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Año: 2023 Mes: ENERO-ABRIL Número: 95
Sección: MISCELANEA Apartado:
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AL MAESTRO CON RESPETO Y ADMIRACIÓN: ENTREVISTA AL PROF. IVÁN JIMÉNEZ GÓMORA 1ª PARTE
Dra. María de la Luz Martínez Hernández

 

Introducción

En la elaboración de una investigación sobre la enseñanza de la Biología en México, encontramos personajes claves, no sólo como formadores de docentes, sino como maestros de grupo, directivos de escuelas y autores de textos, aquí se hace un sencillo homenaje al Mtro. Iván Jiménez Gómora, Normalista por la BENM y maestro de Biología por la ENSM, fue docente de esta, funcionario de la SEP, director de la esc. Sec. 3, donde fue mi jefe y lo conocí, autor de libros de texto y revisor del primer libro de Enseñanza de la Biología elaborado por un grupo de especialistas de distintas instituciones, en sí un personaje dentro del magisterio. El maestro accedió a darnos una entrevista, incluso nos obsequió material fotográfico, nos guio por su vida y por la antigua ENSM, en Fresno, donde los recuerdos hicieron que voláramos con él a su juventud, la entrevista es larga, aquí se presenta un fragmento dividido en dos partes. La primera habla de su paso por la ENSM y la segunda nos relata cómo era este edificio, así como su vida posterior a su paso por esta escuela, de tanto prestigio.

 

Recuerdos de estudiante y profesor

Dr. -Profesor, ¿Qué edad tenía cuando usted entró a la Normal Superior?

Prof. -Tenía 15 o 16 años cuando entré a la Normal, a los 19 años me gradué, trabajé dos años en la primaria lejana, luego ya me acerqué. Entré en 1951 a la Normal Superior, tenía 21 años y me gradué en 1955.

Profr. Yo soy de la generación 50 de la Escuela Normal y generación 55 en la Normal Superior del turno vespertino que en ese entonces era el único turno que había. Yo estudie en los cursos normales, trabajaba en la mañana en un pueblecito en la Delegación Xochimilco y era un esfuerzo grande levantarse a las 5:00 de la mañana para llegar al pueblo antes de las 8:00 e ir al campanario de la iglesia y tocar la campana porque era la llamada para los niños y entonces a las 8:00 empezar las clases.

Había que caminar de la carretera al pueblo media hora a buen paso, decíamos nosotros, para llegar a dar clases a las 8:00 y a las 12:30 (por el grupo que tenía) salíamos, y digo salíamos porque había otro compañero que también estaba allá que también fue maestro de Biología después, y entonces salir corriendo para llegar a la carretera y esperar el camión que pasaba cada tres cuartos de hora de modo que si se nos pasaba un camión teníamos que esperar tres cuartos de hora ahí en la carretera, lloviera o tronara y entonces llegábamos a la Normal Superior a clase de 4:30, las clases eran de hora y media y teníamos tres clases en cada día, de 4:30 a 9 de la noche.

Cuando pasé a segundo año ya se me hacía inaguantable el ritmo porque había que llegar a casa a preparar las clases del día siguiente para la primaria y estudiar las clases de la Normal Superior, entonces estaba yo acostándome a las 12 de la noche y me levantaba a las 5 de la mañana y ya después andaba yo durmiéndome en los camiones y todo eso. En ese año tuve oportunidad de pasarme a una escuela ya aquí dentro del Distrito Federal, una escuela en la que coincidimos yo creo que 12 compañeros que éramos más o menos contemporáneos y que íbamos con el deseo de establecer nuevas pautas para la educación, estábamos frescos, sabíamos muchas cosas nuevas y traíamos muchas ilusiones pero fuimos a la dirección general de educación primaria y solicitamos que nos mandaran a todos a una escuela nueva porque llevábamos muchos planes y casualmente nos encontramos a un maestro director  de Tabasco que venía a radicar al Distrito Federal y le nombraron director de esa futura escuela, nos dijo: “Este es un reto y ustedes dijeron que querían un reto. ¿Levantamos la escuela?”, pues la levantamos. Se nos hizo fácil y empezaron a llegar fondos de diferentes maneras, algunas veces se organizaban funciones de cine, los padres hacían donativos y se levantaron aulas de tabique, con techos de cartón enchapopotado y varios maestros ayudamos a cortar la madera de un diseño que hizo un compañero nuestro sobre una mesa banca binaria y equipamos dos salones para empezar.

Mtra. - ¿Y eso lo compaginaba con las clases de la Normal?

Prof. -Sí, en la tarde en la escuela Normal

Dr. - ¿Y el examen a la Normal Superior?, Se dice que era muy pero muy difícil.

Prof. -Mi secreto, pues yo mismo no me lo explico, el día del examen tenía un dolor de muela tremendo entonces fui a la farmacia y me compre un calmante, no recuerdo que marca era no era cafiaspirina pero era otra cosa un poco más fuerte y en la inexperiencia, le pido a la señorita que estaba despachando un vaso de agua y me dice: -No tenemos agua pero en el refrigerador hay refrescos. Tomo una Coca Cola y me la tomo. Ya se imaginarán, iba yo a la Normal Superior pisando sobre nubes y entre ellas hice el examen y quedé. Y siempre me he preguntado, si no me he tomado eso, ¿habría yo quedado?

Recientemente tuve una reunión con egresados de la Normal Superior que fueron mis alumnos y tuve la oportunidad de comprar ejemplares de animalitos de plástico, una producción china con mucha fidelidad, y a cada uno le obsequié uno de esos animalitos porque a lo mejor a sus nietos solo les van a platicar: - “yo conocí estos cuando existían”, o conocerlos solamente por película.

Pero ahí tuve oportunidad de ir conociendo a los maestros de la especialidad como alumno y por alguna razón empecé a caerles bien a algunos de los maestros que me concedían el honor de ayudarles en las excursiones o en las colectas de material y eso me ayudó mucho porque había un maestro en especial que citaba: -Nos vemos (decía) en San Ángel, ahí vamos a abordar un camión que va para la venta. O decía: -Nos vemos en Santa Rosa e íbamos a los alrededores, en Contreras y así en distintos lugares. Se podía visitar, por ejemplo, Lago de Zempoala que está un poquito más lejos e ir a un lugar que se llama San Cayetano, es un lugar especial.

Dr. -No me diga que usted era de los que todavía asistían…

Prof. -Íbamos a Veracruz a las instalaciones que tenía el ISSSTE ahí, un hotel en Boca del Río. Esas eran las actividades principales, salir mucho de excursión con el Maestro Oscar Sánchez, a él le gustaba mucho la caminata y no conocía algunos lugares y yo sí los conocía porque mucho de mi adolescencia me la pasé caminando, al maestro Manuel José Román le gustaba mucho y Oscar Sánchez quería hacer un trabajo de investigación, pero no quería ir solo, entonces nos decía: - ¿Me acompañan? Y nos íbamos con él, aprovechábamos e íbamos viendo nosotros algunos ejemplares y él viendo los ejemplares suyos el maestro tenía una magnífica puntería, pero una conciencia ecológica asombrosa.

El los veía y decía: -Mire, ese halconcito, es… y decía el nombre, casi siempre yo le cargaba el rifle y lo sacaba y sabía desde lejos si era macho o hembra y lo mataba. Lagartijas, por ejemplo, hay unas lagartijas aquí en la zona del pedregal que tienen el cuello azul, moradito, entonces también decía: - ¿Ya vio aquella lagartija?, de esas no tenemos ejemplares. Vamos a llevarle a la maestra Stevens. Sacaba el rifle, le disparaba y decía: -Recójanla.

Dr. -Pero además se acordaba de qué existía y qué no existía, y qué tenían y qué no tenían.

Prof. -Era de verdad extraordinario, yo lo admiré, lo admiro y desgraciadamente perdí contacto con él, pero era una gente que me enseñó muchas cosas y no nada más de zoología. Él decía siempre: - “Mi sabiduría es dicharachera”. Entonces decía un dicho para aplicar. Por ejemplo, para calificar decía: “Lo que es parejo no es chipotudo”. Las calificaciones tienen que ser parejitas.

A su maestro el Dr. Enrique Beltrán lo conocí, fue también mi maestro del curso de conservación en la Normal Superior, que él llamaba de conservación de los recursos naturales. Él era jefe de la especialidad de Biología, y era una persona que tenía una visión muy clara de esto que le digo de la Ecología e insistía en que era muy bueno que enseñáramos a los muchachos Biología, nos decía: - “No se conformen con enseñarles los nombres científicos, lo importante es saber, qué papel juega ese organismo en la naturaleza, el nombre cualquiera se lo aprende, pero entender qué papel juega en la naturaleza un ser viviente es muy importante para entender a la naturaleza en sí”. Y pues sí, efectivamente esa es una verdadera visión diferente de la Biología.

El maestro Enrique Beltrán fue una persona notable internacionalmente. Fue uno de los propulsores del estudio de la ecología y la conservación de los recursos en México y en el mundo. Cuando tomamos clase con él, no lo conocíamos, desde luego, y al dar sus clases siempre decía: - “Cuando estuve en Lausana… tal cosa” ó “Cuando estuve en Londres… tal cosa” o “Cuando estuve en Berlín… tal cosa”. Platicaba y todos decíamos: - “El maestro exagera”. Y de repente empezamos a darnos cuenta de que todas las veces que él decía que había estado, efectivamente él había estado ahí, y había participado en seminarios, en congresos de gente dedicada a la búsqueda de la conservación de los recursos y publicó varios documentos sobre la conservación. 

En la Normal Superior originalmente el curso se llamaba conservación de los recursos naturales de México, pero posteriormente se fue cambiando, viendo el panorama rural de la materia en sí y de la tendencia en el mundo, y terminó llamándose simplemente: Ecología y Conservación, porque la ecología tiene que ver mucho con el sentido que tenga en la conservación de los recursos. Si no se entiende el ambiente, no se entiende tampoco porqué hay que conservarlo, y recientemente estuve revisando algunos documentos de cuántas especies están en peligro de extinción porque no hemos sabido cuidar el entorno ecológico y se están acabando. 

Hay una maestra, fue inspectora Carmen Quintoya que es una persona muy culta también y dice que cuando iba a hacer su solicitud porque iba a entrar a Biología, entonces el maestro Beltrán le dijo: - “¿Qué planes tiene para su futuro?”. Y ella le dijo: - “Pues estudiar” y le dice: “¿Y en lo personal?”. Y ella le dijo: - “Me voy a casar”. Y él le dijo: - “No se meta a Biología”. Y no entró a Biología la maestra, se fue a español.

Dr. -Lo que pasa es que Beltrán en la regulación del plan del 45 es cuando propone por primera vez en México un curso sobre ecología. Pero su curso de ecología es el primero que hay por eso fue muy reconocido en su campo y los señores de la Educación Ambiental dicen que ellos inventaron el mundo a partir de que se inventó la educación ambiental porque desconocen. Pero cuando se les dice que existe Enrique Beltrán, dicen: - “Sí, pero era ecologista, que un ecologista no tiene esta visión”.

Prof. -Aquí entre los documentos que me permito traer vienen algunos de los planes de estudio que tuvo la Normal Superior en distintas épocas, que a ver si le pueden ser de utilidad.

Dr. -Entonces por el año de 1955, su título es de maestro en Ciencias Biológicas.

Prof. -Sí, Fue la primera temporada en que empezó a considerarse Maestría. El maestro Beltrán fue uno de los que tomaron un buen lugar dentro de mi memoria. El primer maestro de Botánica era el maestro Leopoldo Ancona que fue director de la secundaria #7, varios años y también un hombre con un conocimiento de la Biología y un concepto muy especial, era un maestro que daba clases que ilustraba en el pizarrón con gises de colores, y tenía características que nos hacían admirarlo, iba casi siempre de negro o de azul marino, entraba con su cajita de gises de colores y su borrador y empezaba, por ejemplo, a hablar de la hoja; -“Hay distintos tipos de hojas…”, sacaba su gis verde  y empezaba a trazar en el pizarrón distintos tipos de hojas, empezaba a trazar y cuando terminaba de hablar parte del tema, el pizarrón lleno de los diagramas de hojas.

Su clase terminaba a las 9 de la noche y nadie se iba, porque todo mundo estaba contento. O decía: - “Si tuviéramos en un microscopio un corte de hoja, la veríamos así…” y empezaba a dibujar en el pizarrón el corte de hoja. Casi nadie quería borrar el pizarrón, son obras de arte que hace el maestro en cada clase.

Dr. -De alguna forma fue el segundo biólogo, porque, aunque no había escuela de Biología, pero estudiaban la carrera en donde podían y su compañera de generación fue la maestra Elia Bravo, seguramente usted la conoce.

Prof. -Sí, a ella y a su familia, a Margarita Bravo que cantaba maravillosamente bien. A ella y a Margarita las conocí también. Margarita obtuvo el cactus de oro que le dio el gobierno de Mónaco, por su trabajo sobre cactáceas.

Dr. -Ella es una bióloga, la que fundó en si la base de la colección del jardín botánico.

Prof. -Sí, por eso se llama Jardín Botánico Elia Bravo. Le voy a decir porqué la conocí, tuve la oportunidad desde chico de pertenecer a la iglesia metodista de México y ella era miembro de la iglesia metodista de México, renombrada por su papel universitario además por su sencillez en su trato. Tenía un sobrino (Moisés López), que fue consejero de adolescentes y que se llevaba a las mil maravillas con nosotros y él a veces la invitaba para que nos diera alguna conferencia sobre la botánica y tuve oportunidad de tratarla y actualmente tengo contacto con una arqueóloga que es sobrina de ella, la maestra Karina Durant, pero con muchos reconocimientos por su sencillez y su sabiduría.

Dr. -¿Ya falleció la maestra?

Prof. -Sí, ya falleció.

Dr. -Su historia es muy larga e interesante, muy intensa, ella junto con Leopoldo, son los primeros biólogos que reciben ese título de Biología, pero no hay una escuela de Biología, ella y Leopoldo Ancona egresan y al poco tiempo, sino es que antes, fundan la escuela de Biología del Poli, no había escuela de Ciencias Biológicas. Es un personaje fuerte en la política, la historia del Politécnico está respaldada por estos fundadores, no son solo parte importante de la escuela de Ciencias Biológicas, sino que Leopoldo le dio mucha importancia a la Biología, porque en esa época llegaron los refugiados españoles y él los orientó para hacer la escuela de Biología del Poli y una de las mejores de México. Decayó cuando los españoles empezaron a morir. Entonces usted, ¿También conoció al maestro Leopoldo Ancona en persona?

Prof. -Sí, pero le voy a decir una cosa que es más admirable. Cuando se jubiló le dijeron: - “Maestro, ¿Por qué se jubila si usted está muy fuerte?, respondió: - “Es que tengo pendiente una promesa que me hice, estudiar medicina”. Y se fue a estudiar medicina y se graduó y luego cuando supimos que ya se había graduado como médico, le pregunte: - “Maestro, ¿Qué piensa hacer?”. Y me dijo: - “Voy a regresar a hacer estudios sobre la preservación de la vida humana, y lo dejé de ver un tiempo y cuando lo encontré, era un hombre fuerte, con mucha energía y con una claridad de pensamiento extraordinario. Ya falleció también, creo sus últimos años los vivió en Yucatán, pero le digo, admirable cuando dicen “me voy a jubilar” digo yo voy a continuar.

Dr. -Es que antes era rarísimo el que salía con su generación, por lo que estaba mencionando, es que las salidas de campo eran íntegras, pedir permiso en las escuelas para irse tanto tiempo.

Prof. -Y aunque a veces era en fin de semana, había colecta, recoger material, llegar a casa de regreso cansado y deja para el domingo las cosa que tenía uno que hacer y el lunes a la escuela primaria y a la Normal Superior. Entonces era un ritmo en donde la Normal Superior tiene cursos difíciles de literatura, matemáticas y civismo de lunes a jueves, de lunes a viernes física y química y Biología de Lunes a lunes. Había muy buenos maestros.

Dr. -Cuando el maestro Beltrán se va, confía mucho en Ancona y me imagino que también tuvo al maestro Padilla que luego fue director de la Normal

Prof. -Héctor Aguilar Padilla fue compañero mío de generación de la Normal. Nos acabamos de encontrar el 18 de noviembre en una ceremonia que hubo en la Normal. En ese entonces él estaba en el grupo “C” y yo en el grupo “A”. Me tocó la fortuna de tener buenos compañeros, buenos maestros, yo creo que otro de los distinguidos maestros de la Normal, fueron Benjamín Briseño que era biólogo y era además un hombre muy calmado, muy estudiado, tenía estudios en México y en Estados Unidos y muy prudente en su manera de ver las cosas. Alguna vez me dijo: - “Oiga maestro, me puso usted seis y yo siempre he tenido nueves y dieces, ¿Cómo le hago para mejorar?”. Y yo le dije: - “Pues estudiando”. A veces uno como maestro recibe preguntas un poco obvias, pero era muy preciso.

Beltrán, Ancona y Elia Bravo no solo fueron fundadores de la escuela de Ciencias Biológicas, sino que tienen importancia en la Biología en sí y estaban muy interesados en la investigación dentro de México también. Ahí entre los maestros, tuve también en técnica de laboratorio a Leopoldo Hernández, era un hombre bajito, regordete y muy sencillo. Un día compre un libro que se llama “Fauna cinegética de México” y veo en el prólogo un párrafo especial de agradecimiento a Leopoldo Ancona Hernández que fue quien lo apoyó para su exploración por toda la república mexicana para que hiciera su libro de “Fauna cinegética de México”. Nosotros aquí ni lo apreciamos. Fue un gran maestro.

Beltrán estuvo un tiempo en Recursos Naturales a nivel Nacional, después se reunían ahí en los viveros, en el Instituto Mexicano de Recursos Naturales. Su centro estaba por Xola, tenía su biblioteca y ahí hacía las reuniones. Me tocó asistir a algunas de las sesiones y conferencias, aunque no era miembro de la Sociedad, me toco participar en algunas de las mesas.

Dr. -Además de ser estudiante, ¿Tuvo algún otro cargo dentro de la Normal Superior?

Prof. -Fui ayudante de laboratorio, después fui maestro adjunto y luego ya tuve a mi cargo la clase de zoología (primer curso) y luego Ecología en Conservación.

Dr. -Entonces usted es continuador de las ideas de La Conservación por eso aparece como una pieza fundamental.

Prof. -Sí, cuando empezaron los cursos intensivos del verano e invierno, ya era yo adjunto del maestro y un día me llamó y me dijo: - “Oiga Iván Daniel, los próximos cursos, no voy a poder darlos y quiero que usted los dé”. Y le dije: - “Oiga maestro, pero yo nunca los he dado”. Y me dijo: - “Por eso quiero que empiece”. Y en el tiempo que estuve como adjunto de él, de repente me día: - “Usted dé la clase”, entonces yo tenía estar estudiando al parejo porque no sabía que día me iba a decir “te toca dar la clase”. Si me hubiera dicho antes, “El miércoles te toca”, o a veces en el momento me decía; “Continúa” y me ponía a prueba. Hubiera estado mejor si me avisara antes, y de algún modo quedó satisfecho con lo que oía y de ahí me dejó dar su clase y luego empecé a dar los cursos de verano y de invierno y eso me dio una gran satisfacción. Había maestros que venían de toda la república, muchos de ellos con muchos años de servicio.

Había maestros que estaban dando Biología en sus estados, pero no tenían los estudios, entonces era un reto, era gente que sabía ya tenían conocimiento. Había una maestra, Patricia Cisneros, era una señora como de unos 70 años y yo tenía como 28, llego a la clase y empiezo a explicar cómo ha habido una nueva apreciación de la clasificación de los recursos naturales, porque antes se hablaba nada mas de recursos naturales renovables y no renovables y ahí se quedaba todo. Pero llega una clasificación que hace un señor como un concepto diferente. Y entonces digo en la clase: - “Normalmente se clasificaban los recursos naturales en renovables y no renovables…”, y levanta la mano la maestra. Y pregunta: - “¿Quiere decir que ese concepto ya está pasado de moda?, porque yo lo uso todavía, tengo más edad que usted, mis nietos son tan grandes como usted. Y le dije: - “Si maestra tiene usted toda la razón del mundo, pero le ruego que escuche la explicación que voy a dar”.

Hubo varias tendencias en la Normal Superior, primero abrir las puertas para que pudieran entrar bachilleres y egresados de bachillerato pudieran entrar a la Normal Superior, pero se les pidió que llevaran lo que llamamos, Cursos de Nivelación Pedagógica. Normalmente se les pedían tres cursos. Otros de los cambios era revisar el contenido de las materias, hubo una situación curiosa que se presentó involuntariamente, hay un grupo de seres que por su simplicidad, a veces quedaban clasificados entre las plantas, entre los vegetales, pero también hay datos de que los clasifican como animales entonces empezaba la clase de maestros de zoología y decían: -“A los protistas los van a ver en botánica…”, y no daba esa clase, y el maestro de zoología decía: -“Esto lo van a ver en botánica…” y hubo como tres generaciones en que no se tocó ese grupo porque cada quien pensaba que el otro lo estaba dando. Se revisaron los programas y se actualizaron.

Dr. - ¿Entonces usted participó en la revisión de los programas del 45 para hacer los del 59?

Prof. -Me tocó indirectamente porque empecé a trabajar en la Normal Superior en el 57 y entonces nos pidieron que hiciéramos comentarios sobre los programas y planes de estudio. Era un grupo de maestros de Biología, que no es lo mismo planear y discutir, que ver qué cambios había que hacerse. Yo era el más joven, y estaba entre los maestros Oscar Sánchez que sustituyó al maestro Francisco Javier Lilly Huerta que era maestro de Botánica de tercero e hizo un cambio profundo, muy práctico, el maestro Lilly, acostumbraba a llevar un manojito de plantas y le daba una a cada alumno y le pedía que la analizara y la clasificara.

Oscar Sánchez no, en su lugar él decía: - “Vamos a recolectar plantas en el campo…” y empezaban a clasificar las plantas como se hace, viendo la raíz, el tallo, las hojas la flor y toda la inflorescencia en sus partes y con eso hacían la clasificación y los muchachos aprendieron muchísimo, ya podía platicar con ellos a simple vista podían describir la planta porque ya las conocían. Y en zoología de tercero, él era jefe del departamento de escuelas secundarias diurnas al mismo tiempo que era maestro de botánica y al mismo tiempo que él llegó el maestro Virgilio Camacho que era jefe del departamento de escuelas secundarias técnicas.

Entonces teníamos a los dos jefes de departamento, uno en botánica y el otro en zoología. Y él era también un hombre muy práctico que en el salón de clase contagiaba su estrés o su flojera. Él llegaba se estiraba y decía: -“Vamos a empezar la clase”, y bostezaba y empezaba a hacer una descripción muy libre de las cosas, pero cuando salíamos de colecta, era también de los que sabía a simple vista reconocer cualquier especie animal incluyendo su nombre y características. El maestro Virgilio era de Costa Rica y vino a México y se quedó. Era un personaje respetado y envidiable, muy reconocido por la Normal por aportaciones a fundaciones y centros de acopio de plantas y se dedicó a expandir lo que era la Biología, pero él era maestro.

El maestro Lilly tenía un principio que a mí me sirvió mucho en las clases que me tocó impartir y también para entender muchas cosas. El preguntaba: - “¿Qué van a estudiar ustedes?, ¿Qué quieren ser?”. Y contestaban: - “Maestros de Biología”. Y les decía: - “Fíjense bien, lo que va perfectamente marcado es ser “MAESTRO”, lo secundario es Biología, porque el que es maestro es maestro”. La Biología es la forma en que va a enseñar, la Biología es lo que va a enseñar, pero lo fundamental es que sea maestro porque cuando empezamos con un desequilibrio en esas voces la gente dice: - “Usted maestro de Biología” y se siente importante porque es de Biología cuando lo importante es ser maestro.

Ahí también figuró durante algún tiempo la maestra Stevens que era jefa de laboratorio por un tiempo, con una visión diferente en este sentido, a ella le interesaba más formar biólogos que formar maestros y ahí fue donde se empezó la separación, pero hubo maestras y maestros muy buenos, Marco Antonio Cano que fue alumno y fue después ayudante de laboratorio, un hombre también muy minucioso en su trabajo, Isaías Cano que ya falleció, María Álvarez Moctezuma que también fue muy buena alumna, Esther Sánchez Sánchez que también fue buena maestra, Ana María Palazón quizá no figuró con mucho renombre dentro la Normal pero es maestra normalista y egresada de la Universidad, de la escuela de Biología y maestra egresada de la Normal Superior de la especialidad de Biología y luego catedrática en la Normal Superior. Una maestra muy buena también, muy eficiente.

Mtra. –Yo fui de la segunda generación de la Normal Superior pero ya en el Rosario, a nosotros nos tocó abrir las cajas de materiales de laboratorio y el maestro Isaías Cano que fue nuestro maestro, pero de todas las asignaturas de biología, porque no había maestros de biología, posteriormente llegaron dos maestros de botánica, pero venían ya de otra escuela. El maestro Isaías Cano como fundador y demás, nos comentaba mucho que lo que él nos daba en un mes, allá era un semestre o dos semestres de zoología 1, zoología 2, no lloraba porque se aguantaba, pero decía: -Es que no, no es aquello que pensábamos. Y luego como yo ya era de Ciencias Naturales, solo era Física, Química, Bioquímica, Geografía, etc.

Pero el maestro comentaba eso y nos pidió ayuda y empezamos a montar microscopios, estereoscopios, no lloraba porque se aguantaba porque ese microscopio electrónico que había adquirido la Normal Superior y que no sabían exactamente en ese momento dónde había quedado, ya después se enteró que lo mandaron a la UNAM y las colecciones de insectos, de hojas, los herbarios ya no estaban, ya no existían. Nosotros le decíamos que si quería nos dijera y nosotros íbamos a buscarlos y los trasladábamos para acá. Pero no, no por demeritar, pero la calidad de tiempo, el espacio con el que fueron formados, fue muy triste para él. Posteriormente nos ayuda a cuatro compañeros de esa generación que fuimos los que nos titulamos en esa Licenciatura, a hacer un estudio preliminar de la fauna del lago Tezozomoc. Decía que ese lago que estábamos viendo era de la Normal. Es decir que tenían su propio lago y sería muy interesante que nos platicara sobre esta pequeña parte; y la maestra Stevens nos ayuda y es una de las lectoras de mi primer trabajo y estuvo en mi examen profesional. Pero también la maestra decía: -Los respeto, los quiero y...  y les digo que está bien lo que saben, pero perdón, mis alumnos fueron otros.

No nos sentíamos ni agredidos ni ofendidos porque tenía razón. Incluso nosotros también sentíamos eso, esa pequeña historia o gran historia de la Normal y que se viene a acabar acá en el Rosario. Fuimos a la biblioteca y nos decía: -Es que vayan a la biblioteca. No había material, todo nuestro material con el que estuvimos trabajando nosotros como generación, fue del Instituto de Biología de la UNAM. ¿Qué paso con todo eso?

Prof. –Pues tuvimos la satisfacción muy grande de que además nos daban la clase que se llamaba Higiene y Primeros Auxilios y después se llamó Salud Pública, el Dr. Alfonso Angelini de la Garza que era Médico Cirujano catedrático de la Facultad de Medicina y director del Departamento de Enfermedades Transmisibles. El Doctor Beltrán también estuvo como director del Instituto de Enfermedades Tropicales. De modo que era gente que de verdad conocían. También nos dio clase el Dr. Daniel Arellano, él nos daba anatomía y fisiología, eran maestros médicos para darnos conocimientos sobre aspectos anatómicos o de salud y de españoles pues nos tocó Antonio Ranulfo Delira que era Lic. En letras y Lic. En Derecho en España y vino a dar aquí cursos de Etimologías y publicó un diccionario que desgraciadamente presté y no pude recuperar nunca y que tenía la palabra y su significado, pero también las raíces etimológicas de cada palabra, era un librito sencillo de Porrúa pero lo perdí. Un día una persona me dijo que tenía mi botánica y le dije que por qué no me la devolvía y me dijo que no, que yo ya lo había perdido. Y así perdí algunos libros y algunos otros los doné para la Normal Superior, pensando en eso, que faltaría literatura. Yo personalmente los llevé al Rosario. Son casi puros libros de Biología.

Mtra. –Qué lástima porque son parte fundamental. Son la base para los recursos naturales. Deberían estar ahí como pieza restringida

Dr. –Y vas a la biblioteca y nos los ves y deberían estar ahí. Siguen siendo vigentes, lo que cambia es un poco el lenguaje. Esa leyenda de que ustedes habían tenido un microscopio electrónico ¿Es verdad?

Prof. –Yo no lo recuerdo, yo me acuerdo de que lo que teníamos era un micro proyector.

Dr. –Cuando decía la maestra Sánchez cuales eran las características del equipo, estaban hablando de un gran aparato que era foto microscopio, que era capaz tanto de proyectar como de sacar fotografía. Las mesas de las que decía el maestro de madera con piedra son para eso, no se mueven entonces eso hace que las fotos salgan más precisas. Y sí conocí a un maestro que era uno de los que lo manejaban porque me enseñó las diapositivas.

Mtra. –Algo sabía yo de que lo habían donado a la Normal de Colima

Dr. –Me acuerdo de que hubo un maestro que me enseñó cajas y cajas de diapositivas.

Prof.  –A veces es cierto que cristianamente no puedes donar tus alimentos a los pobres. Si puedes, pero después de comer. Que terrible que haya pasado eso.

Mtra. –Y el anfiteatro ¿Qué pasó con él?

Prof. –Cuando se hizo la unidad de biología, se hizo pensando en que fueran aulas que tuvieran la comodidad para 36 alumnos.  Y las aulas tenían 36 bancas que estaban atornilladas al piso, para que no se movieran. Pero había aparte la sección de los laboratorios, donde estaba desde botánica, desde anatomía, pero faltaban. Entonces se consiguió otro espacio que quedo precisamente en un espacio libre, a espaldas de lo que sería el auditorio de la Secundaria ANEXA, el auditorio de la normal superior………y cortinas que se pueden abrir. Y enfrente esta un terreno que se usó para ampliación de la unidad de oncología. Un salón de cuarto oscuro para fotografías y todo eso, un anfiteatro y otro local que ahorita no recuerdo. Eran cuatro. Y la oficina de la jefatura de la especialidad de……Atrás de ese edificio hay un estanque. A veces íbamos a las bahías de Zempoala, traíamos hidras y las sembrábamos acá y entonces ahí teníamos un lugar donde recolectar y estar haciendo unos experimentos, pero pues todo eso se perdió.

Dr. -Entrando al edificio nuevo, está el auditorio a mano derecha y hacia el frente se ve un espacio. Se ve un estanque grande, me imagino que ha de haber sido ese, porque es el único espacio que queda, más o menos. En el edificio nuevo, en la unidad que se dice que promovió para su construcción.

Prof. –Se entraba y al fondo está la parte de la unidad nueva. A la izquierda la unidad de biología. Allí juntito esta. Allá esta la alberca de la secundaria #28 y los salones de la #28. Ese es un espacio no muy grande, pero servía.

Mtra. -Yo quería entrar a la normal precisamente porque contaban ellos. A parte de los profesores que impartían, pero todos esos espacios de cómo se iban construyendo, pero aparte iban hablando un poco de lo que eran los profesores, los salones, los espacios, el plan y programa.

Prof. –A veces tuvimos contratiempos fuertes. Cuando llego la indicación, como un proyecto, de que se tratara de planear una tira de materias que preparara a los maestros para dar áreas. Entonces, ¿Qué se aplica? ¿Áreas, pero qué áreas van a dar? Biología, Física, Química y algo de Geografía. Pensamos: ¿Geografía? Bueno, está relacionado con las Regiones Naturales. Puede ser algo así. Pero empezamos a ver y presentamos nuestra respuesta, diciendo que se necesitaba agregar dos años a la carrera. Sí porque empezamos a ver que recortamos. Con un tiempo tan corto qué se podía hacer. Tres cursos de Botánica, tres de Zoología, Física, Química. Ya cuando ves son seis cursos Es más de lo que abarca un año. ¿Y todas las otras materias? Necesitamos dos años más cuando menos y la respuesta fue que no.

Dr. –O sea que a usted le tocaron las dos renovaciones, la interna de la Normal y la del 72 por área.

Prof. –Y mucha gente se oponía y también allá en la Secretaría, porque los jefes de enseñanza se oponían totalmente a las áreas, pero la orden era la UNESCO está indicando que para que México entre a ser parte de las naciones que están compartiendo sus planes de estudio, deben trabajar por áreas. Entonces nos forzó a muchas escuelas a trabajar por áreas. Entonces tuvimos que participar también. Por otro lado, en la elaboración de los libros de texto, por asignaturas que ya teníamos hechos, pero viene el establecimiento de las áreas y tuvimos que aliarnos con compañeros de las especialidades de Física, Química y Geografía para completar y sacar los libros que fueran por áreas. Pero todo, sintiendo que era un “champurradito” ahí que no daba.

Dr. –Pues ¿cuántos años fue de formación de Biología?

Prof. –En cuatro años formábamos maestros de biología a los que siempre les decíamos que tenían que seguir estudiando, porque todos los años cambian las cosas. Entonces meterles física, química y zoología, hasta dos años era corto.

Mtra. -Sí, si fue complicado, porque yo tuve esa experiencia, pero además no solo física, química y biología, sino que además como había en su ingreso maestros de bachiller, entonces el 60% de materias eran sicopedagógicas, o sea, de 100%, 60% sicopedagógicas, historia y 40 entre física, química, biología y geografía.

Prof. –Voy a empezar en orden

Dr. –Oiga, y ¿Cómo le hizo para llegar a ser tan prominente dentro de la organización del trabajo de la Normal Superior? Porque dicen que en el organigrama de 1959 aparecen como orientadores.

Prof. –Sí, el orientador era para impulsar a los muchachos a elaborar su tesis. El orientador en otros aspectos, de repente le tocaba hacer consultas de algún alumno o alumna que llegaba a consultar a veces hasta cosas personales, porque buscaban la experiencia digamos de un profesional

Dr. ¿Pero ¿cómo se daba eso porque de alguna forma los orientadores eran pilares en ese proceso?

Prof. -Viene en esta parte de los reglamentos. Y era que se usaban para eso.

Mtra. –Era del 46

Prof. –Esta es otra revista y también habla ahí…

Mtra. –Es del 59

Prof.  –Bien habla ahí de unos planes de estudio

Mtra. - ¿Y cómo surgen estos anuarios?

Prof. –Era una revista que publicaba la Normal. No tenía una continuidad muy clara. Casi casi salía cuando se podía, pero fue un intento de divulgación.

Mtra. - ¿Cuándo usted llega, ya estaba el escudo?

Prof. –No, el escudo lo diseño un maestro llamado Armando Rodríguez Puyol, que era alumno de Artes Plásticas, Armando Rodríguez Puyol, era hermano de la maestra Hortensia Rodríguez Puyol y él lo diseña pensando en un simbolismo que es el águila que recuerda a México, con las plumas que representan tribus Nahuatlacas, un microscopio con las iniciales de la escuela y aquí estos puntos no recuerdo ahorita que significaban, pero tiene un significado por ahí.

Mtra. -El escudo de la Normal.

Dr. –Si lo que dicen del escudo que es un microscopio, pero también es un mundo. El libro es la base.

Mtra. - ¿Qué significan los puntos?

Prof. – El significado debe estar en un anuario o en una de estas revistas explicado.

Dr. –Ya una vez encontré como se ponen por partes. El escudo lo abren por partes y creo que los puntos son las matemáticas, están representando todas las áreas de las Ciencias de Humanidades.

Prof. –Las especialidades en general, sí exactamente. Ahí tiene al final unas fotografías de quienes ingresaron en esa etapa. Muchas de estas personas pude conocerlas ya en servicio como maestros, otros como directores y otros hasta como inspectores.

Dr. –Faustino Miranda

Mtra. –Agustín Antonio Albarán

Prof.  –Fue jefe de enseñanza de español, de Lengua y Literatura. Hay varias personas ahí.

Mtra. –Me imagino que de los que conoció están Agustín Contreras, Fernando Gamboa.

Prof. –Si todos los que tienen puntito, los conocí en servicio también.

Mtra. -La maestra Martha Castañeda.

Prof. –Fue compañera de mi esposa en la Nacional de Maestros. Y por ahí en la especialidad de Biología va a encontrar a algunos que después fueron sus maestros.

Mtra. –Artes Plásticas

Prof. –Arturo Caballero. Aquí las fotografías están cambiadas, hubo un error, yo creo que las movieron antes de imprimirlas porque estaban colocadas en orden del promedio y el promedio número uno era esta maestra. El número dos de la especialidad era mi esposa y el tercero era Arturo Caballero. Que tenía un disgusto tremendo con mi esposa porque le ganó por una décima.

Mtra. ¿Y éstos eran profesores?

Prof. –No, Todos son alumnos, pero las cambiaron a final de cuentas. Esta al principio fue donde se establecieron los lugares de biología, donde está el CAM ahora y era toda la manzana. La maqueta que yo vi, personalmente. Hubo un problema para expropiar estos terrenos y allá hasta había oficinas de la SEP, eran bodegas de recursos materiales. Y luego ahí se acabó no se pudo ganar el pleito aquí. Luego en este pedazo quedó la Secundaria 2, porque la Secundaria 2 ocupaba originalmente este predio. La sacaron, la pasaron para allá y se construyó lo de acá.

Dr. –Es que estas son fotos de cómo se fueron construyendo y yo esto no lo conocí. Nunca las había visto. Es histórico esto. Había visto el archivo y había visto estas fotos.

Prof. – Esta es la esquina de Fresno y San Cosme. 1956 - 1957

Mtra. -Y estuvo trabajando ahí y no cualquiera es profesor de ahí.

Prof. –La idea de la ANEXA originalmente fue llevar a puros maestros que hubieran sido becados en la Normal Superior y había una sola beca por especialidad.

Dr. –Estas fases de construcción nuca las había visto.

Prof. –Esta es de 1963.

Mtra. –El plan de estudios

Dr. – este es el reglamento. Toda la Ley del 48

Mtra. –Arqueles Vega director.

Prof. –Sí. Con él tuvimos muchos problemas, porque nos mandaba de repente las listas de las personas que quería que entraran a la especialidad y tenía guardados dos oficios que le había enviado yo diciéndole que no era posible cumplir con sus indicaciones, porque las personas no habían pasado el examen de admisión y otra donde le digo que si no posible aceptar desde nuestro punto de que le daba mi renuncia. Y ese era el problema, que a veces él mandaba recomendados. De muy buena voluntad seguramente, pero no.

Dr. –El profesor ya tenía la categoría de director general

Prof.  –Ahí también están unos en las revistas.

Mtra.  –Ahí está el plan de estudios y los maestros que había y el personal docente.

Dr. –Pero hay material que son únicos de lo que nos está contando y hay anuarios y estos no están en la colección de abajo. Arriba de la biblioteca tienen cajas y ahí es solamente cuando se consulta por investigación, cuando quieren encontrar algo. Están en cajas entre archivos de calificaciones y todo, están ahí guardados. Usted participó en esto que es la modificación. Aquí es donde cambia de nombre, aquí es donde ya se llama biología o Ciencias Biológicas ¿Usted fue de los que propuso el nombre?

Prof. –No, era muy joven para eso había gente más grande. Imagínese nada más el Dr. Angelini, Benjamín Briseño,

Dr. -Si tiene la firma de ellos los documentos e incluso me llama la atención que nada más son un programa, pero no están desarrollados, pero inmediatamente se ve el puesto que tenían. ¿Si se ve que ustedes tomaron zoología esos mismos años? ¿Entonces los del Poli se los dio a los de la UNAM? no tomaban tanta zoología ni tanta botánica

Prof. –Pues fíjese que teníamos una pequeña referencia. Invitamos al maestro Oscar Sánchez, a dar un curso de didáctica de la biología en la Universidad y la sorpresa para los muchachos es que llegó y le puso a cada uno un ejemplar para que lo clasificaran y no sabían clasificar.

Dr. –No, no enseñan, en la carrera enseñan hasta que ya se van sobre las líneas de especialidad, o sea, si lo vieron, pero no se llega a la profundidad, pero ni de chiste a usar claves. Si se conocen por ojo, etc. Pero solamente los que ya trabajan en laboratorios ya saben usar las líneas naturales. Pues por eso a mí me sorprende.

Prof. –Para que vean qué es lo que les puede ser de interés.

Cuando se hicieron estudios para los planes y programas, nos sucedió que una vez, estaba como adjunto del maestro Carlos Amador que era el jefe de la especialidad y me dice: -Oye Daniel, necesito verte el viernes o sábado porque acabo de recibir órdenes de que el lunes hay junta en el consejo para hablar sobre los planes y programas de Biología, vente a la casa. Y fui el sábado, nos pasamos el sábado y el domingo hablando de cómo podía ajustarse el programa, cambio del orden de algunas unidades con ampliación de algunos aspectos y el lunes nos vimos a las 10 en la oficina del maestro fulano de tal que era el presidente del consejo, llegamos y pasen ustedes, ¿De qué especialidad son? De Biología, ah que bueno que llegaron y vamos a hablar sobre el programa. Si señor aquí venimos preparados, nada más guarden sus papeles, el programa aquí está.

Mtra. –Fue mucho trabajo, casi dos días y muchas horas.

Prof. –Dos días y discutiendo entre nosotros. Y luchamos fuerte por algunos puntos, pero, sobre todo, la desilusión de que creíamos que nos iban a consultar cuando menos algún punto. No, guarden sus papelitos aquí el programa está. Nos llamaron realmente para avalar que ya estaba.

Dr. –En la Normal cuando se hizo la reforma, usted como alumno y como maestro ¿Participó del diseño de algunas asignaturas?

Prof. –Sí, de algunas asignaturas, sobre todo de zoología y algo de técnicas de laboratorio platicábamos, porque la maestra Stevens quería sacar a los muchachos como si hubieran tomado un curso tanto de taxidermia como de preparación de ejemplares, etc. Y le decíamos que lo que necesitábamos era enseñarles cómo hacer las prácticas que vienen en el programa, para que saliendo de aquí los muchachos digan que saben hacer y lo puedo hacer y concretarse a hacer la taxidermia de un conejo, de un pez, de una rana, como se usaba, porque si no, no llevan nada y se matan muchos ejemplares, entonces necesitamos retocar de otro modo las cosas. Sin embargo, no la convencíamos mucho. Ella tenía su experiencia y su preparación porque ella era maestra normalista egresada de la Normal Superior, hizo una maestría en el Poli y es médico. Tiene una preparación muy amplia.

Mtra. –Y sin embargo tenía esa idea de disciplina.

Dr. –Es raro porque los de la Normal Superior tenían la otra. Bueno, hasta con los que hemos platicado, se ven más como maestros.

Prof. -Era la descripción que hacía el maestro de Biología.

Dr. -¿Usted escribió en alguna revista?

Prof. –No, solo en los libros de texto de secundaria.

Dr. – ¿Usted formó parte del Consejo Nacional para la Enseñanza de la Biología? Donde estaba el maestro Barrera.

Prof. –Sí, con ellos trabajé en dos libros. Diversidad y Continuidad del Mundo Vivo, con Andres Barrera, Arturo Gómez Pompa, Mauricio Rusek.

Dr. –Varios participaron, pero el coordinador es Gómez Pompa. Pero aparece ahí su nombre en dos tomos. ¿Era como parte de la Normal?

Prof. –Sí, en los dos me pidieron que revisara los libros para que estuvieran más o menos a nivel, pero en uno solamente participé con la revisión y en otro con la revisión y la elaboración del vocabulario que está hasta atrás, y luego asistí a las reuniones del Consejo Nacional para la enseñanza de la Biología. Estuvimos en una reunión en Jalapa, también donde se presentó uno de los libros. En esa reunión en Jalapa iba el maestro Pedro Ruiz y su servidor como representantes de la Sede de la Normal Superior y nos quejábamos de en la Normal Superior teníamos solamente en tres laboratorios teníamos 12 microscopios en cada laboratorio y decíamos que qué barbaridad, no es posible, con 12 microscopios y grupos de 36, trabajan 3 muchachos en cada microscopio. Entonces un muchacho de la Universidad de Jalapa dijo: -Pues los envidio, nosotros en la Universidad de Jalapa solo tenemos 3 microscopios. Y que tragedia.

Dr. –En la Normal Superior cuando fuimos a tomar un curso, me espante de verdad de ver en qué condiciones estaba el equipo. Era un curso correctivo, pero me sorprendió ver joyas, microscopios de principios de siglo de color grises. Y la calidad de esos lentes que son lentes que tienen revolver dos tres microscopios e impresionante el estado en el que están, parece que no los valoraron bien, porque me imagino que eran los que usaban ustedes. Ahorita estaba viendo la fotografía y me imagino que ustedes utilizaron más de esta calidad.

Prof. –Sí y cuando fui parte en el consejo tuve la oportunidad de platicar con Biólogos renombrados, en ese tiempo me permití invitar a Gutiérrez Vázquez a dar una plática de los factores de riesgos y le dije a los muchachos que lo esperáramos en la puerta de Fresno porque es un honor que nos haga el favor de venir, entonces venía una persona, de sombrero inglés sin brazo, y pensaron que era él pero no, ese era un maestro de inglés muy elegante, luego venia un señor con guayabera, pantalones vaqueros, el paliacate salido y él era Gutiérrez Vázquez. En ese entonces los dos a cargo del consejo eran Gómez Pompa y Gutiérrez Vázquez. Y en esa época Andrés Barrera era el director del museo de Historia Natural de Chapultepec. Entonces era gente muy importante.

Dr. –Es que él era muy sencillo y la última parte de su vida la vivió en Pátzcuaro. Él fue maestro fundado de todo el grupo de una parte muy importante de la historia de cómo se diversificó la enseñanza a un nivel más alto en lo que se haría llamar la investigación aquí en la Ciudad de México y funda lo que es el DIE, cuando aquí estaban muy revueltas las cosas el funda lo que es el departamento de investigación Educativa es la institución de más prestigio en investigación en la Ciudad de México, su alumna y ayudante en ese entonces es la Dra. Antonia Candela, muy reconocida a nivel mundial, pero Gutiérrez Vázquez también. Por eso le comentaba si tuvo relación con ellos.

Prof. –Sí, tuve la oportunidad de platicar y trabajar con ellos en esos documentos y recuerdo mucho cuando se hizo la edición del primero de los libros que se publicaron en el término de la de la diversidad y fertilidad del mundo vivo, el libro tenía la fotografía de una mosca de la fruta, eran malas portadas, entonces nos invitó la editorial a que tuviéramos una cena con los autores y entonces fue cuando dijo que nos recibía en su casa, y la primer sorpresa para nosotros fue que un mayordomo nos abrió la puerta, dejamos el carro, pasamos a su casa, el vestido de etiqueta, la señora también y entre los invitados estaba una señora y el dueño de la editorial, la mayor parte de los autores nos juntamos y empezamos a platicar y en eso llegó Gutiérrez Vázquez y veía con su esposa que también era Normalista y el venía con pantalón vaquero y ella con vestido de manta, muy sencillos, su casa era muy bonita. La señora Sans le decía a Gómez Pompa que por favor le hiciera el favor de visitarla porque en mi jardín tengo una planta que no he podido clasificar, ¿Cuándo me podría hacer el favor de venir? Y le decía, -tal día, no ese día voy a parís a ver cómo está mi casa, y le decía otra fecha y mejor páselo a dos días porque voy regresando de Nueva York en la fecha que usted dice.

Dr. –En esos niveles se manejaba. Bueno, en la anécdota que cuenta nos damos de cómo se publicaron esos libros y es que él fue a Estados Unidos, se hizo una revolución educativa en Estados Unidos cuando la Unión Soviética pone en órbita los sputnik. Y hubo un colapso en Estados Unidos, porque preguntaba, -¿Qué estamos haciendo con la educación? y se interesó en qué materiales educativos estaban haciendo para la modificación postular que iban a tener ahí muy fuerte y se hicieron tres libros, el verde, el amarillo y el negro. Y cuenta que fue a estados Unidos a ver a los autores de esos libros y que ellos los pusieron a su disposición. Lo que nunca supe es si siguió uno en particular cuando reviso los libros, yo veo el enfoque de los dos. En un tomo esta lo micro y en otro lo macro. Esta lo histórico y lo teológico y la formación de especies y en el otro tenía tejido, célula; y según esto los originales o eran de fisiología celular o eran de evolución. Entonces no sé cuál es el que reconoció esos libros y sería interesante conocer eso.

Prof. – Sin escuchar mucho, cómo se ponían a apegar eso libros a los programas de Ecología que había en México, entonces se hicieron unas adecuaciones nada más. Para seleccionar los temas en sí del programa, sin apartarse mucho del plan de estudios de otra forma no nos hubieran aceptado la comisión nacional de libros de texto, tenían que apegarse en parte al programa.

Dr. –Las versiones que he encontrado son dos versiones, la última versión que encontré dice libros de texto gratuito y para uso exclusivo de la escuela Nacional de Maestros, es decir, parece que ese lo usaron en la Escuela Nacional de Maestros.

Prof. –Sí, esa fue la otra versión, porque la otra fue fundamentalmente para que se aplicara el ladrillo para preparatorias y los otros dos de CECSA solamente para secundaria, después tenían que ajustarse a los planes de estudio de planes y programas de la secretaria de Educación Pública y se tuvo que hacer algunos ajustes. Y no sé si se beneficiaron o se echaron a perder, pero ahí estuvieron.

Una larga charla entre café y mucha nostalgia fue la que nos obsequió el maestro, de forma pausada, sin orden cronológico, siguiendo sus recuerdos el maestro fue rememorando su paso por el magisterio, aquí finalizamos la primera parte, quedó pendiente una visita de campo a Fresno, a la ENSM sitio donde pasó su juventud.


Artículo publicado en la Revista Xictli de la Unidad UPN 094 Ciudad de México, Centro, México. Se permite el uso citando la fuente u094.upnvirtual.edu.mx

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