Se necesita un valor.

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Año: 2019 Mes: MAYO-AGOSTO Número: 84
Sección: INVESTIGACIÓN Apartado:
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VALORES EN LA EDUCACIÓN
Claudia Dávila Nicanor

INTRODUCCIÓN

En este ensayo se pretende reflexionar sobre los valores, su validez y el papel que juega la escuela en la formación de ellos con los alumnos para lo que se presenta el siguiente poema.

EDUCACIÓN

Necesitamos mucho la educación,
toda la sociedad y en cada rincón
de humana civilización, sus rayos de sol,
inundando con belleza a la razón.

Ayudar a crecer al hombre y a la mujer,
desear estos abrazarla y aun amarla,
compartiendo de nuestros ríos los cauces,
para crecer juntos en sabiduría de la vida.

Saber comportarnos ante la situación,
que se presente a nuestro alrededor,
discernir y decidir lo correcto,
crecer y no carecer de pensamientos.

Todos juntos en el educativo proceso,
participar activos, contentos;
de apoco el mundo puede ser mejor
si por el trabajamos hoy.

El mundo se mejora,
al ser mejores cada uno,
con comportamiento correcto,
con todo lo que nos rodea.

 

Javier R. Cinacchi 

"Poesías de la vida, libro 2”
Sexta edición

 

Los valores en la educación

 

Para iniciar la reflexión sobre los valores en la educación, considero necesario reconocer las definiciones aceptadas sobre la palabra valor que la Real Academia Española (Asociación de Lenguas de la Academía Española 2018) (a quien se le reconocer suficiente validez para definir concepto que será socialmente aceptado) define:

1. m. Grado de utilidad o aptitud de las cosas para satisfacer las necesidades o proporcionar bienestar o deleite.

2. m. Cualidad de las cosas, en virtud de la cual se da por poseerlas cierta suma de dinero o equivalente.

3. m. Alcance de la significación o importancia de una cosa, acción, palabra o frase.

4. m. Subsistencia y firmeza de algún acto.

5. m. Fuerza, actividad, eficacia o virtud de las cosas para producir sus efectos.

6. m. Rédito, fruto o producto de una hacienda, estado o empleo.

7. m. Equivalencia de una cosa a otra, especialmente hablando de las monedas.

8. m. Cualidad del ánimo, que mueve a acometer resueltamente grandes empresas y a arrostrar los peligros. U. t. en sent. peyor., denotando osadía, y hasta desvergüenza. ¿Cómo tienes valor para eso? Tuvo el valor de negarlo.

9. m. Persona que posee o a la que se le atribuyen cualidades positivas para desarrollar una determinada actividad. Es un joven valor de la guitarra.

10. m. Fil. Cualidad que poseen algunas realidades, consideradas bienes, por lo cual son estimables.

11. m. Mús. Duración del sonido que corresponde a cada nota, según la figura con que esta se representa.

12. m. Pint. En una pintura o un dibujo, grado de claridad, media tinta o sombra que tiene cada tono o cada pormenor en relación con los demás.

13. m. pl. Econ. Títulos representativos o anotaciones en cuenta de participación en sociedades, de cantidades prestadas, de mercaderías, de depósitos y de fondos monetarios, futuros, opciones, etc., que son objeto de operaciones mercantiles. Los valores están en alza, en baja, en calma.

valor absoluto

1. m. Mat. valor de un número sin tener en cuenta su signo.

valor agregado

1. m. Am. valor añadido.

valor añadido

1. m. Econ. Incremento del valor de un bien como consecuencia de un proceso productivo o de distribución.

valor en cuenta

1. m. Com. valor que el librador de una letra de cambio, o de otro título a la orden, cubre con asiento de igual cuantía a cargo del tomador en la cuenta abierta entre ambos.

valor en sí mismo

1. m. Com. Fórmula empleada en las letras o pagarés para significar que el librador gira a su propia orden, y que tiene en su poder el importe del libramiento.

valor entendido

1. m. Com. valor de las letras o pagarés, cuyo librador se reserva asentárselo en cuenta al tomador, cuando median razones que impiden a uno y otro explicar con claridad la verdadera causa de deber.

2. m. U. para indicar connivencia o acuerdo consabido entre dos o más personas.

valor facial

1. m. En filatelia, valor impreso en el sello a efectos de franqueo, a diferencia del valor de mercado o colección.

valor nominal

1. m. Econ. Cantidad por la que se emite una acción, una obligación y otros documentos mercantiles.

valor normal

1. m. Fís. valor que toma una magnitud en condiciones normales.

valor recibido, o valor recibido en efectivo, géneros, mercancías, cuentas, etc.

1. m. Com. U. como fórmula para significar que el librador se da por satisfecho, de cualquiera de estos modos, del importe de la letra o pagaré.

valor relativo

1. m. Mat. valor que tiene una cantidad en comparación con otra.

valor reservado en sí mismo

1. m. Com. valor en sí mismo.

valores declarados

1. m. pl. Monedas o billetes que se envían por correo, bajo sobre cerrado, cuyo valor se declara en la administración de salida y de cuya entrega responde el servicio de correos.

valores fiduciarios

1. m. pl. Econ. valores emitidos en representación de numerario, bajo promesa de cambiarlos por este.

¿cómo va ese valor?, o ¿qué tal ese valor?

  1. exprs. U. como fórmulas de saludo para preguntar por el estado de salud o de ánimo de la persona a quien se dirige la palabra.

Resulta interesante y sorprendente que en estas definiciones, pocas (intentando forzar mi comprensión hacia encontrar alguna referente a la educación) tienen relación con esta, en ellas se transita desde reconocer el valor como una virtud hasta utilizar el término como una expresión, pasando por su sentido matemático, económico hasta llegar a la definición como elemento del arte.

Mi interés es detenerme en la conceptualización errática que plantea la Real Academia Española sobre virtud y cualidad, en alguna ocasión escuche definir valor como la cualidad que reconocemos en algo.  En este sentido me pregunto cuáles son las cualidades que se reconocen en la educación, qué virtudes ensambla el proceso educativo.

John Dewey planteó que “una actividad que no tiene sentido en sí misma, no puede ser preparación para algo más allá, sï, tiene un sentido pleno, si es un fin en sí misma”.  La educación tiene un fin en sí misma.  Para Lorenzo Tébar la educación es estructural, se encuentra en cualquier que hacer del ser humano, donde el aprendizaje lo modifica si modifica su estructura cognoscitiva, por tanto modifica su estructura social.

En My Pedagogical Creed (1897) Dewey defiende que la educación debe considerar tanto lo psicológico como lo social.  Es decir, que la educación es una regulación del proceso de llegar a compartir la conciencia social, y que el ajuste de la actividad individual en función de esta conciencia social es el único método seguro de reconstrucción social.  “La mejor preparación es la de darle a la persona el dominio de sí mismo… formarla de manera que tenga un uso completo de sus capacidades listas para ser usadas” (Sánchez Domenech 2015).

Al conjugar estas dos ideas, se plantea que la educación es integral e impacta en cada una de los rincones de la vida del ser humano, se experimenta en cada momento de la vida cotidiana por lo que es importante reconocer los escenarios donde se enfatiza la experiencia de aprendizaje, a la que llamaría experiencia educativa.  Es importante reconocer que uno de los espacios o contextos de la experiencia educativa se fomenta y crean en las escuelas (sin olvidar que cualquier contexto puede ser un contexto educativo) pues en ellas se genera con intención la experiencia de aprendizaje siendo esta efectiva o no. Quizá la efectividad o no radica en las virtudes y cualidades de las figuras educativas que forman parte de la experiencia educativa lo que manifestaría la formación moral de las escuelas pues de ella se desprende las prácticas y funcionamiento de sus objetivos.

La formación moral de las escuelas es otra de las preocupaciones de Dewey, para él la vida social democrática se sustenta en los valores morales de los individuos el autor reflexiona en que “no puede haber dos grupos de principios éticos, uno para la vida en la escuela y otro para la vida fuera de la escuela”.  Lo que también es aplicable a la sociedad en general no tenemos unos valores para un momento y contexto y otro para otro momento y contexto.  Los valores permean la actividad de nuestro ser. En esto se manifiesta que existen valores que no cambian y que trascienden en el tiempo.  Cuestiono si esta es una de las características de los valores ya que en discurso coloquial se establece que los valores cambian según el tiempo y contexto en el que se desarrollan, lo que respondería en gran medida a varias de las definiciones de la Real Academia Española e incluso a la generalización del valor como la cualidad reconocida.

Los valores en la escuela están muy cuestionados, en la actualidad en México la concepción de educación y docencia han perdido reconocimiento y por tanto valor de quienes generan el proceso educativo formal (reconociendo a la educación en la escuela como educación formal) es decir, docentes y directivos de las escuelas.

Lo que lleva a revisar el planteamiento actual sobre educación, se habla de educación centrada en el alumno, pero no se brinda de los suficientes recursos para su atención, a esto se suma el exacerbado discurso de que los docentes son responsables de las limitaciones de los alumnos que se han medido en pruebas estandarizadas. Anexando a ello lo que para Lorenzo Tébar es una mala preparación del personal docente, y en mi experiencia la simulación de una capacitación orientada al enriquecimiento de cantidad y no calidad de las mismas, donde lo importante no se ha centrado en los contenidos, si no, más bien en la cantidad de docentes que acuden a recibir algún servicio.

En esta simulación me parece que quedan muy cuestionables los valores de quienes organizan hasta de quienes ejecutan, donde el desinterés y la falta de intención se hace manifiesto.

Otro aspecto a reflexionar sobre los valores en la escuela reconocer espíritu social  y la validez de un valor que se sustituye por motivos individualistas, por el miedo a perder la aprobación de los otros o al fracaso, la imitación y la rivalidad y los juicios comparativos de superioridad, la competencia en función de reconocer a los mejores, se sobrepone a la cooperación y la participación.  Los estudiantes son juzgados en referencia a su capacidad de realizar la actividad esperada, no por sus nuevas aportaciones, o descubrimientos, en este sentido se observa la sobrevaloración que como sociedad tenemos de las prácticas tradicionalista, no por ser tradicionalistas, sino más bien por ser las que en nuestra experiencia hemos aprendido, aspecto que valida la posición de Tébar sobre la importancia de las experiencias de aprendizaje que deben ser retomadas para la Modificabilidad.

Para Dewey toda educación genuina proviene de la experiencia, y el problema central de una educación de este tipo es seleccionar la clase de experiencias presentes para vivir de forma fructífera y creativa en la siguientes.   Continuidad, dar sentido y continuidad a la experiencia precisa de una planificación que decida sobre las materias, los métodos de enseñanza y la disciplina, el equipamiento material y la organización social de la escuela.

La educación debe ser por y para la experiencia, lo que obliga a que el docente descubra y ponga en marcha un principio de orden y organización que deriva de la comprensión de lo que significa la experiencia educativa.

Pedagogía centrada en el currículum y pedagogía centrada en el alumno.  El aprendizaje de niños y adultos se logra a partir de confrontación con sus situaciones problemáticas.  Estas aparecían como consecuencia del propio interés de la persona.

El ser humano es un ser heredero del mundo interpretado al cual tenemos que dotar de sentido y significado, lo que nos lleva a la comprensión de ese mundo, a la que le otorgamos un valor.

Moral es un modo de ver, una mirada que no se limita a situar o  clasificar, sino a valorar y a prescribir, a crear y a fabricar, a dotas de ser y de significado, a proteger, a clasificar y a (in)diferenciar.

En este sentido es importante dar valor primordial a la experiencia.  Es importante reconocer y reflexionar como formadores que valor le estamos dando a la experiencia previa y a las que estamos generando en las aulas.

Reconocer si estas realmente están impregnadas de validez para los educandos o simplemente son la forma de llegar a un objetivo más claro para ellos como obtener un  certificado u obtener los resultados esperados en pruebas externas como PLANEA.  Habría que reflexionar sobre el valor de lo que hacemos que va de la mano con nuestra intención, nuestra intención es válida para quien la recibe o simplemente mayor valor.

CONCLUSIÓN

De lo anterior es importante reflexionar que los valores son universales, trascienden en el tiempo y contextos, que las intenciones de lo que hacemos están permeadas por nuestros valores, pero que se deben reconocer los valores y experiencias de los otros, lo que requiere un trabajo de reconocimiento e indagación de quienes son nuestros alumnos para evitar etiquetar y la crueldad –denostación- hacia quienes generalmente resultan más indefensos, sin caer en la otra crueldad que es la compasión. es importante reflexionar 

Trabajos citados

Asociación de Lenguas de la Academía Española. Diccionario de la Real Academía Española. 2018. https://dle.rae.es/?id=bJeLxWG (último acceso: 04 de Abril de 2019).

Sánchez Domenech, Iluminada. «La andragogia de Malcom y Knowles.» 574. Elche: Universidad Cardena Herrera-CEU, 2015.

 


Artículo publicado en la Revista Xictli de la Unidad UPN 094 Ciudad de México, Centro, México. Se permite el uso citando la fuente u094.upnvirtual.edu.mx

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