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Año: 2021 Mes: MAYO-AGOSTO Número: 90
Sección: MISCELANEA Apartado: MISCELANEA
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TU PIEDRA EN MÍ
Profra. María Guadalupe Hernández Pérez

Alfil negro…

hay un hueco en mi tablero.

 

 

Me miré en el horizonte de tus manos y me sentí pequeña, congratulada con la esperanza de la cotidianidad, del sin sabor de la intensidad de la tarde. Se encogieron mis pasos, fincaron sus raíces y contemple el mar abierto sin sus alas, limitado por las nubes confiscadas a tu deseo. Y plantaste tu piedra en mí, la roca de tu aventura por los días circulares en que navegabas.

 

Me dejaste sin temor acurrucada bajo el ropero antiguo, la cama de latón, el candelabro; y regresaste satisfecho a tus mitologías; de tus dioses venado, desangrados por tu fuerza para el yunque de la selva, para apagar las ganas de venir a los fantasmas, para vivir el fuego de la casa.

 

Yo te miré llegar, desconocido, desnaturalizado, transparente a una mirada que tenía encerrada en mi memoria. Y tuve frío del venidero, de la soledad, tirada con una atracción despavorida, como una soga hacia el sepulcro. Quise reponerme al presagio, multiplicarme en la necesidad del presente, enconderme en los utensilios de labranza, en el pajar, en el gallinero, en la cascada; y en la búsqueda de tantos escondrijos se me acabó la fuerza de querer quedarme. Regresé a tus manos, verticales dedos, trancas para no huir, aprisionada.

 

Por eso estoy aquí, a la distancia perfecta de tu olvido, dentro del sueño que tuviste y del que no quiero despertarte mientras no se agote el sol quemante en la ventana, mientras mis pies sigan creciendo en los caminos que mis ganas de vivir inventan.

 

Las raíces secaron sus bocas. La espuma que babea el rabioso mar seca mi sed. Y la piedra que me naciste dentro, ya hace mucho, fue carcomida por el tiempo.


Artículo publicado en la Revista Xictli de la Unidad UPN 094 Ciudad de México, Centro, México. Se permite el uso citando la fuente u094.upnvirtual.edu.mx

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