meter en agua y van a durar mucho, las vamos a cuidar, las flores que no se cuidan se secan y marchitan… Doña Refugio no pudo contener unas lágrimas que escaparon de sus recuerdos.

  -Luis era muy joven, nunca fue buen estudiante y gracias a Dios nunca le faltó nada para estudiar-   empezó a relatar a una atenta A´hui…   

-Él quiso ayudar a su padre que no podía caminar después de que se accidentó en el trabajo, pero con su pensión nos alcanzaba para vivir modestamente, sin carencias. No todos tienen eso, Carmen era pobre, vivía en una vecindad del centro, su mamá que en paz descanse, vendía tacos y de eso vivían, ella era muy estudiosa, contagiaba a mi Luis de cabeza dura, cuando se fueron ella para Veracruz, su tierra, y Luis para Chihuahua dejaron de cuidar la flor y se marchitó, Carmen no se ha casado, luego viene a verme, no le digas a Luis, pero qué quieres m´hija, es parte de mi vida solitaria, es buena, pero sus ojos siempre están tristes, se le murieron sus papás, le mataron a su hermano en eso de los estudiantes y a varios de sus amigos, viene y me cuenta, nunca me pregunta por Luis, ya desde que supo que se casó contigo, nada me pregunta, ni yo le digo, pa ´qué, las dos nos hacemos compañía, ella me ayudó en el funeral de mi difunto, Luis estaba muino y sólo hasta que ella le avisó vino a enterrar a su padre, tu no viniste, estabas mala de un fracaso para tener hijos, no se vieron, ella en cuanto supo que venía me dejó sola. Nos invitó a la graduación de su hermana, Conchis, igualita a su santa madre, mi difunto todavía me acompañó nada más porque era Carmen, ella lo venía a cuidar, me acompañaba a llevarlo al doctor, cualquier cosa que faltaba le hablaba y ella venía a ayudarnos, y ya ves que se enojó Luis un tiempo con nosotros porque no fuimos a tu casamiento, pero cómo íbamos a ir, el difuntito ya estaba bien malo cuando fue a la graduación de Concha, pero se tomo sus cubitas y anduvo contento, Carmen como una hija para mí, cuando Concha se casó, ella no me soltó un momento y hasta la casa fueron a dejarme, todavía no vivía aquí, siempre cada mes viene, unas veces me lleva a verla bailar, baila re bien; siempre, ande donde ande viene, luego trae a Andrecito, su sobrino, son los que me hacen compañía y ahora tu hija, a las dos las quiero, no le digas a Luis, pa´qué

 

Pase de lista

  -Acompáñame A´hui, ya sabes que mi mamá te espera cada que voy

  -Si amor, pero mi hermano está malo, se cayó de un árbol y lo van a ver de su pierna

  -No entiendo a tus hermanos, linda, pudiendo estar bien aquí o en cualquiera de las casas que tenemos, no, andan allá arriba en la sierra como si de veras les hiciera falta

  -No te enojes Luis, ellos son Rarámuri, sólo yo soy así porque soy tuya pero ellos no son de nadie                            -Linda dame paciencia, bueno te saludo a mamá, nos vemos en una semana, beso

Ahúi, dejando escapar una lágrima leyó la carta que no había entregado a Luis, “la generación 1957 – 1960, festejando sus primeros 20 años de egreso, te espera, no somos todos sin ti, la reunión el 24 de junio en la escuela, frente a los jarrones a las 10 de la mañana, y después de develar la placa de generación en la base de la antigua torre te esperamos de 16:00 a 24:00 hrs en el salón Riviera, costo del boleto…”, había decidido no entregársela para que no viera a Carmen, pero sentía remordimiento,   -¿y si la ve, y si se ven, y si me deja y …?-,    

Lloraba de inseguridad, de celos, de remordimiento y de culpa que no entendía, se sentía culpable de haber sido parte del rompimiento de la relación de Carmen y él, pero muy dentro deseaba que se vieran para cerrar ese círculo, esa etapa de su vida.

  -Ándale Carmen- le decía Guillermo, -ándale, vamos a echar “polilla”, vamos a ver a los compañeros de generación, unos ya son hasta funcionarios, te acuerdas de Roberto, ya es el mero mero de la sección del sindicato, quién crees que metió el hombro para que no te corrieran cuando te agarraron los granaderos, pues él. Rubelio, ese cabrón, resulta que es el Director de Ayotzinapan, Isabel es Subdirectora, piches grillos, cómo les fue bien, Lalo, estudió medicina y ahora tiene ya su clínica, pero cada que le hablamos deja todo y viene, Gonzalo el protegido de don Luis Sotelo Inclán, ya me resultó fundador de unas escuelas “patito” y se hizo rico, recibiendo a los rechazados de las prepas, Luis, tu enamorado, es ya todo un empresario norteño, es contratista de materiales didácticos para la federación, quién lo viera, ya ves, yo me mataba, dime quien fue el mejor promedio de la generación, pues yo y mírame, aquí de maestro en la Superior y todos los pinches burros ya son ricos y poderosos, no cabe duda que vale más suerte que saber.

  -Claro Guillermo que me animo, pero vas a ir con tu esposa, a qué voy de perra solitaria, no déjala así

  - Ya sabes que Esme te quiere mucho, son comadritas, no le hace el feo para compartirme                 

 - Brincos dieras pinche Guillermo

 - ja, ja, no te enojes Carmen, claro que si vamos, anda, paso por ti, pedimos el día y todos felices…

“Aeronaves de México anuncia la llegada de su vuelo 123 proveniente de la Ciudad de Chihuahua”

-Las 8:00 en punto vaya vuelo, tenía prisa el piloto

  -Ese mi Luis, ¿ya no saludos a los cuates?

  - ¿Roberto?-  

Un sonoro abrazo que el ex jugador de los buldogs propinó a Roberto casi lo partió en dos

  -No cambias nada Roberto, estás igual de chaparro

  - Ora tú, ¿de dónde vienes?

  -De Chihuahua, vendo materiales a la SEP y vengo a firmar unas cotizaciones, ya vez como es el papeleo, cualquier cosita se tiene que hacer hasta acá

  - Así es mi estimado Luis, pero qué gusto, anda vamos a desayunar vente, el pueblo invita

  - No Roberto no puedo voy de prisa

  -Bueno espérate, ahorita pasan por mi

  -Lic. Roberto, ¿a dónde acompañamos a su amigo?

   -A donde él diga

  -A Brasil, voy a adquisiciones, ¡vamos!, ¿qué te cuentas Roberto?

  -Pues nada, soy el líder de la sección sindical y pues me va bien, ya le hice el paro a más de una docena de cabrones de la generación, son re pedinches, pero no hay pedo, pero que te cuento, Carmen, cómo no te vas a acordar de ella, se metió en una bronca y hasta al “tambo” fue a dar, la sacamos y le hicimos la valona para que no la corrieran de la Normal, es maestra de la Superior, pero ya ves como era, pues sigue igual de revoltosa, pero buena como siempre la Carmen, no le canté el favor ni ella supo quién le hizo el paro. ¿Y tú? Mírate…. te ves bien elegante

  - Ya ves Roberto, como te ven te tratan y en la SEP para que te cuento, no me quejo, tengo buen trabajo en Chihuahua y me casé allá con una mujer preciosa, no he tenido hijos pero todo va bien ¿y tu Jefe?

  - Ahí anda, está bien ruco pero todavía anda de fuerza viva de Jongitud, de los que tomaron el Bunker

  - Sí supe eso, hasta salió en la foto con su “matamoscas”.

  -Listo mi Luis, ¿a qué hora nos vemos para echarnos unas aguas?

  -Estoy libre como a las tres de la tarde

  -Va, te vengo a buscar ¿o qué onda?

  -No, mira, dame tu teléfono y…

  -No mames Luis, estoy en el Bunker, pasa a verme, nada más dices que vas conmigo y ábrete sésamo.

Después de realizar sus trámites, en adquisiciones, Luis se encaminó por las calles del centro histórico, que tantos recuerdos le traían, rumbo a la calle de Venezuela…

  -Vengo a ver al licenciado Roberto

  -Sí, pase por favor, lo está esperando

  -Tercer piso, ¡órale, pinche Roberto, se ve el poder, te atiendes bien!

  -La mera verdad sí, es mucha friega andar resolviendo bronca tras bronca pero vale la pena, oye qué te crees, por andar de gira apenas me acabo de enterar que van a reunirse los de la generación para celebrar los primeros 20 años de egreso, vamos, va a ser en el “Riviera”

 Luis se quedó pensativo, flashazos de sus conocidos pasaron por su mente, pero aparecía la figura de Carmen a la que ya no recordaba bien físicamente pero siempre estaba en su mente… 

 -¿Carmen me preguntaste por Carmen?

  -No, cómo crees

  -No mames pinche Luis hablas solo, a huevo que dijiste su nombre, bueno ahorita nos vamos.

El salón estaba repleto, ya había comenzado la entrada, una de las mesas principales estaba sola, casi al centro, era la del líder, Roberto y su comitiva, los demás compañeros se veían y reían, recordaban sus viejas glorias, Guillermo, su esposa Esmeralda también de la generación y Carmen ya habían ocupado sus lugares, a insistencia de su comadre y de Concha su hermana, Carmen había dejado su vestido regional de uso rudo, por un hermoso vestido que le marcaba la cintura y se abría en forma de A, llamaba la atención su delgada figura entre tantos estragos que en sus compañeras había hecho la maternidad, saludaba a quienes pasaban y la reconocían, en eso sintió un golpe en la espalda era Laura, la esposa de Roberto, hermosa como siempre había sido

 -Hola Carmen, qué gusto!, ¿dónde te habías metido?, mírate, estás irreconocible!

Charlaron largo rato y ella aprovechó para darle las gracias por el favor que le había hecho Roberto hacía ya años,  

-No es nada Carmen, él no quería que se supiera, pero mira ahí viene

Al voltear, se quedó helada, una sonrisa se le congeló en el rostro, era Luis, 20 años habían pasado pero era inconfundible para ella, sus canas prematuras le marcaban las facciones, intentó instintivamente huir salir pero las sillas, los compañeros se lo impedían, en ese momento de desconcierto él la miró y 20 años se hicieron humo, el tiempo se había detenido, estaban en la estación del tren despidiéndose cuando él se fue a Chihuahua, lo demás no importaba, como si hubiesen dejado de verse ayer él la tomó del brazo, ella se recargó en su pecho y lloró, pero era un llanto de alegría contenida que los presentes, Guillermo, Esmeralda, Roberto y Laura al darse cuenta respetaron y embelesados se contagiaron de ese momento, cada uno de ellos abrazó a su pareja, Carmen y Luis salieron a la luz del día, él tomó un taxi y mencionando el hotel Regis arrancó.

 

Soy tu fantasma, epílogo.

Ni una palabra se dijeron sólo se abrazaron, Carmen no quería soltar el pecho de Luis, él sólo le veía y veía las facciones que eran más bellas de las que recordaba, las formas de Carmen ya no eran de mujer niña ahora eran de toda una mujer, enamorada que besaba la mano de su amado, la habitación reservada para el ejecutivo Luis distaba mucho de parecer a la del hotel “las pulguitas” como le decían, aquel donde ella se le había entregado. Ahora en una bella habitación, a media luz en la amplia recámara ella lo besó sin preguntar nada, sólo pidiéndole ser amada, él correspondió, un amor dormido durante 20 años despertó en esa habitación que se alumbró con la pasión que esa pareja irradió, como luciérnagas en peligro de ser consumidas por su propio fuego, brillaban de puritito amor, esa tarde se amaron dos amantes, que habían destilado pacientemente su deseo.

  -Te quiero Luis, pero sé que estás casado, que A´hui te quiere y te respeta, que te es fiel y que tu le eres fiel, yo no tengo sino mis recuerdos, y tu eres un recuerdo que hoy como súcubo se metió en mi cuerpo, pero eres un recuerdo Luis, hoy no pasó nada, nada de lo que me haya de afrentar, nada ha pasado porque mañana cuando vuelvas a tu vida, seré otra vez un recuerdo, así está bien Luis, gracias por darme este momento, gracias por hacerme sentir otra vez mujer, sólo tuya recuerdas, te lo prometí y no sé por qué chingados te lo cumplí si me dejaste para vestir santos, pero no te puedo odiar, sólo te sé querer, déjame conservarte como recuerdo, porque la realidad duele, no hables amor, déjame ir, y recuerda no pasó nada, nada te ha de afrentar, podrás ver a los ojos a tu esposa, porque es a ella a quien quieres, yo soy tu fantasma, ni acaso tu sombra porque no te sigo, tu fantasma porque estoy en ti, sin ser.

Luis sólo escuchó, vio cómo Carmen se vestía en silencio y no dijo nada, sabía que su vida estaba trazada y no era justo ponerla a ella en una papel secundario, se puso de pie, se vistió y tomándola del brazo caminaron juntos sin hablar, entraron ya de noche por la lúgubre Alameda, pasaron en silencio hasta el hemiciclo a Juárez, atravesando rumbo a Pugibet, el “polar” los saludó, su padrino quien estibaba unos cortes con su “morrongo”, la abrazó largo tiempo y saludó efusivamente a Luis, los golpes que le dio en el brazo seguramente le dejaron moretones, así de fuerte se conservaba el carnicero, el viejo barrio de San Juan parecía haberse detenido en el tiempo mientras caminaban, pasaron por la vecindad donde su tía Luz seguía vendiendo tamales, la saludó y besó como si hiciera años de no verla, la vecindad seguía casi igual, otros inquilinos ocupaban la que había sido su casa, en el patio, ante la mirada curiosa de los vecinos que la saludaban, bailaron entre los tendederos de ropa recién lavada que se secaba, la música la tarareaba Luis a su oído,  ella sólo reía, bailaban como lo habían hecho hacía veinte años ya, antes de bifurcarse sus destinos.

 Su felicidad era completa, sin dejar de bailar en brazos de su amor dijo…

-Dios mío, gracias por darme esta felicidad,  hoy puedo morir, ningún pendiente tengo ya.

 

FIN


Artículo publicado en la Revista Xictli de la Unidad UPN 094 Ciudad de México, Centro, México. Se permite el uso citando la fuente u094.upnvirtual.edu.mx

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