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Año: 2022 Mes: ENERO-ABRIL Número: 92
Sección: INVESTIGACIÓN Apartado: Sociales
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La cultura en la cotidianidad del sujeto y como facilitadora de su socialización
Anselmo Robles Guadalupe Vianey, Becerril González Suleyma Noemí

Sabemos que cultura engloba muchas representaciones, en términos más técnicos, cultura representa un carácter polisémico. Sin embargo, debemos tener presente que el significado que nosotros le demos, sabremos en cuál de las  concepciones de cultura estamos ubicados.

 

Partiendo de esto, iremos revelando como es que se conforman las culturas, a través de aquellas características como lo son la lengua, los símbolos, los códigos, costumbres, tradiciones y la identidad que hacen diferenciar unas culturas de otras.

 

Gracias a estas diferencias nace lo que llamamos multiculturalismo, esto es, cómo otras culturas se van transformando hasta el punto de fusionarse unas con otras, a este proceso se le llama hibridación cultural, pero aquí la hibridación en cierta medida no es tan negativa, pues las costumbres y tradiciones de las culturas en cuestión se siguen perseverando.

 

Palabras clave: Cultura, hibridación cultural, multiculturalismo, identidad, nociones culturales.

 

Introducción

 El presente escrito busca mencionar la importancia de acercarnos hacia una clara definición sobre  ¿Qué es aquello que llamamos cultura e identidad?

A raíz de ello, nosotros como seres sociales y culturales por excelencia adquiriremos una visión más amplia del sentido que tenemos actualmente sobre nuestra cultura e identidad, pero también se abrirá un nuevo horizonte que involucra una serie de conceptualizaciones de culturas extranjeras y que inciden de manera directa en nuestra forma de accionar en el mundo, y con esto último hago referencia a un mundo globalizado en donde resulta pertinente hacer un exhaustivo análisis para poder interpretar y comprender las formas complejas del fenómeno de la comunicación y su relación con los diversos procesos socioculturales, ya que estos complementan un sistema que se aplica a las prácticas educativas y sociales.

     Resulta primordial tener una constante cercanía, indagar en los escenarios, las personas y los grupos de nuestro contexto en primer plano y sucesivamente con aquellos que nos pueden resultar ajenos, pero que con los cuáles sin embargo podemos compartir muchas características similares.

     Margulis (2011) afirma que la cultura "está presente en todos los niveles de la vida humana: en la identidad, en las manifestaciones [...] en el pensamiento del hombre, en sus producciones y prácticas de todo tipo" (p. 13).    Comprender la cultura desde esta perspectiva es tener una "concepción normativa e idealista de la condición humana" (Busquet, 2006, p. 96). En otras palabras, se constituye una forma de situarse en el mundo, de sentir, pensar y actuar que orientan nuestra realidad y nos aportan criterios suficientes para posicionarse en ella y dar cuenta de que "la cultura no está conformada por objetos, sino por formas de relación en los que interviene la libre decisión de las personas de asumir, portar y practicar un comportamiento cultural" (Arizpe, 2011, p. 71).

     Para ello retomaremos las nociones de cultura existentes, las culturas híbridas cuyo término se encuentra en la mira de actuales investigaciones, se hablará también de la cultura e identidad mexicana y para finalizar se hará un proceso que englobe todos estos aspectos con la organización social más importante que tiene la sociedad: La escuela como reproductora cultural.

 

Nociones Culturales

     Uno de los principales problemas a los que uno se puede enfrentar al tratar de definir a la cultura es su multiplicidad de conceptos que lo atañen. Sin embargo hagamos énfasis en dos aspectos fundamentales: Concepción Humanística y Concepción Antropológica.

     Para el humanismo la cultura es el conjunto de saberes que le permiten al hombre vivir dignamente, partiendo del espíritu, mismo que se compone de inteligencia, voluntad y capacidad de actuación. De acuerdo con Busquet (2006) "La cultura considera la máxima expresión del talento humano; la perfección, la excelencia y la creatividad. A la vez se otorga a la cultura [...] un papel esencial en el proceso de civilización" (p. 98).

     Un término digno de analizar es el de “alta cultura” cuyo término hace énfasis en una serie de modales, actitudes y obras que son hechas por las élites para su propio consumo, en un sistema exclusivo al que solo unos cuantos pueden acceder. Su valoración es considerada como sofisticada y por lo tanto se auto eleva a la cultura popular o cultura baja como suelen ser llamada por estar dirigido al pueblo y tener fácil acceso a ella. Por ejemplo podríamos decir agroso modo que la cultura de élite se encuentra en museos o centros culturales, mientras que la baja puede ser apreciada desde lugares abiertos o al aire libre.

     Dicho de otra manera, las élites sociales deben mantener un nivel cultural apropiado a su condición, convirtiéndose así en una concepción clasista en la cual sólo las “personas cultas” son las que están en mejor disposición de reconocer los valores y disfrutar de las obras más importantes de la tradición cultural.

     Por otro lado hablamos de una concepción antropológica en la que autores como Margulis (2011) y Busquet (2006) la definen como una cultura viva vinculada a los gustos y a las formas de vida de los grupos o clases sociales, dicho de otra manera es "Una manera de estar en el mundo" y que desde mi perspectiva es la noción con la que más simpatizo, no encuentro ninguna necesidad de menospreciar o enaltecer una u otra cultura dependiente de su contexto socioeconómico, todas y cada una de  ellas son producto de generaciones que han trascendido a lo largo de muchos años y que permiten tener acceso a múltiples escenarios, a otro mundo cognitivo. El factor imprescindible en la construcción de estas culturas es el lenguaje, su función comunicativa se expresa en un plano externo. La palabra en su singularidad tiene un sólo significado, sin embargo, está adquiere sentido en contextos específicos y como es sabido dicho sentido cambia ante la múltiple complejidad de los grupos culturales.

     Para ello resulta importante retomar la relación de cultura y comunicación  que hace Margulis (2011), cuya referencia de la cultura hace mención de poseer una estrecha relación con la capacidad de los individuos para comunicarse entre sí a través de diversos signos que son construidos por los miembros de una comunidad a lo largo de muchos años, los cuáles son compartidos y conservados para transmitirlos de generación a generación con el objetivo de que dichas significaciones conserven la esencia de su cultura.

     Los signos se vuelven clave fundamental dentro del ámbito social ya que permiten adquirir una articulación de los procesos de comunicación en donde resulta pertinente de igual manera la capacidad de interpretación para hacerle frente a la gran y compleja diversidad de culturas que existen alrededor del mundo, de ésta manera podemos enriquecernos al reconocer la relación entre el conocimiento fiable del pasado ( la manera en que se desarrolló cada cultura, en términos lingüísticos y simbólicos) y lo que aprendemos del presente, de nuestra realidad social actual, ya que ésta depende en gran medida de los modos de percibir nuestra cultura, a través de creencias, estilos de vida y comportamientos, determinando en gran medida el orientar nuestras acciones dentro de un sociedad o comunidad en específico.

     Como seres sociales se adquieren códigos que son aprendidos, ya sea a través del contexto social, de las instituciones, de una época en concreto o de la proximidad o lejanía en la misma, cuya importancia radica en ayudarnos a comprender los diferentes significados que las personas les dan a las cosas materiales o espirituales. Cada cultura procesa la información existente de manera diferente, por lo tanto, abre paso a adquirir una visión amplia y conocer cada una de ellas con el debido respeto a lo diferente, pues punto clave para el desarrollo humano se encuentra en la constante interacción con los otros, es decir en su cultura. A resumidas cuentas podríamos establecer que la cultura vista desde la perspectiva antropológica es el "Conjunto interrelacionado de códigos de la significación históricamente constituidos, compartidos por un grupo social, que hacen posible la comunicación, la interacción y la identificación" (Margulis, 1994, p.4).

 

Culturas híbridas.

     A raíz de lo expuesto anteriormente podemos vislumbrar que la construcción cultural a través del conjunto de creencias, tradiciones, arte, lenguaje y hábitos que adoptan los grupos sociales, pueden identificar desde a un grupo pequeño de personas hasta a naciones completas que comparten estas características. Sin embargo, no debemos caer en el error de individualizarlas, todas ellas se han formado en base de elementos nacionales, pero también son constructo de una variedad de influencias culturales de todo el mundo, esto es a lo que Néstor Canclini (2005) llama "hibridación cultural".

     La hibridación cultural es una serie de procesos socioculturales donde dos estructuras distintas, que existían separadas, ahora están combinadas y con ello crearon una nueva dinámica, ya sea por supervivencia o para adaptarse al nuevo entorno. Sin embargo, es un concepto que en nuestra actualidad tiene un margen sustancial que explica las nuevas formas de comunicación que entrelazan diversos aspectos culturales dentro de las sociedades modernas, es decir que cada cultura existente en el mundo es el resultado constante de una evolución que se ha encontrado determinado por factores sociales, políticos, y económicos y que han adquirido un proceso de adaptamiento a las necesidades de un contexto en concreto.

     Por ejemplo, nuestro país, su gente sigue conservando unas tradiciones características e identitarias de la nación, y otras han tenido que transformarse al margen de una sociedad en constante cambio. Por lo mismo es importante dar cuenta de todos estos marcos referenciales y analizar que México tiene diversos cruces culturales, ya sean europeas, estadounidenses, africanas y la que actualmente se encuentra en la cumbre es la asiática. México no está exento del K-pop: según Twitter, nuestro país se ubica en la posición nueve en los listados de los 20 mercados principales de esta música por usuarios únicos en la red social y por volumen de tuits. Asimismo, Spotify señala que la nación es el tercer mercado más grande para esta industria fuera de Asia.

    

     En este contexto podemos percatarnos de que en una era globalizada la hibridación cultural sólo enriquece nuestros conocimientos, prácticas y formas de pensar, por lo tanto, resulta efectivo no estancar nuestra cultura en las fronteras sino expandirla al extranjero y acercarnos a otras culturas para entenderlas.

 

Multiculturalidad e Hibridación

     Pensamos que necesitábamos una palabra más versátil para dar cuenta tanto de esas mezclas “clásicas” como de los entrelazamientos entre lo tradicional y lo moderno, y entre lo culto y lo popular y lo masivo. Una característica de nuestro siglo, que complica la búsqueda de un concepto más incluyente, es que todas esas clases de fusión multicultural se entremezclan y se potencian entre sí. Canclini (2005) 

     Por su parte la hibridación cultural es una manera de vivir ante todas las culturas, la hibridación cultural es cuando se trasforma una cultura, no es que gane una u otra, sino que se van fusionando al punto de convertirse solo en una mezclando las costumbres y tradiciones, mientras que el multiculturalismo es esta distinción marcada de cada cultura y aquí mientras existe una cultura la otra se sigue preservando, el multiculturalismo más que nada marca esta separación entre las culturas.

 

Cultura e Identidad mexicana.

     La identidad es algo que nos diferencia de los demás ya sea de forma individual, personal o de manera más genérica de forma nacional, la cual sin duda la adquirimos dentro del marco social, en ese contacto que tenemos primeramente con la familia, recordemos que está es el primer contacto que tienen los individuos con el mundo y posteriormente se van creando relaciones con las demás personas del entorno.

     Cuando pensamos en México ¿Qué se nos viene a la mente? ¿Monumentos, vestimenta, gastronomía? Efectivamente, son referencias muy específicas que nos caracterizan como nación, pero no lo es todo. Arizpe (2011) antropóloga e investigadora amante de nuestra nación explica que los elementos identitarios de los mexicanos son múltiples y abarcan un sinnúmero de valores tangibles e intangibles: costumbres, gastronomía, relaciones familiares y manifestaciones artísticas (p. 70).

     Sin duda somos un país que se ha caracterizado por ser una cultura cálida que abriga en su seno protector a múltiples culturas externas que se acercan a nosotros por esa hospitalidad y generosidad que nos identifica. Esto por su lado resulta fundamental a la hora de hablar de una identidad que se encuentra dentro de una realidad que está en constante movimiento, que no se repite y cómo ya lo mencionaba Canclini (2005) transforma los esquemas de pensamiento y más aún en contexto actual en donde resulta pertinente analizar y reflexionar la forma en que nuestra identidad mexicana ha influenciado internacionalmente a través del cine, de la danza entre o cosas.

     Lo anterior, no es lo único, hoy en día contamos con redes sociales como Facebook, Instagram, Twitter y Tiktok que nos permiten compartir con los demás datos que nos caracterizan de una forma creativa y alegre, a fin de crear convivencia con nosotros mismos y con personas de los diferentes países del mundo que también se encuentran inmersos en estas plataformas digitales, ya que "en un mundo cosmopolita en el que ya vivimos, no habrá sustentabilidad sin convivialidad" (Arizpe, 2011, p. 79).

     Actualmente quiénes son representantes máximos de ésta nueva modernidad son los jóvenes, "buscan agruparse con base en nuevos códigos de su propia invención y que ahora, en muchos casos son globales" (Arizpe, 2011, p. 80).    Ellos son un segmento muy diversificado en sus habilidades y destrezas, no olvidemos que cada generación le ha otorgado distintos significados a los bienes materiales, tecnológicos y simbólicos.

     Para ello se destaca la importancia de la labor educativa, la escuela es una entrada a la cultura y no sólo una preparación para ella, entonces tenemos que revaluar constantemente lo que está organización social hace de la concepción que los estudiantes tienen de sus propias capacidades y sus posibilidades percibidas de enfrentarse con el mundo cultural.

     De igual manera no es un trabajo aislado de los demás factores sociales, se retoma la necesidad de forjar la identidad nacional desde el núcleo familiar, potenciarlo en la vida escolar y consolidarlo en los marcos futuros, en otras palabras es sentirnos orgullos de lo que somos y que a pesar de las diversas transformaciones que nos han sacudido, aún seguimos manteniendo nuestra propia esencia, una esencia que nos diferencia y nos envuelve en un aspecto único e irremplazable, es una construcción colaborativa.

 

Las minorías y sus afectaciones

     La homogenización recesiva es un proceso en el cual la cultura dominante invade o capta a una cultura local, con el propósito que se vuelva una sociedad homogénea, podemos ver como la homogeneización afecta a la cultura, pues las grandes empresas de Estados Unidos o Europa buscan que existan cada vez menos diferencias con el propósito de que por decir tengan una mayor dominación provocando que la identidad de las cultura minoritarias se vaya degradando a tal punto de perderse pues estos no cuentan con los recursos para seguir fomentando su cultura.

     El mundo empresarial ha tomado las herramientas tecnológicas a su favor (aparte de que cuentan con el capital necesario), para hacer una difusión masiva de su ideología (que pretenden que uno siga) así como de las ideas y tradiciones como sociedades más globalizadas. 

 

¿Es difícil perseverar una cultura en un mundo globalizado, un mundo Cosmopolitan?       

La pregunta que se remueve en los espacios culturales mexicanos en el presente es si seremos capaces de sostener ese alto nivel de avanzada cultural que tuvo México el siglo pasado, ahora en un mundo globalizado. Arizpe (2016) afirma:

 

Para enfrentar estos retos se requiere: 1)la protección del patrimonio cultural en toda su gama, 2) promover la producción de bienes culturales para el mercado tanto nacional como de exportación promoviendo las industrias culturales, asegurando que su propiedad intelectual y los beneficios de sus ventas queden en manos de sus creadores y productores, 3) seguir manteniendo en alto la reflexión y las prácticas de la cultura en México como parte de nuestra identidad en el mundo global, 4)orientar actividades culturales hacia los grupos cuya pobreza destruye sus capacidades y habilidades culturales tradicionales, fomentando nuevas formas de producción de bienes culturales y de actividades culturales generadoras de ingreso. (p. 81).

Sabemos que hoy día estamos influenciados por una gran variedad de culturas sin embargo debemos comenzar a consumir cosas de nuestro país, comenzar a fomentar las tradiciones y costumbres que México tiene, no olvidarnos que somos mexicanos, con una inmensa creatividad pues ante todas las situaciones, sean buenas o malas sabemos salir hacia adelante y sabemos cómo resolver los problemas que van apareciendo durante el pasar del tiempo, no debemos olvidar la originalidad con la que nos distinguen, pues somos unos grandes inventores, estamos en constante renovación imaginativa, en pocas palabras somos artesanos en todos los sentidos.      

 

Conclusiones

     Debemos interpretar y entender que el mundo cultural en el que estamos inmersos es producto de constantes transformaciones que han dado origen a una serie de conceptualizaciones diversas acerca de aquello que llamamos cultura y que cómo seres culturales vamos configurando una serie de ideologías y prácticas que terminan condicionando nuestra comprensión y acciones de la realidad. Por lo tanto no está de más cuestionar las certezas para comprender lo que pasa en nuestro presente a través de las relaciones entre sujetos y el entorno en el que somos parte promoviendo un proceso de diálogo y escucha para abrir una reflexión colectiva que permita ampliar nuestra visión y enriquecernos con conocimientos culturales que en algún momento dado nos puedan parecer ajenos.

     Todo es cultura independiente de los niveles socioeconómicos, ya que involucra un constante aprendizaje que no se realiza de forma aislada sino de manera colectiva, en el constante contacto con los otros por medio del lenguaje como herramienta principal para tener una comunicación que nunca muera

y para ello debemos eliminar esa serie de prejuicios que nos hemos forjado a lo largo de nuestra vida y comenzar a apreciar toda la riqueza material y espiritual de la humanidad.

 

 

Referencias

Arizpe, L. (2011). Cultura e identidad. Mexicanos en la era global. Revista de la Universidad de México, número 92. Págs. 70-81. Recuperado de http://www.revistadelaunidad.unam.mx/9211/arizpe.htlm

 

Busquet, J. (2006) Reflexiones en torno a la concepción humanista y antropológica de la cultura. Questiones publicitarias, vol. I, No. 11, Págs.. 95-109

 

García Canclini, N. (2005). Las culturas híbridas en tiempos de globalización. En, Culturas híbridas. Estrategias para entrar y salir de la modernidad (pp. I-XXIII). México: Grijalbo.

 

Margulis, M. (2011). La noción de cultura. En, Sociología de la cultura. Conceptos y problemas. Buenos Aires:Biblios. 19 págs.


Artículo publicado en la Revista Xictli de la Unidad UPN 094 Ciudad de México, Centro, México. Se permite el uso citando la fuente u094.upnvirtual.edu.mx

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